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Pasará nueve años en la cárcel por el crimen de su ex pareja

La joven fue encontrada culpable del homicidio de Nelson Ramón, con quien habían mantenido una relación


Una chica de 21 años fue condenada a 9 años de prisión luego de ser encontrada culpable del homicidio de su ex pareja. El hecho ocurrió en noviembre de 2011 en la localidad de Capitán Bermúdez, durante una discusión que se generó luego de que la víctima, identificada como Nelson Ramón Dorales, de 21 años, le confesara a la acusada que planeaba volver con su ex esposa. El juez de Sentencia de la 7ª Nominación entendió que los elementos probatorios reunidos en la causa fueron suficientes para demostrar con certeza la intensión criminal de la joven, quien dio muerte a su ex novio de una puñalada. Además, el magistrado desestimó que el alcohol ingerido por la chica le hubiera impedido comprender la criminalidad de sus actos.

Mariángeles Leguizamón mantuvo durante nueve meses una relación amorosa con Nelson Ramón Dorales, ambos de 21 años. Si bien después de este tiempo el vínculo entre ambos se había degradado e incluso se habían distanciado, los jóvenes continuaron viéndose en algunas ocasiones.

De acuerdo con la causa, el 29 de noviembre de 2011 no fue la excepción. Ese día, Dorales visitó a Leguizamón en la casa de la muchacha, ubicada en José Hernández al 200 de Capitán Bermúdez. Durante su estadía en el lugar, que se extendió durante todo el día, los dos bebieron alcohol. Caída la noche, la víctima se dispuso a irse del lugar, pero antes de hacerlo le confesó a la joven que pretendía reconstruir la relación con su ex esposa. Esto generó la reacción de la acusada, que incluyó mordiscones, golpes y una lucha con el fin de retener al hombre. La pelea se movilizó por los distintos ambientes de la casa. Sillas y vajilla volaron por los aires hasta que Dorales recibió una puñalada en el cuello que le causó la muerte.

Al arribo del personal policial, Leguizamón –que se encontraba en la puerta junto a la víctima– dijo que era la novia de Dorales y sostuvo que habían ingerido alcohol. La joven reconoció que habían discutido, aunque aseguró que el muchacho se había efectuado a sí mismo el puntazo que presentaba en la yugular con un cuchillo que ella llevaba en sus senos. Sin embargo, al momento de la indagatoria cambió la versión. En dicha oportunidad, Leguizamón afirmó que ambos pelearon, que trabó el portón de salida con el pie para que el hombre no se fuera, momento en que la víctima la incitaba a que lo lastimara con un cuchillo que llevaba en sus manos, incluso hacía fuerza para llevar el arma hacia él, hasta que se lo clavó, refirió la declarante.

Ante las contradicciones en los relatos, el juez José Luís Mascali descartó la versión de la acusada y valoró el resto de las pruebas. El magistrado consideró que no hubo contradicciones en que la muerte se produjo por una puñalada, que el cuchillo con el que se realizó estaba en poder de la acusada y que por la dirección que presentó la herida (de arriba hacia abajo) la víctima jamás se pudo haber clavado solo el cuchillo.

Para el juez, resulta difícil sostener que la acción se haya desarrollado de manera fortuita, como afirma la imputada, quien tenía un móvil para matarlo. “Ella misma dijo en varias oportunidades que se puso histérica cuando se enteró que Dorales se iba y volvería con su mujer y por ello es que toma un cuchillo que tenía debajo del colchón de su cama con el fin de que no se fuera o de vengarse por su determinación”, sostiene el fallo.

Mascali desechó la eximente de inimputabilidad por ebriedad planteada por la defensa y tomó en cuenta el informe médico legal efectuado tres horas después del hecho, que afirma que la acusada estaba orientada en tiempo y espacio y que su relato es coherente. Además, entendió que la prueba valorada en su conjunto no deja dudas de la autoría y responsabilidad de la acusada y condenó a Mariángeles Leguizamón a la pena de 9 años de prisión.

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