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Piazza amenaza: condena para su abusador o se va del país

El diseñador de modas aguarda por el fallo del tribunal sobre el caso de abuso y asalto que sufrió en su casa del barrio de Belgrano, en setiembre del año pasado. A las 13, el veredicto

El diseñador de modas Roberto Piazza dijo esta mañana que si el tribunal que juzga al acusado de asaltarlo y abusar sexualmente de él en su casa de Belgrano no lo condena hoy al finalizar el debate, en menos de un año se iría del país.

“Si no lo condenan creo que en menos de un año podría irme del país, muy seriamente, me iría del país”, expresó Piazza en diálogo con Crónica TV.

El modisto de alta costura destacó además que el acusado del hecho, Diego Grasso, y su familia, viven a 10 cuadras de su casa y atelier de Belgrano, aunque aseguró que si se le vuelve a acercar le “arrancaría el cuello”.

“Si esta persona se me llega a acercar otra vez, juro por el recuerdo de mi madre que le arranco el cuello con las manos”, manifestó.

Al ser consultado sobre la estrategia de la defensa de Grasso de negar el abuso y pedir que se investigue a Piazza por el delito de falsa denuncia, el diseñador expresó: “Los defensores tienen que defender lo indefendible, es una cosa de locos, que investiguen lo que se les canta las pelotas, las cosas están recontra claras”.

“¿Por qué no investigan por qué los médicos del Pirovano hicieron declaraciones de mentira?, ¿por qué no investigan donde está la plata, los 15 o 17 mil dólares que faltaron de mi casa?”, agregó.

Es que, según el modisto, el acusado, al asaltar su casa, había cargado de objetos de valor tres bolsas de unos 50 kilos cada una y de unos 25 mil dólares que tenía para pagar sueldos e impuestos al día siguiente.

“A mi me han devuelto 3.500 dólares y unos euros nada más, no voy a echarle la culpa a nadie pero esa plata desapareció, no se sabe si se la dio a un campana que había, aunque yo no vi a nadie porque estaba atado en la cama”, expresó.

Piazza aseguró que desde que sucedió el hecho en septiembre del 2009 tiene “pánico” de estar en su casa y en el barrio. “Tengo custodia en la puerta, salgo a la puerta, subo a un taxi, tengo todo lo de avanzada para poder controlar todo lo que pasa adentro, handys, televisores, 250 metros de rejas de hierro en toda la casa, una cosa de locos”, expresó.

Finalmente, el diseñador aclaró que no le tiene miedo a Grasso sino “a que la Justicia no sea lógica y no le de el fallo que corresponde”.

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