Espectáculos

Pablo Palavecino, el trabajo como gran objetivo

A trece años de haber emigrado a Buenos Aires, el actor rosarino regresó a la ciudad para promocionar "Malditos sean!", una película de terror que se estrena el jueves. Formado en la escena local, Pablo contó con grandes maestros como Chiqui González y Oscar Medina.


palavecino2notaPor Daniela Barreiro

“Este fue un año muy fuerte para mí”, aseguró Pablo Palavecino tras una larga y amena charla con El Ciudadano. Tal vez la afirmación deviene de la enumeración de lo obtenido en este 2012 o de las proyecciones para el año que ya comienza. De cualquier modo, a Palavecino el balance le da positivo.

El actor y guionista que supo realizar una carrera en Rosario partió hacía Buenos Aires allá por el 2000. Ahora, y en medio de la vorágine que implica llevar adelante tres propuestas teatrales en temporada veraniega (ver aparte) regresa, 13 años después, de la mano de Malditos sean!, una película que, encuadrada en el género terror gore (con escenas que son llevadas al extremo, y donde, entre otras cosas, abunda la sangre), tendrá su estreno nacional el jueves.

Sólo para enumerar parte de la carrera de Palavecino, es pertinente aclarar que su relación con la actuación comenzó en 1985 cuando cursó talleres de teatro con docentes como Chiqui González y Oscar Medina. Además, en los 90, formó parte de la Agrupación Filodramática te quisimos con locura, y luego de obtener una beca de la Secretaria de Cultura de la provincia para perfeccionarse en clown con Cristina Moreira, se radicó en Buenos Aires. “La decisión fue tomada desde mucho antes de irme, Buenos Aires es una ciudad que me gusta y que está llena de posibilidades”, relató Palavecino y puntualizó: “Allá hay muchas opciones pero para poder vivir de esto tuve que abrir mi cabeza e ir a trabajar a casamientos, publicidades, coordinar eventos y trabajar en televisión. Cuando hacés mucho teatro, el tema de la televisión es una fantasía que querés concretar pero es muy distinto. Es lindo pero efímero”.

Y fue así que sin la obtención de “la fama” pero con constancia y trabajo, Palavecino participó de programas como la versión argentina de La Niñera, Amor mío, Poné a Francella, Campeones y El sodero de mi vida, entre otros envíos.

“Nunca dije a nada que no –aseguró–. Empecé diciendo a todo que sí y no me ha ido tan mal. Pero también, la clave es no quedarse esperando que te llamen sino también ir y buscar, generar. Empecé a generar textos porque el trabajo te viene cuando estás trabajando. Esto es muy inestable, en algunas novelas conseguí contrato pero, los tres o seis meses se pasan rápido. De todos modos, los que vivimos de esto, disfrutamos de eso, no es la rutina de ir a la oficina a diario”.

n De maldiciones. En medio de ese “no decir que no”, Palavecino se presentó al casting de Malditos sean!, una película de terror que, dirigida por Demian Rugna y Fabián Forte, cuenta cómo, tras una redada en 1979, un grupo de tareas se topa con un misterioso curandero, lo secuestran y lo meten en un calabozo. A partir de ahí, el curandero comienza a planificar su escape a base de embrujos y maldiciones que seguirán su curso de maldad a través de los años. “Me presenté al casting y quedé como protagonista de la tercera de las historias. Son tres historias que están unidas por una general, la última, que es en la que yo participo y es la que atraviesa a las otras dos”, detalló.

“Los argentinos no estamos acostumbrados a ver terror nacional porque se considera que acá no hay producción para eso –aseguró el actor–. Pero eso es mentira porque hoy por hoy no hace falta tener grandes cantidades de dinero para hacer una gran película. La gente que vaya a verla se va a dar cuenta que no tiene nada de envidiarle a las producciones estadounidenses, donde está la gran fabrica de ese tipo de films”.

“El cine argentino en general está viviendo un resurgimiento. Hay muchas mas películas y también hay un reconocimiento del público. Hace un tiempo atrás la gente decía «a mi las películas argentinas no me gustan», y cuando le preguntabas cuáles habían visto, no habían visto ninguna, ahora eso esta cambiando. El cine argentino está bien visto en muchos lugares del mundo, de hecho, se ganan muchos festivales. Acá hay como una falsa sensación de que está mal hecho, que falta producción, y puntualmente con lo que es terror, pasa que es tomado como un género menor; como pasa muchas veces con las comedias”, sostuvo el actor al tiempo que recordó la reciente incursión en el género del realizador Adrián García Bogliano, de la mano del film Sudor frío (2011).

