Familiares y amigos de víctimas de homicidios se presentaron ayer en la puerta de Tribunales para pedir justicia y celeridad en las investigaciones, debido a que en su mayoría no hay personas imputadas. Eran allegados a cuatro jóvenes que fueron asesinados antes de cumplir los 30 años que dialogaron con El Ciudadano y explicaron los motivos de la manifestación, la cual también se hizo la semana pasada en barrio Fisherton.
Entre los participantes estaba el padre Nicolás López, un joven futbolista de 18 años asesinado de tres disparos el 16 de febrero de este año en Centeno y Ayacucho mientras tomaba una gaseosa con amigos. Según la hipótesis que se investiga, la bala que lo mató no era para el muchacho sino para uno de sus acompañantes. Su papá Héctor López sostuvo que su interés es que la investigación avance y resaltó la falta de elementos con los que cuenta el personal de la Brigada de Homicidios para hacer su trabajo. “La nueva modalidad es decir que son ajustes de cuenta y ahí termina todo lo de mi hijo no fue ningún ajuste, el señor gobernador Antonio Bonfatti, la intendenta Mónica Fein o el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, antes de hablar deberían averiguar quiénes son las víctimas”, se quejó el padre del joven en diálogo con El Ciudadano.
Además, la mamá de Franco Nahuel Zalazar, de 23 años, acribillado a balazos el 21 de febrero pasado cuando transitaba en su moto por Córdoba y Columbres, contó que esa noche hubo un raíd delictivo que comenzó con la muerte de su hijo de 11 disparos y culminó a los 40 minutos cuando mataron de un tiro por la espalda a Leyla Alario, de 21 años. Por el caso de la muchacha, hay un detenido aunque en la causa de su hijo no hay imputados, describió la mujer.
Otras de las personas que reclamaron por una pronta respuesta judicial fueron allegados a Jonathan Fabián Gilio, de 23 años, quien murió en diciembre del año pasado ocurrio cuando festejaban el cumpleaños de la pareja del fallecido pasaron dos personas que dispararon contra la casa. Como consecuencia, Jonatan falleció mientras que su padre y su hermano resultaron heridos. Su hermano Ariel describió que habían instalado un búnker frente a su casa y que de allí vino el problema, mientras reclamaba que, aún no han tenido acceso al expediente. Ariel adelantó que su familia se presentará como querellante porque “hay una punta para investigar”.
Por su parte, la madre de Leandro Brocardo, asesinado de un tiro durante una pelea que se desató en el interior de un bar de Martínez de Estrada al 7900 en 2010, también se presentó para pedir por la celeridad de la causa que investiga el crimen de su hijo. Sara reconstruyó que el día del homicidio de Leandro, quien no frecuentaba el lugar, “se inició una disputa y que su hijo fue agredido cuando intentó detener la pelea. En ese marco, un joven se se bajó de su moto y le tiró”, señaló la mujer mientras agregaba que la causa aún no cuenta con resolución. “Lo único que quiero es que el tipo (el adolescente detenido y acusado de ser el autor del asesinato) no salga. Estoy amenazada por su hermano, hay denuncias, me dicen que me van a quemar la casa”, denunció angustiada.
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