Dirigentes sindicales, empresarios y funcionarios del Ministerio de Trabajo de la Nación se aprestan a debatir un incremento del salario mínimo, vital y móvil (SMVM). Tanto la CGT como la CTA coincidieron en la necesidad de una urgente actualización, mientras los hombres de negocios esperan sentarse a la mesa y ver todas las cartas, aunque anticiparon que la oferta de suba rondaría el 25 por ciento. La central que conduce Hugo Moyano pidió de movida un incremento de alrededor del 40 por ciento. El sector de la CTA que lidera Hugo Yasky dijo que llevaría al Consejo del Salario una propuesta en conjunto con la CGT. La puja distributiva, como dijo el ministro Carlos Tomada, promete “mucha conversación” entre las partes para encontrar un punto de equilibrio. Los representantes sindicales anticiparon que también debatirán con las patronales una elevación del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias y un aumento de la Asignación Universal por Hijo.
El salario de referencia para los trabajadores en relación de dependencia se ubica hoy en 1.840 pesos por mes. Un estudio realizado por el Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (Cifra), referido a la actualización del salario mínimo, determinó que para recuperar la capacidad adquisitiva que este tenía en agosto del año pasado (al momento de su incremento a 1.740 pesos), hoy debería aumentarse a 2.320. Al mismo tiempo el informe advirtió que dado el aumento mensual del índice de precios, para recuperar la capacidad adquisitiva del salario respecto de agosto del año pasado y mantenerla a agosto de 2012 el SMVM debería trepar a los 2.830 pesos.
Según Cifra, el salario mínimo tuvo un notorio incremento en términos reales desde 2003 –se calcula en más de 800 por ciento–, y en 2008 llegó a duplicar el poder adquisitivo que tenía en el ocaso de la convertibilidad. De todos modos, a partir de 2007 sus aumentos reales resultaron más limitados por el incremento de los precios al consumidor.
Un aumento en el SMVM beneficiaría a los empleados formales en relación de dependencia. No entrarían los que trabajan en negro; tampoco los monotributistas y autónomos. El último anuncio oficial sobre el alza fue en agosto de 2010, cuando pasó de los 1.500 a 1.740 pesos y los 1.840 actuales desde enero de este año.
Empleo y salario
Consultado por este diario, José Testoni, secretario general de la CTA Santa Fe, sostuvo: “Hay que reivindicar el proceso de reindustrialización del país, que es la base de la generación de empleo, lo que permite una más justa distribución de la riqueza. El trabajo es la mejor receta para la inclusión social y, en este sentido, va la fijación de un salario mínimo, que debe ser actualizado porque hay incrementos reales en la canasta básica de alimentos que afectaron el valor nominal del salario”.
Para Testoni, la discusión dependerá de la correlación de fuerzas. “Para detener la inflación no hay que planchar el salario o enfriar la economía, como recomienda una mirada ortodoxa. Hay que atender la situación del mercado interno y romper con la monopolización en la oferta de productos de consumo masivo. Tiene que haber un mayor control estatal de los precios”, consideró.
“Otra de las herramientas es la elevación del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias para desacoplar la inflación. Entre 2001 y 2005 no hubo modificación de ese impuesto. Luego la evolución de los salarios fue similar a la inflación y muchos trabajadores, con sueldos al borde del costo de la canasta, fueron alcanzados por este impuesto”, dijo Testoni.
“Un problema de concepción”
El abogado laboralista Horacio Zamboni, asesor legal del Sindicato de Aceiteros de Rosario, sostuvo que el salario mínimo debe calcularse a partir del artículo 116 de la ley de Contrato de Trabajo, referido al salario mínimo, vital y móvil. “En 1945, en el gobierno de (Juan Domingo) Perón, primero se producía ese cálculo y luego se les daba un plazo a las empresas para que se adapten a este punto de partida de la distribución del ingreso nacional”, indicó Zamboni.
Según el último cálculo realizado por el Centro de Investigación de la Facultad de Ciencias Económicas de Buenos Aires, en base al Contrato de Trabajo, el salario mínimo actual debería ser de 5.500 pesos, cifra que los empleados aceiteros pelearán en la futura paritaria con los gigantes del agronegocio.
“No sólo esta cifra está lejos de las estimaciones que se hacen de cara a la nueva discusión del haber mínimo, sino que se equivoca el procedimiento. Es un problema de concepción. Ese debe ser el punto de partida y después discutir las negociaciones colectivas en paritarias. Además tampoco se calculan las ganancias de las empresas para tener una referencia del salario. Los empresarios se quejan por el pedido de aumento pero no muestran los balances”, dijo el abogado laboralista.
No obstante, Zamboni destacó que desde el gobierno de Néstor Kirchner hubo una recuperación del salario “que no se puede negar”. Y agregó: “En la crisis de 2001 el salario mínimo era de 200 pesos. Desde el 2003 se volvió a convocar al Consejo del Salario”.
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