Ayer tuvo lugar la segunda audiencia en la delegación local del Ministerio de Trabajo de la provincia en busca de una solución al conflicto en el restaurante Petra. Y aunque falta remar para llegar a un acuerdo y se pasó a un nuevo cuarto intermedio, los empleados de la emblemática casa de comidas recibieron una noticia alivio: recibirán una ayuda económica de 1.000 pesos hasta tanto se resuelva su futuro, que es incierto desde que el local cerró sus puertas sin que los responsables dieran mayores explicaciones ni definieran qué es lo que pretenden hacer.
Del encuentro que tuvo lugar en el edificio provincial de San Lorenzo y Ovidio Lagos participaron la directora regional de esa dependencia, María Belucci, el secretario de la Unión de Trabajadores Hotelero Gastronómicos de Rosario (Uthgra), Sergio Ricúpero, el dueño de Petra, Mariano Benanzi, y el apoderado del comercio, Alejandro Carnevale. Por primera vez, los representantes gremiales de los trabajadores pudieron encontrarse con el titular y máximo responsable de la firma Petra, quien hace más de un mes desapareció sin previo aviso dejando a sus 22 empleados en la calle.
El próximo miércoles se realizará una nueva reunión para llegar a un posible acuerdo entre las partes. Se busca, especialmente, darles certezas sobre su futuro laboral a los trabajadores que quedaron desamparados tras el intempestivo cierre del local de avenida Pellegrini al 1400.
“Hay que destacar que a través de la gestión de ministro de Trabajo, Julio Genesini, les tomaron los datos a los trabajadores y se les pudo dar un subsidio económico de 1.000 pesos para paliar la difícil situación económica que están pasando”, detalló Ricúpero.
El secretario gremial del sindicato gastronómico destacó en diálogo con El Ciudadano que fue “un gran avance” que haya estado presente el dueño del local con su representante legal.
“Hay algunos interesados en rentar el lugar para iniciar otro proyecto, y también es posible vender los muebles y útiles para poder pagarles lo que se les adeuda a los empleados. Más allá de que el lugar está deteriorado, son cuestiones que van abriendo un poco las puertas y ayuda a tener esperanzas de que haya una salida. En otros negocios ha pasado que los trabajadores quedaron desamparados”, advirtió el gremialista.
El futuro
Ricúpero subrayó que para poder empezar a explotar el local nuevamente y empezar de cero –en caso de que se presente algún interesado con intenciones y capacidad para gerenciarlo– previamente hay que pagarles las indemnizaciones a todos los trabajadores del restaurante, de gran popularidad por la variedad de comidas a un precio supuestamente razonable y accesible.
“Encontramos en la reunión de hoy (por ayer) la buena predisposición al diálogo de las partes. Si ponemos un poco de buena voluntad entre todos y el dueño del local baja un poco las pretensiones en lo que respecta al alquiler del local, habrá condiciones flexibles para que se pueda seguir con la explotación del comercio y abonar las indemnizaciones a los trabajadores, con la posibilidad de la continuidad laboral, que es lo más importante y lo que más nos interesa. Es fundamental conservar las fuentes de trabajo para que nadie se quede en la calle”, remarcó Ricúpero.
El objetivo inmediato de la representación gremial de los trabajadores, ahora que llegó el alivio económico (muy leve, pero alivio al fin), es conseguir definiciones en la audiencia del miércoles de la semana que viene. “Queremos darle celeridad al tema, que haya una resolución cuanto antes”, indicó Ricúpero, quien recordó que los empleados de Petra “llevan muchos días” en el local de avenida Pellegrini, con una toma pacífica a la espera de una salida del conflicto.
“Los empleados seguirán quedándose en el local hasta que se den por satisfechos con sus reclamos. Nosotros los estamos acompañando desde la entidad gremial y seremos inflexibles en eso”, cerró el dirigente gremial.
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