“No tenemos un movimiento nacional de rock colombiano: hay muchas bandas pero no hay un sello distintivo, algo que se escuche y se comprenda que viene de nuestro país”. Las palabras son del cantautor y guitarrista colombiano Julián Sánchez, quien estuvo en Rosario promocionando su formación Julian’s Fire con la que ansía volver para tocar.
Oriunda de Bogotá, la formación fundada en 2010 retoma las influencias del rock clásico y, con claras insinuaciones al rock argentino, plantea un camino propio que se sostiene sobre la idea de pensar la música como un medio para comunicar e influir en la realidad para tratar de modificarla.
A Rosario llegó como parte de una gira de promoción que también incluyó Buenos Aires, Viña del Mar, Valparaíso y Santiago de Chile, y que buscó dar a conocer su primer disco homónimo.
“La Argentina es el norte de todo músico en el mundo. Si es rockero mucho más, porque el rock de ustedes influyó muchísimo en toda la corriente latinoamericana”, opinó Sánchez en una entrevista íntima con El Ciudadano.
Si bien el líder de la formación reconoce una multiplicidad de influencias, dice que a su ADN artístico el rock de estas pampas lo influenció “enormemente” en su forma lírica. “En Colombia el compositor es muy explícito; acá tienen un sello, generaron un movimiento nacional que a nosotros nos gusta mucho”, contó.
En su primer disco Julian’s Fire propone un compendio de canciones que atraviesan temáticas universales y; para no quedarse a mitad de camino y lograr su objetivo máximo de llegar a públicos heterogéneos, la propuesta se materializa en un disco doble con canciones en español e inglés.
“En la cuestión lírica siempre vi la música como algo más que simplemente una expresión artística en el sentido más rígido”, contó Julián Sánchez. Y destacó: “Para mí la música es un medio de comunicación y en ese sentido me siento con una responsabilidad social enorme de comunicar lo que veo a mi alrededor”, dijo quien además de músico aspira a convertirse en abogado antes de fin de año.
“Me parece que es necesario que el arte se nutra de los acontecimientos que van pasando en el mundo. No por ser rockero –continuó el músico– tengo que ser un escéptico que no pueda componerle al amor cuando estoy enamorado. Pero no puedo quedarme en esa línea porque el mundo sigue y uno no está en constante felicidad. Hay cuestiones híperglobalizadas como el cambio climático que son muy importantes y que me tocan fuerte. Yo creo que el arte nutre la sociedad y puede hacerse permeable a alguna cuestión. Por eso los artistas debemos tener responsabilidad social”.
Con un pulso que la asimila, no sólo en rasgos sonoros sino también estéticos, a la banda que comanda Adrián Barilari, Rata Blanca, para Sánchez la banda de heavy metal porteña es una autoridad en la materia y contó cómo fue compartir, este año, escenario con él. “En febrero estuvimos con Barilari cantando en Bogotá. Hicimos un show grande y a él le gustó lo que hacemos. Es como nuestro primer amigo grande internacional que se alía a los colombianos y que, de algún modo, le gusta la manera de ver las cosas y de accionar sobre la realidad que tenemos”, confió el músico, quien ya se encuentra trabajando en su segundo disco de estudio.
El mito del Ave Fénix es un sello distintivo con el que la banda se siente identificada. “Si tuviera que describir Julian’s Fire en pocas palabras –contó su líder– hablaría de pasión, fuerza y energía. Se nos hace interesante la manera en que un sujeto puede volver de las cenizas. La alegoría del Ave Fénix es que de esa experiencia traumática las personas adquieren muchísima fuerza. La filosofía de la banda es tratar de darlo todo y, por muy grave que se vea el asunto, buscar sobrepasarlo con más fuerza. Estamos convencidos de que la perseverancia puede conducirnos al éxito”.
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