Edición Impresa

Central: Para ocuparse

Reinaldo Merlo deberá trabajar en lo táctico para revertir el mal arranque de su equipo.

Reinaldo Merlo deberá empezar a poner la casa en orden. Ya que si no lo hace, Central se alejará cada vez más del objetivo trazado a principio de temporada. El entrenador tendrá la obligación, en el corto plazo, de conformar un equipo. Porque verdaderamente este  conjunto de Merlo, no se sabe a qué juega, más allá de los dos puntos que cosechó hasta aquí. En las primeras tres presentaciones del canalla en el torneo de la Primera B Nacional solamente quedó como positivo la figura de su arquero, Jorge Broun, quién fue el responsable absoluto de que Central haya cosechado un punto en Córdoba y no perdiera en forma más abultada ante los tucumanos.

La dirigencia canalla le brindó al entrenador un sin fin de posibilidades a la hora de conformar el plantel para hacerle frente al campeonato. A tal punto que contrataron a once futbolistas para que Mostaza elija entre éstos, más los jugadores que se quedaron de la última temporada en la primera división. A pesar de la gran cantidad de materia prima el técnico aún no ha podido conformar un equipo.

Merlo probó dos esquemas hasta aquí, frente a San Martín de San Juan y en el último encuentro, el entrenador diagramó un: 3-5-2 y frente a Belgrano puso el tradicional sistema 4-4-2. Hasta ahora el mejor funcionamiento del equipo se vio en los primeros 20 minutos del encuentro ante el Pirata. Pero a pesar de esto Mostaza no eligió el mismo sistema para jugar ante el equipo de Carlos Roldán, ya que en la derrota del pasado sábado Central jugó con tres hombres en el fondo y con cinco volantes. Y esto no es un dato menor, ya que los tres defensores que paró el técnico no están acostumbrados a jugar con línea de tres.  Merlo fracasó en el dibujo táctico y perdió el duelo ante un conocedor de la categoría como es el entrenador de los tucumanos.

En cuanto a los jugadores el entrenador solamente hizo un cambio de nombres en la formación inicial para los tres partidos. En los dos primeros mostró a los mismos once y en el último dispuso el ingreso de Cristian González por Jonatan Gómez. Merlo fue recurrente en volver a poner a los mismos jugadores más allá de las flojas actuaciones de la mayoría de sus dirigidos.

Otras de las determinaciones del entrenador que no dio resultado es la posición que ocupa Nahuel Valentini jugando como defensor por el sector derecho. Valentini, si bien es diestro, sufrió más de la cuenta en los tres encuentros.

Pero sin duda la mayor falla que mostró este equipo se vio en la mitad de la cancha. Merlo hasta aquí no supo encontrar el funcionamiento en este sector del campo de juego. Mario Paglialunga fue el jugador al cual más le costó acomodarse en el equipo y pagó en demasía la falta de coherencia táctica del entrenador.

Lo que nunca probó

Tal vez una posible solución sea jugar con el esquema que utilizan la mayoría de los equipos de esta divisional, el tradicional 4-4-2. Y este dibujo es factible de utilizar, ya que Merlo cuenta con los jugadores indicados para hacerlo. Roberto Guizasola y José Shaffer son dos marcadores de punta que le brindarían al equipo una salida constante por los costados. Más allá que el entrenador no podrá contar para los próximos dos encuentros con el peruano quien se va a la selección.

En la mitad de la cancha Paglialunga podría hacer una buena sociedad con Diego González, mientras que por los costados Martín Rivero y el Kily le darían vértigo a las bandas.

Lo cierto y concreto es que Reinaldo Merlo deberá a partir de esta tarde, cuando vuelvan a entrenar, acomodar las piezas y sobre todas las cosas apuntalar una idea de juego. Porque hasta aquí es difícil de dilucidar a qué juega el Central de Mostaza.

Comentarios