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Golpe en Arroyito

Pesadilla para una familia

Aprovecharon el ingreso del auto al garaje para reducir a un matrimonio y sus pequeños hijos. Huyeron tras dejarlos maniatados llevándose 13 mil pesos, alhajas de oro, electrodomésticos, una pistola y el vehículo de las víctimas.


“En ese momento me sentí un perro. Una basura. Como que mi vida y la de mi familia no valía nada”. Así describió Abel C. la pesadilla que vivió durante la madrugada de ayer en su vivienda de Arroyito, cuando se levantó a abrirle el portón a su esposa y se metieron cuatro hombres armados en su casa, que los redujeron y se llevaron dinero, alhajas, electrodomésticos y hasta el auto de la familia.
El asalto ocurrió a las dos de la madrugada de ayer en una vivienda ubicada en Cordiviola al 900 bis, en la zona norte, donde la familia vive hace dos años. Abel, de 35 años y personal civil del Ejército, relató a El Ciudadano que todo ocurrió muy rápido, al tiempo que agradeció a Dios que ni su esposa ni sus hijos pequeños resultaron heridos.
“Minutos antes de las dos, mi mujer me llamó para que le abriera el portón. Yo lo abrí y me volví a la habitación porque hacía frío, y ahí escuché voces”, relató el hombre. En ese momento, su esposa Silvina R., de 30 años, era “encañonada” cuando descendía de su vehículo, un Volkswagen Voyage blanco modelo 2011.
“Al sentir voces fui de vuelta al garaje y ahí un tipo me apuntó con un arma en la cabeza y me gritó que me agachara. Lo único que recuerdo es que veía de las rodillas para abajo. Estaban los cuatro armados y a mi señora la tiraron al piso boca abajo igual que a mí”, continuó Abel.
El hombre dijo que tras atarles las manos con cordones, lo primero que les pidieron fue dinero, y que sin ninguna resistencia les indicó a los ladrones el lugar donde guardaba sus ahorros, 13 mil pesos que tenía destinados a construir una habitación en la planta alta. “Se manejaron con total tranquilidad. Yo les dije que se llevaran todo lo que quisieran porque en lo único que pensaba era en mi esposa y mis hijos que estaban dormidos”, dijo Abel en relación con la nena de 2 años y al nene de 9.
En un lapso de 15 minutos, el cuarteto se llevó televisores LCD, play station, alhajas de oro, y hasta una pistola calibre 11.25 que era una reliquia de su abuelo militar. El botín lo completaron con dinero en efectivo y el Volkswagen Voyage sobre el que ya pesa un pedido de secuestro.
“Hay distintas versiones, algunos dicen que puede haber sido un robo al voleo, y otras sobre que fue una batida, porque estamos por edificar”, especuló Abel, quien imaginó a los delincuentes escondidos en un volquete ubicado frente a su vivienda, sobre un edificio en construcción, antes de dar el golpe.
“Es la primera vez que me roban. Lo único que le pedí a Dios fue por los chicos y por mi señora. En ningún momento les mentí. Vivo en una casa vieja que de a poco voy remodelando. No soy una persona de plata. Mi señora está sin trabajo y yo trabajo todo el día como personal civil de Ejército a la mañana, y en una obra social de tarde”, concluyó el hombre.
El hecho ocurrió en jurisdicción de la seccional 9ª y es investigado por la fiscalía de Flagrancia y Turno.

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