Economía

Correr desde atrás

Pese a los aumentos en el Salario Mínimo, el poder adquisitivo quedará lejos de los niveles de 2015

Según un informe de la CTA, el indicador debería alcanzar los 44.700 pesos en diciembre de este año, algo que no ocurrirá ya que los incrementos anunciados este lunes, estipulan que para ese entonces, el Mínimo Vital y Móvil llegue apenas a 32 mil pesos


El aumento de Salario Mínimo Vital y Movil que oficializó este lunes el gobierno nacional es un intento de recomposición salarial que aún está muy lejos de alcanzar los niveles que mostraba ese indicador a fines de 2015. El incremento escalonado, que recién llegará a los 33 mil pesos en febrero de 2022, guarda una distancia considerable de los 44.700 pesos que debería alcanzar en diciembre para mantener el poder adquisitivo del salario mínimo en el epílogo kirchnerista.

El Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra) dependiente de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), elaboró un informe en el que actualizó la evolución del salario mínimo durante los últimos años y proyectó cómo quedaría con la oficialización de este lunes. Desde 2015 a esta parte, esa referencia mostró un proceso de constante deterioro a excepción del último año, donde tuvo un leve repunte respecto al anterior.

Uno de los gráficos expone la secuencia de cómo fue que los trabajadores y trabajadoras quedaron a un abismo de los ingresos que supieron tener. Los datos muestran que la caída más significativa se dio entre 2017 y 2019 durante la gestión Cambiemos.  Ese último año, el poder adquisitivo del Mínimo Vital y Movil fue 25% menor al promedio de 2015.

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Ya en diciembre de 2020, con un año de gestión del Frente de Todos atravesado por la pandemia, el nivel real del salario mínimo se ubicaba 32,7% por debajo del promedio 2015. El 2021 se inició con un nivel “inusitadamente bajo” de salario mínimo, que en febrero se ubicó en un piso equivalente al 34,6% respecto al nivel de 2015 y al 35,5% de la canasta de pobreza para una “familia tipo”, de acuerdo con el informe.

El trabajo de Cifra añadió que el Consejo del Salario aprobó aumentos nominales desde abril que alcanzaban el 35% recién en febrero de 2022; pero ante la aceleración de la inflación ese aumento se adelantó para septiembre de 2021. De esta manera, a partir de esa instancia definieron nuevos incrementos que implican que en total -entre abril de 2021 y febrero de 2022- se alcance el 52,8% de aumento nominal.

Con los últimos aumentos del Consejo del Salario (que empujarían el número a 33 mil pesos) y si se mantiene la inflación en los valores actuales, se lograría una recuperación de 1,9% en términos de poder adquisitivo. Se trata de una recuperación leve, pero que marcaría un freno a la constante caída de poder adquisitivo de quienes perciben un salario mínimo o tienen un ingreso atado a este indicador.

El informe indicó: “Aún así, es preciso que el salario mínimo continúe expandiéndose por sobre la inflación en vistas a recuperar un nivel adecuado para ese instrumento, que efectivamente eleve los pisos salariales”. Para ponerlo en perspectiva: para llegar al nivel adquisitivo que tenía el salario mínimo en 2015, el indicador debería alcanzar los 44.700 pesos en diciembre de este año, algo que no ocurrirá ya que los incrementos anunciados este lunes, estipulan que para ese entonces, el Mínimo Vital y Móvil llegue apenas a 32 mil pesos.

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La pérdida en los asalariados registrados

Algo similar aunque con mayor intensidad ocurrió con los ingresos de los asalariados registrados. De acuerdo a un informe elaborado por el Mirador de la Actualidad el Trabajo y la Economía (Mate) durante julio, los trabajadores registrados del sector privado en Argentina deberían ganar al menos 25 mil pesos más para alcanzar el nivel de poder adquisitivo que reunían previo a la asunción de Cambiemos.

Según el informe mensual que realizó en julio el centro de estudio que conduce el economista Sergio Arelovich, a dinero de hoy el salario privado registrado a fines de 2015 equivalía a 106.669 pesos. A fines de 2019, ese mismo indicador bajó a 83.363 pesos, y al momento del informe se encontraba en 81.465 pesos.

La foto mostró que en pesos constantes, es decir, convirtiendo todos los valores comparados a plata de hoy en día, los ingresos para quienes tienen un empleo privado en relación de dependencia son incluso más bajos respecto al fin del macrismo, pese a que en lo que va de la gestión de Alberto Fernández los salarios siguieron muy de cerca, apenas unos puntos por detrás, a la evolución de la inflación.

Esto desnudó que el crecimiento de ingresos a partir de paritarias sectoriales e incluso con revisiones posteriores, que lograron emparejar con la evolución de precios, no fueron suficientes para recomponer las pérdidas que sufrieron los bolsillos entre 2015 y 2019 (sobre todo durante los últimos dos años de esa etapa). Para lograr un nivel de ingresos equivalente al de 2015 en el sector privado registrado, los salarios deberían crecer un 31%. A los sueldos actuales le faltan poco más de 25 mil pesos para alcanzar los niveles que dejó el segundo mandato de Cristina Kirchner.

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