Ciudad

Piden reabrir la Plaza Cívica

Los concejales Bielsa y Rosúa presentaron un proyecto para que Lifschitz gestione, ante el gobierno de la provincia, la recuperación del centro de manzana de la ex Jefatura para uso público de la ciudad.

Los concejales María Eugenia Bielsa y Fernando Rosúa, del Bloque Encuentro por Rosario, presentaron ayer un proyecto para que la Municipalidad gestione ante la provincia la reapertura de la Plaza Cívica, ubicada en el centro de manzana de la sede local de la Gobernación (ex Jefatura policial y sede del centro clandestino de detención El Pozo), que se convirtió hoy en un estacionamiento oficial. En una nota publicada el domingo pasado por El Ciudadano, Jorge Llonch, ex ministro de Cultura durante la gestión de Jorge Obeid, había relacionado el cierre del espacio a la existencia de mezquindades políticas, ya que consideró que la apertura de la plaza estaba identificada con el gobierno anterior.

La Plaza Cívica fue escenario de varios espectáculos artísticos de relieve, como el del día de su inauguración cuando tocó allí el pianista Miguel Ángel Estrella. También se realizaban actividades más o menos masivas como el cine a la reposera que durante los fines de semana congregaba algunos centenares de vecinos.

“La apertura de este edificio construido para la Jefatura de Policía y donde en la última dictadura militar funcionó el Servicio de Informaciones, uno de los mayores centros clandestinos de detención de la ciudad, conocido como El Pozo, persiguió como objetivo crear un efecto simbólico de redefinición de lo público, que permitiera a la sociedad civil reconciliarse con el lugar, caminarlo y apropiárselo como centro de memoria y también como un nuevo recorrido urbano”, recordó Bielsa (quien ese momento era vicegobernadora de la provincia), en el marco del pedido para la reapertura de la Plaza Cívica.

Entre los argumentos vertidos en el proyecto de ambos ediles, se destaca que por entonces, para la apertura en el año 2005 de un edificio “que siempre tuvo vedado su acceso al público”, se realizó un proceso de articulación permanente entre el Estado y distintas organizaciones de la sociedad civil, “donde cada intervención realizada se pactó, se negoció, se acordó y se definió con los actores sociales involucrados”.

En este sentido, la concejala Bielsa insistió que “luego del paso de un Estado represivo a un Estado ausente, esto implicó la recuperación del rol protagónico del Estado para mostrarse presente en su función de recuperación y defensa del espacio público”.

Los concejales cuestionaron también que “resulta paradójico que el mismo Estado que fue impulsor y partícipe del proyecto de la apertura de este lugar paradigmático para la ciudad haya clausurado el ingreso público al mismo desde fines de 2007, al permanecer cerrados los cuatro grandes portones de ingreso”.

En una nota publicada por este diario el domingo pasado, Llonch, ex secretario de Cultura provincial, y a quien le tocó inaugurar el lugar, había deslizado que el hecho forma parte de las mezquindades propias en que suele incurrir la política. “Yo creo que ha sido dejado de lado porque tanto el lugar como las actividades que allí se realizaban están identificados con el gobierno anterior. No creo que sea por una cuestión ideológica, es un tema político y excede a la Secretaría de Cultura. Viene de más arriba”, explicó el ex funcionario que formó parte de la segunda administración del justicialista Jorge Obeid, para  luego agregar: “He leído, por ejemplo, varias cartas de lectores en medios donde es mucha la gente que se lamenta por la situación. Éste era un lugar de la gente y se ha perdido.  De hecho, tuvo la venia de todas las organizaciones de derechos humanos, algo que no es fácil”.

Para comprender la cuestión, Llonch aportó un ejemplo, pero de una situación inversa a la mencionada. Hizo referencia a la experiencia del actual cine público El Cairo. “Si bien la ley que permitió expropiarlo la impulsamos nosotros, luego el proyecto se llevó adelante con normalidad porque todavía no estaba terminado. Y al no estar referenciado con nuestra gestión, ahí la situación fue distinta”, analizó el ex funcionario.

En tanto, en el texto presentado por Bielsa y Rosúa se menciona que los diputados provinciales Alberto Monti y Jorge Lagna presentaron un pedido de informes preguntando sobre los actos administrativos que permiten utilizar a la Plaza Cívica como playa de estacionamiento para vehículos oficiales o particulares pertenecientes a funcionarios de gobierno.

Además, señalaron que el plan de obras para la puesta en valor y mantenimiento de la sede, así como otras intervenciones proyectadas en el edificio y en la Plaza Cívica, “está paralizado”. Por otra parte y en vistas de la recuperación de otro espacio de la memoria, como lo es el edificio donde funcionó el Comando del Segundo Cuerpo de Ejército y donde pronto se mudará el Museo de la Memoria, los concejales expresaron que “es dable considerar que la ciudad tiene otro espacio recuperado muy importante y significativo como la Plaza Cívica y la sede Rosario de la Gobernación, símbolo durante décadas de lo más represivo de la historia argentina”.

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