Un grupo de concejales pedirá al municipio y a la provincia generar un subsidio “por única vez” para más de 500 vecinos damnificados por las inundaciones de diciembre en los barrios Fisherton, Empalme Graneros, Nuevo Alberdi y Bella Vista. Para fundamentar el proyecto de ordenanza presentaron un informe sobre los daños producidos por ese fenómeno natural. En total, relevaron pérdidas materiales por 16 millones de pesos. La mayor parte de los afectados, según dijieron, habrían sufrido daños por unos 20 mil pesos.
Estos datos forman parte de un informe que fue presentado ayer en el Concejo Municipal con la firma de ocho ediles de distintas fuerzas políticas, aunque ninguno del oficialismo. Incluyó, según informó una de las impulsoras del proyecto, la radical María Eugenia Schmuck, una síntesis de los cientos de relatos de los vecinos, facturas, imágenes y documentos anexos sobre lo que el agua se llevó. Si bien el proyecto debe seguir las instancias reglamentarias en comisiones de trabajo legislativo, Schmuck confió en una resolución pronta ya que habría consenso político para darle curso.
“Hay 540 personas desesperadas y esperando a un Estado que los asista por única vez. Si bien no prosperó su reclamo por la vía judicial, tendrán la asistencia del Concejo”, precisó la edila tras la presentación del informe. Según el mismo, durante el 19 y 20 de diciembre pasado el agua descargada por las lluvias alcanzó en el interior de viviendas y comercios una altura que osciló entre los 60 centímetros y un metro y medio, con una permanencia de entre 8 y 12 horas. En total, se contabilizaron pérdidas por 16.472.999,26 pesos. Y el monto promedio reclamado por cada afectado en los legajos es de 35.578 pesos con 83 centavos. Sin embargo, un ranking de cantidad de casos y valores arroja que la mayoría de los vecinos dice haber perdido bienes por un monto aproximado de 20 mil pesos. En unos 80 casos dijeron haberse perjudicado en una cifra de entre 40 y 50 mil pesos, y una similar cantidad de vecinos denunció pérdidas por al menos 5 mil pesos.
Del total, 460 rosarinos señalaron que ya han invertido el dinero necesario para reparar los daños. “Si se considera que 80 casos no han podido aún estimar el costo de las pérdidas, el monto total de las mismas se incrementa sustancialmente”, advirtió Schmuck. Entre las pérdidas informadas se incluyen daños en la infraestructura de las viviendas (zócalos, bajo mesadas, paredes, puertas, portones, ventanas, entre otros) y electrodomésticos (heladeras, freezers, ventiladores, cafeteras, licuadoras, computadores, batidoras o televisores). También se consideraron perdidos muebles, ropa y hasta autos. En el caso de los comercios, los daños comprenden mercaderías y elementos de trabajo.
Más de cien vecinos, siempre según el informe, tuvieron que tramitar el documento y/o pasaporte tras haberlo perdido por la inundación. Además, el documento menciona pérdidas de objetos invaluables, como fotos y recuerdos familiares. “Manuscritos de quienes se dedican a la investigación o la escritura se inscriben en este rubro. Se trata de elementos que no pueden ser valuados y que no se recuperarán de ninguna forma y constituyen la pérdida más sufrida por los vecinos”, detallaron los ediles en su presentación.
Alicia, artesana de profesión y que participó de la presentación de ayer, relató que a dos meses de la lluvia del 17 de diciembre su casa, ubicada en un pasaje de barrio Fisherton, está totalmente destrozada. “Hay basura, humedad y olor. Los muebles se empiezan a romper y las herramientas de trabajo están perdidas”, señaló la mujer y recordó con amargura la reunión que mantuvieron autoridades municipales con los damnificados la semana pasada. “Nos dijeron que iban a tener que sacarles partidas al sistema de Salud”, deslizó Alicia sobre el encuentro del miércoles último.
“A este número hay que sumarle la totalidad de los damnificados de otros barrios de la ciudad, por lo que creemos que se trata de una cifra importante, que fue absorbida en su totalidad por los vecinos o comercios, puesto que el municipio y la provincia no han mostrado hasta el momento interés de resarcirlos”, declaró al respecto la edil Schmuck. “No sólo queremos que se entregue un resarcimiento económico a las familias afectadas, sino que estamos convencidos de que el Estado local y provincial debe decir presente en estas situaciones colaborando con los vecinos para que puedan recuperar algo de todo lo que perdieron”, agregó la concejala. Según su relato, a más de dos meses de la inundación hay familias que no han podido recuperar nada jubilados y pensionados que no tienen manera de hacerlo. A pesar de todo, la edila resaltó “la extraordinaria participación de los vecinos, que llevan ya varias asambleas y reuniones y que aún en el dolor y las dificultades han sacado fuerzas para reclamar y gestionar acciones que eviten que esto vuelva a pasar”.
En esta oportunidad, Schmuck recordó que el Ejecutivo rosarino no cuenta con un fondo de emergencia, lo que representa “una deuda estructural”. Ese fondo, que permitiría al municipio afrontar pérdidas excepcionales, podría estar conformado –aportó– por un porcentaje mínimo de la Tasa General de Inmuebles (TGI).
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