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Exclusión

Peón de taxi fue preso por abusar de su ex mujer

Una madre de 37 años y sus dos hijas de 7 y 12 vivieron una pesadilla que duró casi un día entero. El acusado no debía acercarse al lugar.

Una madre de 37 años y sus dos hijas de 7 y 12 vivieron una pesadilla que duró casi un día entero, cuando el ex concubino de la mujer, un peón de taxi de 33 años que dos semanas atrás había sido excluido del hogar por denuncias de violencia, desatendió la orden de restricción y mantuvo a toda la familia privada de la libertad. Una de las niñas logró escapar de su casa de Villa Gobernador Gálvez y avisar a los vecinos, que llamaron a la Policía. Cuando los uniformados ingresaron a la vivienda lograron detener a César Miguel V., quien intentó resistirse con un arma blanca. El hombre fue imputado de abuso sexual agravado, privación ilegítima de la libertad, lesiones y desobediencia de mandato judicial. Es que, según denunció su ex mujer, durante las horas de tormento la amenazó con un cuchillo, la maniató con precintos plásticos a la cama y la obligó a mantener relaciones sexuales, entre otros abusos a los que fue sometida.

Fuentes policiales informaron que el hecho ocurrió en una vivienda de barrio Giglione, ubicado en la zona oeste de Villa Gobernador Gálvez, donde ya se habían presentado dos semanas antes para dar cumplimiento a una exclusión del hogar que no les fue fácil. Según un vocero del caso, el pasado 6 de junio efectivos policiales se presentaron a una  humilde vivienda de material con una orden judicial para excluir del hogar al peón de taxi, luego de que su concubina M. P. radicara una denuncia por malos tratos. En esa oportunidad, los uniformados dijeron que, si bien no debieron utilizar la fuerza, fue muy difícil cumplimentar la orden, y dialogaron una hora con el imputado, quien finalmente se mudó a la casa de sus padres.

La situación pareció volver a la normalidad hasta la noche del miércoles pasado, cuando el hombre ingresó por la fuerza la vivienda con intenciones de quedarse, y mantuvo encerrada a la familia y a su mujer maniatada con precintos plásticos a la cama, hasta la tarde del jueves, cuando la niña de 12 logró escapar por un patio trasero y pedir auxilio.

Cuando la Policía ingresó al domicilio había un silencio imperante, dijo un vocero, quien agregó que luego de dar la voz de alto vio salir semidesnuda a la mujer y se topó con el imputado en el dormitorio, completamente desnudo, que les recriminaba: “No se puede tener sexo tranquilo”. Más tarde, tras su detención, la mujer dijo que su agresor le cortó los precintos apenas ingresó la Policía, además de relatar los tormentos a los que había sido sometida desde su ingreso a la casa.

El taxista, un hombre robusto de un metro ochenta que no cuenta con antecedentes penales, quedó alojado en la subcomisaría 18ª de la localidad de Pérez. Entre los objetos secuestrados figuran cuatro precintos de color blanco, una pinza, un cable negro y una cuchilla, elementos que la víctima reconoció como los utilizados para amenazarla y retenerla. También fue incautada documentación, entre la que se encontraba el carné del servicio público que conducía.

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