Volviendo al film, Palavecino detalló: “Las tres historias se filmaron en tres años distintos. Durante los eneros de cada año (2008, 2009 y 2010). Además, están ligadas por una general que es la del curandero que en cada historia tira una maldición importante. Además, cada historia está ambientada en una época distinta. La que hice yo se sitúa en el 79, en plena dictadura. Las otras, en el 89 y 99, respectivamente”.

n Mirada sobre las raíces. “Rosario cambio muchísimo”, aseguró Palavecino y a modo de chiste agregó: “Está más linda que nunca”. Sin duda, la ciudad que lo vio nacer cambió mucho su fisonomía pero también cambió su gente y la movida teatral a la que supo pertenecer: “A nivel teatro, hay un movimiento que también creció mucho. Lo que veo es que acá siempre se produce, se arriesga, la gente que trabajaba cuando me fui sigue trabajando. La escena es muy activa, se abren otras opciones con los bares, se va a buscar a la gente donde la gente está. Si bien no puedo hablar tanto porque lo veo más de afuera, siento que a Rosario le está faltando estabilidad en las salas; que se instalen salas con determinadas comodidades. En Buenos Aires hay muchos teatros independientes que, con subsidios y otras cosas, van creciendo como sala y teniendo mayores comodidades”, concluyó el actor, que además en el verano participará de las puestas El susto, 1813, con dirección de Toto Castiñeiras; Simplemente Concha, con Noralih Gago, y El extraordinario incidente del hombre flama, de la que es protagonista.

 

Temporada de tres obras

Además del film que está pronto a estrenar, Pablo Palavecino se prepara para una intensa temporada de teatro. “Este año estrené El susto, que dirige Totó Castiñeira, que es un reconocido clown del Cirque du Soleil. Se trata de una comedia negra con algo de la estética del clown, que está situada en 1813 en los años de la colonia española, y en el medio de las Invasiones Inglesas; es una comedia llena de momentos absurdos”, contó el actor al tiempo que continúo la enumeración de sus propuestas sobre las tablas. “El 11 de enero reestreno Simplemente Concha. Concha del Río, la protagonista del espectáculo, es un personaje de Noralih Gago, una actriz rosarina que hace algunos años más que yo que vive en Buenos Aires. Concha está siempre haciéndose autobombo, es un mito creado por ella misma. Ahora, Simplemente Concha es como un autohomenaje que se hace ella misma, y al evento asisten cantantes internacionales de toda índole”.

Por último, y ya sólo sobre el escenario, Palavecino retomará el unipersonal El extraordinario incidente del hombre flama, que cuenta la historia de Manuel, un hombre común al que la acidez le cambia la vida por completo.

“Una mezcla de terror con gore y horror”

“Corría el año 2007 cuando Fabián Forte y Demian Rugna decidieron unir fuerzas para crear una película del género terror que proponga algo radicalmente diferente en la cinematografía argentina”, asegura el dossier de prensa de Malditos sean!. “Esta es una propuesta independiente. Todos los que trabajaron son profesionales pero se trabajó ad honoren. Pusimos el trabajo en post de la película. La propuesta fue así de entrada, no iba a haber cachet para nadie. La idea fue que la película nos sirva y nos dé trabajo a todos. Después, si había algo de plata, se repartía”, remarcó Pablo Palavecino quien comparte rubro en el film con Victoria Almeida, Demian Salomón, Hugo Halbrich, Chucho Fernández, Paula  Bouquet, Víctor Cura y Julio Luparello, entre otros.
Además de recorrer los detalles de la trama, el actor contó que si bien el film está ambientado en tres décadas distintas (79, 89 y 99), la diferencia temporal está marcada por las vestimentas y las locaciones elegidas, “pero no está metida la historia argentina; las décadas se ven claramente en la ambientación, en un momento se hace referencia al Mundial 78, pero no se hace hincapié en hechos históricos acontecidos en el país”.
“La parte de la historia en la que estoy es el comienzo. Un grupo de tareas mete preso a un curandero y él, para poder escapar, empieza a tirar maldiciones. Yo estoy enredado en medio de esas maldiciones”, dijo el actor al tiempo que aseguró: “Los personajes tienen detalles que hacen referencia a Stephen King o a la literatura de Clive Barker; son una mezcla de terror con gore y horror”.

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