Espectáculos

Para el verano, Revistísima

Todos los sábados en el Teatro Mateo Booz, a sala llena,  se produce el regreso de "Revistísima", en esta reposición con el condimento de la presencia de  Juan Junco, y con su mayor capital que es el talento y la simpatía de Gachy Roldán.

Foto de Leonardo Vincenti

Por Miguel Passarini
Lograr que un espectáculo sea exitoso en la cartelera local suele ser una tarea compleja, incluso muchas veces imposible e indescifrable. Pero lograr que un espectáculo se reponga en verano tras una temporada  muy exitosa, y que cada sábado, con orgullo, deba colgar el vendito cartel de “localidades agotadas”, es casi una proeza. Algo así sucede desde hace dos semanas con el regreso de Revistísima que, con cambios en el elenco y en la puesta, se presenta todos los sábados, a las 22, hasta mediados de marzo, en la sala Mateo Booz (San Lorenzo 2243), con dirección general y producción de Manuel Cansino, quien a partir de este trabajo, y luego de un década de transitar el género, alcanzó un nivel que nada tiene que envidiarle a las revistas que se montan en Buenos Aires, Mar del Plata o Carlos Paz.
Entre las particularidades del regreso de Revistísima, y en medio de la consolidación de un equipo de grandes figuras de la escena local como Gachy Roldan y el Negro Moyano (quien reemplazó por dos funciones a Mario Vidoletti en el rol del capocómico), a los que suman la vedette Ania González y los cantantes Marcelo Barbosa y Andrea Fabani, la presencia del periodista de espectáculos Juan Junco (entre otros espacios y participaciones, conductor de Escenario mercenario, que se emite por Canal 3), aparece como una de las revelaciones.
Si algo le faltaba al histriónico conductor y periodista que también tuvo su paso por la pantalla de Cablehogar, era pisar un escenario, tarea que resuelve con solvencia y naturalidad, con participaciones en el tradicional sketch y hasta con un monólogo propio (ver aparte).
“A la revista llego porque hace muchos años estaba haciendo notas con Manuel Cansino y le dije: «Debe ser emocionante estar ahí arriba», refiriéndome al escenario, un lugar que siempre me generó atracción, quizás porque mi abuelo me contaba del Tabaris, uno de los grandes templos de la revista porteña, y a mí siempre me pareció un género fascinante. De todos modos, aquella charla quedó ahí. En octubre del año pasado, Manuel vino de invitado a Escenario mercenario para hablar del final de la temporada de invierno de Revistísima y me dijo: «Juan, mientras llegaba al canal pensé algo y te voy a hacer esta propuesta: ¿querés formar parte de Revistísima temporada de verano? Nunca hice verano aquí (en Rosario) y, como cumplo 10 años con el género, quiero festejarlo». Primero dije que sí, y después lo pensé (risas)”, expresó Junco acerca de su desembarco en el espectáculo.
Respecto de la propuesta, a mitad de camino entre un monologuista que habla de farándula y un actor que abreva en ciertos modos o registros propios del capocómico, el conductor expresó: “Pensar en la figura de un capocómico es mucho para mí, me queda grande. Además, ese lugar se gana a fuerza de trabajo y con el paso de los años. Digamos que soy un periodista que habla de la farándula local y nacional, con algunos toques de humor a través de situaciones personales, para poder tener un hilo conductor y sostener la cuestión del chimento. Y si hablamos del sketch, los capocómicos son Gachy Roldán y el Negro Moyano, que ocupó por dos funciones el lugar de Mario Vidoletti, que es otro talento. Yo soy solamente un periodista que interpreta como puede, como le sale, pero tampoco me siento un actor, los actores se van a enojar (risas)”.
Con relación a la existencia o no de una supuesta farándula rosarina, Junco expresó con firmeza: “Sí que existe, y desde hace algunos años se ha incrementado. Ariel Bulsicco, Gachy Roldán, Sergio Roullier, entre algunos otros, son personas del medio que van caminando por la calle y la gente se da vuelta, los mira, y le dice al de al lado «mirá quien es», «mirá tal cosa o tal otra». A mucha gente le gusta saber qué hacen, cómo o porqué hacen lo que hacen los famosos del medio, quieren saber todo. Incluso, hasta dónde se van de vacaciones; quizás por que el argentino, en general, es medio frustrado y envidioso, y le gusta saber qué hace el otro, sobre todo para ponerse en el lugar de víctima y ver que eso que hacen los demás supone que no lo puede hacer”.
La propuesta de Cansino está probada y cuenta, desde el humor, con la presencia de Gachy Roldán, no sólo una gran actriz sino una artista que ha reivindicado en los últimos años a la revista como género, al tiempo que ha sabido encontrar su lugar dentro de un espectáculo en el que además del humor tiene su cuadro musical. Sin embargo, Junco llegó para aportar “humor mediático”. “Me parece que lo que yo aporto es la cosa mediática de un «famoso» de la tele, algo que en los espectáculos de Buenos Aires ya es bastante común pero que acá es la primera vez que pasa. Manuel entendió el juego de la farándula y los medios. Revistísma ya era un muy buen producto, pero ahora yo le sumo eso que viene de la tele y la radio, donde funciona lo del chimento y la farándula, y entonces el público quiere ir a ver «qué hace el chico este», de qué o de quién voy a hablar, y eso genera un nuevo interés”.
Finalmente, el flamante comediante, dio su opinión respecto de cierta teoría que indica que detrás de todo periodista o crítico de espectáculos se esconde un artista frustrado. “No tengo dudas, estoy convencido de que eso es así. Creo que el crítico de cine es un cineasta frustrado y del teatro, un actor o director frustrado. Tampoco puedo asegurar de que sea así en todos los casos, pero estoy seguro de que el porcentaje es muy alto. Pero ojo: no sólo el periodista de espectáculos guarda ese deseo oculto del escenario y la exposición; los comunicadores somos todos medio «vedetongas», nos encanta destacarnos, sobresaltar, que no te reemplace nadie, y si ponen a alguien en tu lugar, que no te haga sombra. De todas maneras, somos todos parte de la misma sociedad, aunque muchos personajes del medio crean que son Dios”, remató Junco.

