Espectáculos

Para adelante con hermandad

"Caimán" editó "Sube", un CD que muestra su ecléctico y potente estilo, La banda lo presenta este viernes a las 22, en el Café de la Flor.


“Caimán le sube el volumen al rock rosarino”, dice del eslogan del show que esta noche, a partir de las 22, la agrupación local Caimán brindará en el Café de la Flor (Mendoza 862) a modo de presentación oficial de su primer disco de estudio titulado Sube.

Integrado por Cristian Ríos (guitarra y voz), Iván Kopecky (bajo) y Tuco Mijoevich (batería) este power trío llegó después de mucho trabajo a la grabación de su primer disco de estudio, un material que se posiciona entre el rock, blues, funk y canciones. “Vengo del folclore nacional y el blues rural de los Estados Unidos; en el medio de eso me pasaron un montón de cosas”, graficó Cristian Ríos a El Ciudadano y continuó: “Me crié escuchando Vox Dei, Manal, Spinetta, Sumo, los Redondos, toda esa gente me ubicó en un lugar rarísimo musicalmente, es como aquel que se crió comiendo de todo”.

Preparados para el debut, los músicos de Caimán cuentan con un empuje más que especial, el aval, nada más y nada menos, del líder de Divididos, Ricardo Mollo. “Tuve la oportunidad de conocerlo a pesar de que no quería”, bromea Ríos y aclara: “No quería molestarlo”. Fue un encuentro provocado por una amiga en el que Ríos tomó valor, se acercó y con algo de timidez le acercó algunas canciones que hoy forman parte de Sube. “Eso fue un viernes. El sábado me llamó por teléfono”, sorprende.

“Estábamos en un ensayo, les iba a contar que le había dejado unos temas a Mollo cuando sonó el teléfono. Atiendo y me dicen: «No sé si hablé con vos anoche pero me dejaste un disco». Pregunté: «¿Ricardo?». Se rió y me dijo que quería decirme lo que le parecía el disco”. La sala de ensayo quedó en silencio cuando Ríos acercó el teléfono a uno de los micrófonos para compartir la charla: “Yo estaba todo enredado entre cables y los chicos escuchando pegados al parlante”, graficó. “Me felicitó y me dio algunas recomendaciones. No lo podíamos creer. Nos dijo: «Fuerza, fuerza, fuerza». Pasaron dos semanas y volvimos al estudio”.

Tiempo después Mollo los mencionó en una entrevista con Andy Kusnetzoff para Perros de la Calle, los señaló como “una banda que labura seriamente”. “A partir de eso nos empezaron a llamar de todo el país –contó el vocalista–. Fue un empujón muy grande, por eso siempre lo mencionamos en gratitud”.

Con fuerza y decisión

Caimán dio sus primeros pasos en 2001 pero fue en 2006 que comenzó a diagramar Sube, un material grabado en el estudio que dirige el músico Palmo Addario.

El nombre de la agrupación fue toda una decisión; los músicos buscaban un animal de la zona que los identificara a “nivel fuerza y energía” y, entre muchos otros, apareció el caimán. “Al principio era el yacaré, pero sonaba folclórico así que buscamos el nombre científico y se llama caimán yacaré, así que decidimos dejarle Caimán”.

“Nos identificamos con su fuerza, energía, decisión, temple y su paciencia. Además tiene que ver con nuestra participación en varias campañas por el cuidado del medio ambiente. No queremos rockearla en contra de algo sino también a favor de un montón de ideales que llevamos”, relató Ríos.

En ese marco las letras de Caimán trasmiten la idea de que “se puede a pesar de todo”. De la mano de una lírica simple la agrupación propone una reflexión sobre el estilo de vida actual, “desde lo simple, lo cotidiano, tratando de dar un salto hacia algo más profundo”, aseguró.

“Me gustaría generar conciencia de hermandad; soy un convencido de que la buena madera este, si no, no podríamos convivir, pero ésta especie de traqueteo a los tumbos en el que vivimos hace que nos olvidemos de compartir, de lo esencial”.

 

 

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