Policiales

Barrio Molino Blanco

Pedirán 28 años de prisión efectiva para dos hombres por feroz ataque que dejó dos víctimas fatales

Miguel ”Ojudo” López y Diego Aguirre están acusados de haber disparado al menos 17 a Jonatan Schneider, de 31 años, en la tarde del domingo 4 de septiembre del año pasado. Dos de las balas acabaron con la vida de Graciela Carrizo, de 57, quien estaba en una plazoleta con sus nietas


Graciela Carrizo era una respetada referente social del barrio y de la zona sur.

Un fiscal adelantó este viernes que pedirá 28 años de prisión para los dos imputados por un doble crimen cometido en Rosario el año pasado, en un hecho motivado en un conflicto interpersonal que derivó en el asesinato de la víctima apuntada y el de una mujer que tomaba mates en una plaza junto a sus nietas, informaron fuentes judiciales.

El fiscal a cargo de la investigación, Gastón Ávila, adelantó en una audiencia preliminar al juicio el pedido de pena para Miguel Ángel “”Ojudo”” López y Diego Fernando Aguirre. Ambos llegarán al proceso oral imputados por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego en concurso real con la portación ilegítima, en dos casos”, precisaron las fuentes.

Según informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA), la jueza penal Valeria Pedrana tuvo por formalizada la audiencia, aceptó las pruebas ofrecidas para rendir en el juicio y admitió la acusación del fiscal.

El doble crimen que irá a juicio –la fecha aún no está prevista– tuvo lugar en Juan Pablo II entre Bermúdez y pasaje 544, en el extremo sur de la ciudad, donde la colectora continúa en un tramo de tierra. Allí, según la Fiscalía, en la tarde del domingo 4 de septiembre del año pasado los acusados emprendieron un feroz ataque a balazos que dejó dos víctimas fatales, Jonatan Schneider, de 31 años, y Graciela Carrizo, de 57 años, utilizando para ello al menos dos armas de fuego”.

De acuerdo el fiscal, Schneider circulaba esa tarde en bicicleta cuando López y Aguirre lo vieron, dejaron que pasara y luego le dispararon al menos 17 veces por la espalda. La teoría del caso apunta a que el motivo del crimen fue una disputa que López mantenía con Schneider. Pero como consecuencia de la balacera también fue alcanzada por dos disparos Carrizo, una referente social del barrio Molino Blanco, integrante del Centro Cultural Unión Sur y del Movimiento Evita, cuando tomaba mates y cuidaba a sus nietas en la plazoleta que está en el espacio verde entre el terraplén de Circunvalación y Juan Pablo II. El fiscal

Ávila reconstruyó que Carrizo alcanzó a proteger a sus nietas, pero no pudo refugiarse de una bala que le dio en el cuello y otra en el cráneo. Y testigos afirmaron que había otras familias en el lugar, que se refugiaron como pudieron.

Schneider, a quien iba dirigido el ataque, murió en el lugar a causa de los disparos, mientras que a Carrizo la alcanzaron a llevar con vida al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, pero no pudieron salvarla.

El fiscal considera probado que los dos atacantes efectuaron disparos hacia las víctimas, y los acusa de homicidio agravado, por lo que adelantó que en el debate oral solicitará al tribunal una pena de 28 años de prisión de cumplimiento efectivo.

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