Histrionismo televisivo, en el escenario

Junco: "Soy un periodista que habla de la farándula local y nacional en el escenario".

Revistísima ya era un producto probado y exitoso antes del desembarco de Juan Junco. Sin embargo, la presencia del periodista aporta al show frescura y desparpajo y ese “timing” mediático que el conductor sabe sostener en la radio y en la pantalla chica desde hace varios años. De este modo, apelando a ese “histrionismo televisivo”, el ahora actor, supo trasladar al escenario esos condimentos que le granjearon un lugar en el periodismo de espectáculo local.
Junco tiene, a poco de comenzado el show, un monólogo en el que ironiza sobre el medio y sobre sí mismo, mechando datos de mediáticos locales con infaltables de la escena mediática nacional. Así, sin golpes bajos ni mal gusto, recurre al humor de la calle, juega con el público, está atento a lo que acontece en la platea y es consciente que la de la escena es la verdad más absoluta y que allí no hay una cámara que lo “proteja”.
Es en ese primer monólogo en el que apela a un recurso conocido pero efectivo: ironizar sobre sí mismo para después pegar afuera. La dieta y sus resultados parciales, el vestuario, o la trastienda con plumas y concheros, sirven para alimentar un discurso relajado, que con el correr de las funciones irá creciendo y consolidándose.
Pero eso no es todo: Junco también participa del clásico sketch, con las grandes presencias de, entre otros, Roberto Moyano y Gachy Roldán, quien es la verdadera y absoluta dueña escénica de Revistísima.
En su paso de comedia, el periodista  también sale airoso, aunque queda claro que el rol que mejor le queda es el del monologuista, donde juega entre los recursos del “stand up” y la tradición del monólogo a público, para sacarle provecho a un personaje mediático que, entre ironía, simpatía e información, supo abrirse camino en el medio local.

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