Ocho policías, entre ellos el subjefe de una comisaría, fueron pasados a disponibilidad por el arresto irregular de tres menores, ocurrido en los primeros minutos del lunes pasado en la ciudad de Santa Fe. Los uniformados prestaban servicio en las seccionales 1ª, ubicada en Primera Junta al 2440 y la 3ª, de Lavalle al 3400, de la Unidad Regional I, y quedaron detenidos por orden de la jueza de Instrucción Susana Luna. La pesquisa la llevó adelante la dirección provincial de Asuntos Internos, quien sigue en el caso, ya que investiga una denuncia hecha por presuntos apremios contra los tres muchachos y también por hurto, ya que los pibes dijeron que les quitaron el dinero que habían juntado por limpiar vidrios.
El incidente se inició el pasado domingo por la noche, cuando un vecino del barrio Candioti, ubicado en el centro de la capital provincial, llamó al 911 y denunció que había varios jóvenes en actitud sospechosa frente a vidrieras de varios comercios. Ante esto, se dio aviso a patrulleros que recorrían la jurisdicción de las comisarías 1ª y 3ª. Como un móvil de esta última seccional estaba más cerca, acudió al llamado más rápido y detuvo a tres muchachos, dos de 15 y otro de 17 años. El trío de muchachos, que duermen en el Centro de Permanencia Transitoria para Niños y Adolescentes “El Refugio”, fue llevado hasta la comisaría 3ª, tras comprobar que el hecho denunciado al 911 era bajo su jurisdicción.
En el lugar estuvieron algunas horas, hasta que fueron dejados en libertad. Pero recién entraron nuevamente en El Refugio a la mañana siguiente, ya que para poder dormir en el lugar debían llegar antes de la 1.
En la mañana del lunes contaron lo sucedido la noche anterior, cuando estaban en barrio Candioti y fueron detenidos por policías y llevados hasta la seccional, donde fueron golpeados y, según dijeron, picaneados. Ante esto, personal del Centro de Permanencia Transitoria radicó una denuncia en la delegación centro norte de la dirección provincial de Asuntos Internos. Los pibes fueron revisados por un médico policial, quien al parecer no constató lesiones, al menos de manera visible. Los pesquisas se encontraron con que el procedimiento fue asentado en el libro de guardia de la comisaría, pero nunca se dio aviso a sus progenitores o las personas que tienen la tutela de los menores, quienes fueron liberados durante la madrugada, lo que constituye una falta grave.
En los primeros días de la semana, el jefe de la Unidad Regional I solicitó un informe sobre lo sucedido en la seccional 3ª, y dispuso el pase a disponibilidad de manera preventiva de tres uniformados, el subjefe de la seccional, comisario N. F.; y dos suboficiales, identificados con las iniciales R. F. y J. M.
Mientras, en presencia de personal de la dirección de Derechos a la Niñez y Adolescencia y de responsables de El Refugio, los tres menores declararon en sede judicial, donde relataron que fueron detenidos cuando estaban en una esquina de barrio Candioti, juntando unas monedas a cambio de limpiar vidrios. Uno de los pibes se habría negado a ser revisado por los agentes, por lo que los tres fueron golpeados en plena calle, esposados, metidos en un patrullero y llevados a la comisaría. En la seccional, según dijeron los pibes, fueron nuevamente golpeados y picaneados y afirmaron que también les quitaron las monedas que habían juntado esa noche, 15 pesos. Un médico policial revisó a los tres jóvenes ese lunes, pero no pudo constatar lesiones, al menos de manera visible.
En tanto, por orden del el Juzgado de Instrucción de la 4ª Nominación de Rosario, a cargo de Susana Luna, se pidió la grabación de la llamada entrante en la noche del domingo al sistema 911; también el recorrido de los patrulleros de las seccionales 1ª y 3ª, que cuentan con GPS y se secuestró el libro de guardia de ambas comisarías.
En el marco de la investigación fueron citados a declarar todos los policías que estuvieron de guardia la noche del domingo y madrugada del lunes en las comisarías 1ª y 3ª y también dos agentes de la seccional 25ª, de barrio El Pozo, ya que según el sistema GPS también estuvo en el lugar donde fueron detenidos los tres pibes.
Por orden judicial, dos agentes de la seccional 1ª, J. A. y J. G., que acudieron en un móvil al lugar donde fueron detenidos los pibes, fueron detenidos el miércoles por la tarde. Y al día siguiente fueron arrestados el cabo A. R., y los agentes S. Y. y A. A. (mujer), quienes prestaban servicio en la comisaría 3ª. Los ocho uniformados (seis de la comisaría 3ª y dos de la 1ª) fueron pasados a disponibilidad y están siendo investigados por el Juzgado de Instrucción de la 4ª Nominación de Rosario, a cargo de Susana Luna.
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