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Pasar los 100 años también está en el ADN

Un conjunto de variaciones genéticas permite predecir con 77 por ciento de éxito si una persona tiene posibilidades de vivir más de 100 años, según unos estudios que abren la vía a una mejor comprensión y prevención de enfermedades como el Alzheimer.

“Este estudio significa un paso importante en nuestra comprensión de la genética de la longevidad excepcional además del envejecimiento”, afirmó Paola Sebastiani, profesora de Bioestadística de la Universidad de Boston, y principal coautora de esta investigación publicada ayer en la revista británica Science.

El estudio muestra que la genética juega un rol clave en las personas que viven hasta 100 años y más. Sin embargo, no minimiza la influencia de factores ambientales o de modos de vida.

Luego de analizar el genoma de más de mil personas de 100 o más años, estos médicos y estadísticos descubrieron 150 características genéticas particularmente frecuentes en quienes tienen una longevidad excepcional en comparación con el resto de la población.

A partir de estos 150 signos, los investigadores elaboraron un modelo informático de previsión, con 77 por ciento de exactitud, que muestra como “los datos genéticos solos permiten predecir la longevidad excepcional”.

Los centenarios –una persona en seis mil en los países industrializados– son un ejemplo ideal del envejecimiento ya que desarrollan enfermedades relacionadas a la edad como el cáncer, las afecciones cardiovasculares y la demencia bastante después de los 90 años, destacan los autores de esta investigación. La esperanza de vida media es de aproximadamente 80 años.

“Este método analítico podría ser útil para la prevención y la detección de numerosas enfermedades así como para determinados tratamientos”, afirmó el profesor Thomas Perls, especialista en geriatría en la Universidad de Boston y coautor de los trabajos.

El equipo de investigadores logró separar diecinueve características genéticas específicas relacionadas a la longevidad excepcional que caracterizan al 90 por ciento de los centenarios examinados.

Pero los autores del estudio se sorprendieron al constatar que los centenarios tienen tantas variaciones genéticas que los predisponen a padecer más enfermedades que las demás personas.

Entonces la longevidad se explicaría por la presencia de estas 150 variantes genéticas que parecen neutralizar a los genes, lo que hace crecer el riesgo de padecer enfermedades. Hasta ahora se creía que era la ausencia de genes que predisponen a las enfermedades lo que favorecía a la longevidad.

De todas formas este modelo tiene sus límites, pues en el 23 por ciento de los casos no permite predecir si alguien vivirá más de 100 años. Esto se debe, según los investigadores, a que también influyen los factores ambientales y el modo de vida de la persona.

“Es un puzzle genético muy complejo”, observa Perls, y agrega que la ciencia aún está lejos de entender cómo funcionan esos genes.

Estos trabajos podrían abrir la vía a la creación de terapias preventivas que permitirían a las personas envejecer mejor manteniéndose con buena salud por más tiempo.

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