Familiares, amigos y compañeros de Agustín Sartori, el jugador de rugby que murió atropellado por dos «motochorros» en el barrio porteño de Palermo, realizaron hoy una marcha en reclamo de justicia y pidieron que si hay testigos del hecho se presenten a declarar.
Bajo la lluvia y con velas, los manifestantes portaron carteles con consignas como «Justicia para Agustín» y «Que el Mundial no tape la realidad», así como fotos del muchacho, que tenía 18 años y estaba preseleccionado para jugar en «Los Pumitas».
Los asistentes a la marcha se concentraron frente al Hospital Militar Central, situado en Luis María Campos al 700 de Palermo, cantaron la canción «Color Esperanza» de Diego Torres y pidieron «justicia para Coco», como se apodaba el joven.
En la movilización, estuvieron presentes en su mayoría compañeros de Sartori del Club Naval, donde el chico jugaba al rugby, y del colegio Damaso Centeno de Caballito, al que asistía.
«Estamos buscando testigos para que cambien la carátula de la causa y los detenidos no queden libres. Pedimos a los comerciantes y a los choferes que hayan visto algo que se acerquen a declarar así se puede hacer justicia», dijo un amigo de la víctima.Agustín, hijo de un militar, murió el miércoles pasado a las 20 en Luis María Campos y Benjamín Matienzo, en la zona de Las Cañitas, cuando fue atropellado por dos ladrones que escapaban en moto tras robarle las carteras a dos mujeres.
Como consecuencia del impacto, Sartori sufrió politraumatismos, uno de ellos severo en la cabeza, que le provocaron la muerte antes de que pudiera ser asistido en el Hospital Fernández.
En tanto, los dos asaltantes fueron detenidos en el lugar y permanecen internados.
Los investigadores determinaron luego que los ladrones habían robado a una mujer en la zona de Barrancas de Belgrano, donde le rompieron la ventanilla del acompañante y le robaron la cartera.
A unas 10 cuadras de allí, en Soldado de la Independencia y Teodoro García, cometieron el mismo ilícito contra otra mujer.
Esa víctima, que se identificó sólo como Mónica, aseguró hoy que tras el robo, los delincuentes «zigzaguearon entre los autos a una velocidad desenfrenada y a dos cuadras y media atropellaron a Agustín», que era el mejor amigo de una de sus hijas.
«Es corto el trayecto, por eso esto no es un accidente, es un asesinato, así que yo estoy espantada y horrorizada con las noticias de que a esta gente los puedan excarcelar porque la ley lo dice», dijo la mujer a radio Mitre.
Los dos detenidos por atropellar a Sartori fueron identificados por la Policía como Santiago Segunda (27), internado con coma farmacológico en el Hospital Pirovano, y Pedro Calabresi (29), alojado en el Fernández con heridas de menor gravedad.
Ambos están acusados de «tentativa de robo y homicidio culposo», es decir sin lograr el cometido del hecho del que escapaban y sin intención de provocar la muerte, lo que eventualmente les podría permitir la excarcelación.
Los investigadores policiales están trabajando sobre la hipótesis de que no se trató de un homicidio de ese tipo, sino que existió «dolo eventual», es decir que debieron haberse representado la posibilidad de que podían matar a alguien.
Si les imputa «homicidio con dolo eventual» no podrían ser excarcelados, ya que la mínima establecida para este delito en el Código Penal es de 8 años.