Policiales

Tribunales Federales de Retiro

Piden 28 años para anestesista por abusar e intentar matar a golpes a una joven

El médico de 41 años no sólo llegó a juicio oral por este caso también lo acusan junto a dos de sus amigos de 44 y 27 años, de violar a otras dos jóvenes, quienes se animaron a denunciar luego de que la última de sus víctimas contara el caso ante los medios de comunicación  


El médico invitaba a sus víctimas al departamento que tenía en el barrio porteño de Palermo, las drogaba y abusaba de ellas.

La Fiscalía pidió este martes en un juicio oral que se condene a 28 años de prisión al anestesista Gerardo Billiris por darle drogas, abusar sexualmente e intentar matar en 2017 a una joven a la que desfiguró a golpes en el interior de un departamento del barrio porteño de Palermo.

En el alegato formulado este martes por la tarde ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 8, el fiscal Marcelo Colombo halló responsable a Billiris, de 41 años, de los delitos de “suministro de estupefacientes, abuso sexual agravado y tentativa de femicidio” en perjuicio de María Eugenia Belén T., de 24.

El representante del Ministerio Público también solicitó la pena de 20 años de cárcel para el ex relacionista público, Juan Martín Mercado, de 44 años, por suministro de estupefacientes y abuso sexual, y 9 años para Cristopher Rosenthal Verdaguer, de 27, hijo de un conocido operador de seguros, por otros dos hechos que también llegaron al mismo debate oral.

El proceso que encabezan los jueces Gabriela López Iñiguez, Sabrina Namer y Nicolás Toselli comenzó el 8 de noviembre pasado en los tribunales federales de Retiro y abarcó el ataque contra la muchacha y otras dos víctimas, que declararon a puertas cerradas.

Eugenia fue la única que se animó y desde la clínica donde estaba internada contó ante la prensa lo ocurrido el 31 de enero de 2017, cuando concurrió al departamento de Billiris, ubicado en Beruti 4543, de Palermo.

El ataque se produjo luego de que el anestesista citara a la joven tras conocerla a través de la red social Tinder y, una vez en el inmueble, le suministró cocaína y otras drogas, que él también consumió.

La víctima describió que Billiris comenzó a golpearla hasta que él dejó de moverse y empezó a despedir espuma por la boca, razón por la cual la reacción de la joven fue sujetarlo e intentar acostarlo, a lo que el anestesista reaccionó con golpes de puño que continuaron hasta el punto en el que perdió la memoria.

Eugenia recordó que logró salir al pasillo del departamento y fue ayudada por el encargado, quien dio aviso al 911.

Tras hacerse público el caso de Eugenia, una modelo de 23 años denunció que en 2012 había ido varias veces a la casa del médico porque se lo había presentado el relacionista público Mercado en el boliche Rumy, donde ella hacía “presencias”.

Esta joven relató que siempre consumía cocaína, pero que una noche Billiris les ofreció ketamina a ella y a una amiga, algo que nunca habían probado. “Mi compañera accedió y yo me negué pero mientras él la preparaba en un microondas, me insistía”, contó la modelo y aseguró que en un momento su amiga no reaccionaba y ella no podía sacarla del departamento porque el médico no la dejaba.

Según la denunciante, después el médico le prometió que él y Mercado también se iban a inyectar y que a ella sólo le iba a colocar un mililitro de una jeringa, tras lo cual se despertó desnuda al lado de Billiris con manchas de sangre en la entrepierna que no eran producto de una aguja.

A pesar de que el momento fue confuso, la modelo dijo que pudo darse cuenta de que su compañera y Mercado ya no estaban en el departamento y entonces decidió sacarle fotos al lugar y aportó esas imágenes como prueba ante la Justicia.

En coincidencia con lo declarado por Eugenia en la causa por la golpiza, la modelo dijo que el anestesista les ofreció trabajo porque necesitaba una “secretaria” para ayudarlo a organizar papeles y les propuso consumir drogas incluso en horario laboral.

La hipótesis de la Fiscalía es que Mercado captaba a las jóvenes en los boliches, mientras que Rosenthal Verdaguer era el encargado de “financiar” las drogas que utilizaba el anestesista cuando llevaba a las chicas a su departamento.

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