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Paraguay, una cuña en la región

Lugo sufría intentos desestabilizadores desde pocos meses después de asumir.

La destitución exprés y polémica de Fernando Lugo obedeció principalmente a una pulseada doméstica por el poder en Paraguay, pero también profundizó tendencias en una región que no tiene el mismo vigor político y económico del pasado reciente. Una de las preguntas sin respuesta que surgió al ver la caída de Lugo es si el desenlace hubiera sido el mismo con Néstor Kirchner en vida –al morir era titular de la Unasur–, con Lula Da Silva en el poder y Hugo Chávez en plenitud física.

Lugo venía sufriendo intentos desestabilizadores desde pocos meses después de haber llegado al poder. Por eso, el choque entre campesinos y policías durante el desalojo de un campo tomado al norte de Asunción sirvió como detonante para una acción de pinzas entre el Partido Liberal y el Colorado. A los pocos días de asumir, en abril de 2008, el entonces vicepresidente Federico Franco tomó distancia de su compañero de fórmula al considerar que no era tenido en cuenta en las decisiones de gobierno.

Ya en la Cumbre de la Unasur, que se celebró en mayo de 2010 en la localidad de Campana, los presidentes del bloque sudamericano habían expresado preocupación por la situación de Paraguay, aunque evitaron un pronunciamiento público. En esa reunión y tras un trabajoso acuerdo con Uruguay que lo resistía por el caso Botnia, Kirchner fue consagrado como primer secretario general del bloque. Ante aquella inquietud regional, el santacruceño decidió que su primer viaje en el cargo fuera a Asunción, donde se entrevistó con Lugo y con las autoridades del Congreso paraguayo.

Ciclos

No sólo en Paraguay la economía evidencia un proceso de desaceleración, aunque la Cepal mantuvo la estimación de crecimiento regional para 2012 en 3,7 por ciento. En la Argentina esa contracción también está teniendo consecuencias políticas y acaba de hacer eclosión con la ofensiva del titular de la CGT, Hugo Moyano, contra el gobierno. A diferencia de Lugo, Cristina Kirchner tiene una estructura política donde apoyarse y la institucionalidad no corre peligro.

Los gobernantes de la Unasur, donde conviven radicales, moderados y conservadores, reaccionaron desconociendo al nuevo presidente Federico Franco, aunque es difícil que el proceso tenga vuelta atrás porque el propio ex mandatario la aceptó.

Lo que queda en el caso de Paraguay es ver cómo lidian las administraciones sudamericanas con un vecino indeseado. Es posible que este desconocimiento se mantenga hasta que Paraguay elija nuevo presidente en abril de 2013, pero el hecho de que un gobernante no llegue a concluir su mandato es un mal antecedente y la cuña ya fue hendida.

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