Espectáculos

Para desentrañar los sentimientos ocultos del tango

Por Javier Hernández.- "De noche y de olvido", espectáculo musical que llevan adelante Gaby Estrada, Dali López y Néstor Mozzoni desembarcará esta noche a partir de las 22 en la Plataforma Lavardén.


“El tango y el teatro nacional crecieron de la mano”, dicen los creadores del show De noches y de olvido, el espectáculo musical-teatral que llevan adelante la cantante Gaby Estrada, el actor Dali López y el músico Néstor Mozzoni y que, esta noche a las 22, desembarcará en la Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza) en la búsqueda por asumir el riesgo de desentrañar, con nuevos ojos, los sentimientos ocultos en algunos clásicos del 2×4.

A través de un repertorio que aborda, entre otros, a maestros del género como Discépolo, Troilo, Manzi, Piazzolla, Expósito o Cátulo Castillo, la puesta incorpora situaciones dramáticas en las que predominan las emociones, algunas no exentas de humor . “Las canciones ya están, son de grandes poetas y de otros no tan conocidos, pero lo que dicen esos autores ya lo dijeron con una precisión poética y filosófica excepcional. Entonces, yo no me voy a poner a hablar teatralmente de lo mismo”, dijo Dali López en diálogo con El Ciudadano. Y adelantó: “En la obra aparecen temáticas nostálgicas donde hay cosas dramáticas pero también salidas irónicas, como ocurre en la vida misma”.

“Es un recital”, desentrañó quien, además de la actuación, fue el responsable de armar el guión y tiene a su cargo la dirección general y puesta en escena.

Desde una galería de personajes y situaciones que permiten abordar una sensibilidad distinta sobre el tema, para López, al idear De noches y de olvido resultó natural teatralizar algunos temas o desarrollar escenas previas. “Un tango como «Secreto», de Discépolo, que dice «quién sos, que no puedo salvarme muñeca maldita”, habla de un tipo que no puede despegarse de una relación amorosa que le es fatal; todo un drama. Con la situación teatral no buscamos contar lo mismo o ilustrar la situación en sí, sino hablar de otra cosa, por ejemplo, de las cobardías del corazón”, confesó el actor.

Con el padrinazgo del Cholo Montironi, el conjunto que integran Estrada (voz) y Mozzoni (piano y arreglos) se completa con Mingo Porta en contrabajo y Sebastián Jarupkin en bandoneón.

De una lista provisoria compuesta por unos doscientos títulos, López contó que la selección final incluye unos diecisiete himnos como “Tinta Roja”, “Desencuentro”, “La vi llegar”, “El que atrasó el reloj”, “Garúa” y “Quedémonos aquí”.

Consultado por la búsqueda estética y argumentativa a la hora de hacer este recorte, para López, “la selección estuvo centrada en encontrar lo que a los tres nos volara la cabeza, nos apasionara”. Y abundó: “No nos pusimos otra meta, salvo la de emocionar. Particularmente, me gusta lo que me emociona, no solamente lo que me produce un placer estético, entonces la emoción está permanentemente”, dijo.

La puesta en escena incluye escenografía para realzar algunos climas específicos: “Por momentos estamos en el comedor de una casa antigua, en otros, y con una leve transformación, en un cabaret; también hay situaciones a escenario neutro”.

Desde su título, De noches y de olvido invita a sumergirse en un universo nostálgico aunque como referencia el actor dijo que esa frase surge de la canción “Quedémonos aquí”, de Expósito. “En el estribillo dice: «¡Basta de noches y de olvidos, basta de alcohol sin esperanzas!»”, completó.

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