Economía

Carrera con obstáculos

El intento del gobierno por recuperar el poder de compra y lo que falta para ganarle a la inflación

Un estudio reveló que un trabajador del sector privado necesitaría ganar 25 mil pesos más para reunir el mismo poder adquisitivo que tenía a fines de 2015. Pese a continuas recomposiciones salariales los ingresos no logran superar el Índice de Precios ni recuperar lo perdido en los últimos seis años


Las trabajadoras y los trabajadores registrados del sector privado en Argentina deberían ganar al menos 25 mil pesos más para alcanzar el nivel de poder adquisitivo que reunían previo a la asunción de Cambiemos. Tras una estrepitosa pérdida en esos cuatro años, durante la gestión de Alberto Fernández se dio un considerable crecimiento salarial, pero que todavía no logró superar a los índices de inflación. En plena campaña electoral, el oficialismo exhibe repuntes en algunos sectores específicos y en un mercado laboral que parece recuperarse a partir de una mejora que prioriza lo cuantitativo, por sobre lo cualitativo.

Según el último informe del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (Mate) que conduce Sergio Arelovich, a dinero de hoy el salario privado registrado a fines de 2015 equivalía a 106.669 pesos. A fines de 2019, ese mismo indicador bajó a 83.363 pesos, y al día de hoy se encuentra en 81.465 pesos.

La foto muestra que en pesos constantes, es decir, convirtiendo todos los valores comparados a plata de hoy en día, los ingresos para quienes tienen un empleo privado en relación de dependencia son incluso más bajos respecto al fin del macrismo, pese a que en lo que va de la gestión de Alberto Fernández los salarios siguieron muy de cerca, apenas unos puntos por detrás, a la evolución de la inflación.

Esto desnudó que el crecimiento de ingresos a partir de paritarias sectoriales e incluso con revisiones posteriores, que lograron emparejar con la evolución de precios, no fueron suficientes para recomponer las pérdidas que sufrieron los bolsillos entre 2015 y 2019 (sobre todo durante los últimos dos años de esa etapa). Para lograr un nivel de ingresos equivalente al de 2015 en el sector privado registrado, los salarios deberían crecer un 31%. A los sueldos actuales le faltan poco más de 25 mil pesos para alcanzar los niveles que dejó el segundo mandato de Cristina Kirchner.

Un informe publicado durante junio por Mate, graficó la diferencia en la evolución de salarios versus precios durante los primeros diecisiete meses de Cambiemos y del Frente de Todos. Mientras que en el primer caso el crecimiento de los precios fue del 60% y el de los salarios fue apenas del 46%, durante esa primera parte de la gestión presidencial de Fernández se relevó un empate en 66% entre ambas variables, aunque luego la inflación se encargaría de frenar el avance de los ingresos.

Elaborado por Mate

En ese contexto, el gobierno nacional apostará a seguir por el sendero de la reducción inflacionaria para evitar que los precios pulvericen las recomposiciones salariales. Junio fue el cuarto mes consecutivo de (leve) baja en la inflación, y julio va camino a estirar esa racha. Mientras tanto algunas actividades, encabezadas por la industria y la generación de nuevos empleos, dan indicios de una posible recuperación económica, o al menos niveles que mejoren a los de 2019.

Una carrera pareja

Desde que comenzó el gobierno de Fernández, los precios acumulan un aumento de 72%, mientras que los salarios en el sector registrado privado crecieron 68%. Esos cuatro puntos porcentuales evidencian una carrera muy pareja, que había comenzado con los salarios creciendo por encima.

Esa leve diferencia refleja la complejidad del escenario económico actual. Desde el centro de estudios rosarino indicaron: “El crecimiento del salario real (que los salarios ganen a los precios) es condición necesaria para la reversión de la crisis económica iniciada durante el gobierno de Macri y profundizada por la pandemia”.

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Durante las últimas semanas los gremios más importantes terminaron por concretar reaperturas paritarias. Muchas de ellas fijaron nuevos porcentajes, más cercanos a la evolución de precios y en algunos casos adelantaron los aumentos escalonados para anticiparse a una derrota cantada.

En junio los precios aumentaron 3,2%, un valor muy elevado, y aunque se haya ubicado apenas por debajo de la inflación registrada en el mes anterior, determinó una leve baja por cuarto mes consecutivo, una tendencia que parecería extenderse cuando se de a conocer el Índice de Precios al Consumidor de julio.

La inflación interanual, luego de tocar un piso de 36% en noviembre de 2020, volvió a trepar por encima del 50% siete meses más tarde. Las expectativas oficiales estimaban un incremento de precios severo en los primeros meses del año, pero esperaban una evolución más favorable para esta altura del año.

Los ajustes de precios internos continúan a pesar de la fuerte reducción de la tasa de devaluación del peso respecto del dólar y del freno del crecimiento de los precios internacionales de los commodities.

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Actividad y empleo

Para que los salarios logren empardar con la inflación, el gobierno nacional comienza a desandar un camino de recuperación focalizado en determinadas actividades de la economía para la generación de nuevos puestos de trabajo.

Un grupo importante de sectores económicos se encuentran produciendo por encima de su nivel previo a la pandemia. La industria manufacturera, en mayo de 2021, tuvo un 25% más de actividad comparado con el mes de inicio de la pandemia. La construcción estuvo 17% por encima.

En el otro extremo, las actividades de la hotelería y gastronomía siguen sin repuntar, claro síntoma de que la pandemia continúa y de que las restricciones aún no permiten a estos sectores comenzar a despejar y abandonar los indicadores negativos. Desde el gobierno nacional consideran que el avance de la vacunación y la mejora en la curva epidemiológica irá de la mano con un mejor futuro para estos sectores.

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Entre el segundo trimestre de 2020 y el comienzo del segundo trimestre de 2021, se recuperaron 3,5 millones de puestos de trabajo de los 3,8 millones que se perdieron entre el primer y segundo trimestre del año pasado, producto de las restricciones más duras por la pandemia.

El empleo registrado (público y privado) fue el tipo de empleo que menos cayó en la pandemia. El salto se produjo por las actividades informales, donde se perdieron 3,5 millones de empleos en el segundo trimestre de 2020. Para el primer trimestre de 2021, la mayoría de esos empleos se recuperaron.

A su vez se observa un retraso en la recuperación del empleo formal en el sector privado. Luego de siete meses de crecimiento constante, en abril se produjo una caída del empleo como consecuencia de las medidas de distanciamiento dictadas en el marco de la segunda ola de la pandemia en nuestro país.

Actualmente, de los 260 mil empleos perdidos entre febrero y agosto de 2020, se recuperó sólo la mitad.

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Los datos reflejan una realidad donde los ingresos continúan corriendo desde atrás y en la que difícilmente puedan volver a recuperar un poder adquisitivo similar al que alcanzaron a fines de 2015. En tanto, y aún esmerilados por las consecuencias de la pandemia, los indicadores muestran lógicas mejoras tras un año olvidable, y en medio de una campaña electoral, el gobierno nacional apunta a una mejora en sectores troncales para la economía que decanten en una recuperación para mercado laboral. En este sentido, la apuesta parece ir, al menos en principio, por una reconstrucción cuantitativa de empleos para luego atender la variable cualitativa.

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