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Inmigración

Otro drama humano ante costas italianas

Llegan más de 360 sobrevivientes de barco hundido con 600 pasajeros.


Más de 360 supervivientes de uno de los peores naufragios ocurridos en el Mediterráneo llegaron ayer a Palermo, en el sur de Italia, mientras los equipos de rescate seguían buscando a unos 200 migrantes desaparecidos frente a las costas de Libia.

El barco, con el que este grupo de migrantes trataba de llegar a Europa, escoró el miércoles pasado con más de 600 personas a bordo cuando un navío militar irlandés se disponía a rescatarlos.

Personal militar y sanitario italiano recibió a los emigrantes para su identificación bajo el calor sofocante que flagela a la península. Junto con los emigrantes llegaron 25 cuerpos recuperados en el mar, aunque se teme que se haya ahogado un número mayor.

Se teme de que se trate de unas de las tragedias más graves en el Mediterráneo, después de la ocurrida en abril pasado, cuando 800 migrantes murieron frente a las costas de Libia y sólo sobrevivieron 28 personas.

El navío militar irlandés Niamh llegó a bordo con casi todos los supervivientes de la tragedia. Cientos de migrantes, entre ellos numerosos sirios y palestinos, intentan entrar a Europa aprovechando las buenas condiciones del mar por el verano.

Con un tuit, la guardia costera italiana informó que rescató a otros 381 migrantes que se encontraban en otra embarcación a 30 millas de las costas libias.

El naufragio

Desde el barco de pesca, en el que viajaban entre 600 y 700 personas, los migrantes lanzaron el miércoles pasado por la mañana un llamado de socorro. La embarcación se estaba inundando y se había quedado a la deriva a unas 15 millas al norte de la ciudad libia de Zuara, cerca de la frontera con Túnez.

El Niamh, fue alertado por los guardacostas italianos que coordinan las operaciones de socorro en el sur de Italia.

Pero a su llegada, el barco se volcó por el desequilibrio causado por el pánico de los pasajeros, que se desplazaron en masa hacia un lado de la embarcación.

“La gente se agarraba desesperadamente a los chalecos salvavidas, a los botes, a todo lo que podían encontrar para luchar por su vida, en medio de personas que se estaban ahogando y de otras que ya habían muerto”, explicó Juan Matias, de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras, la cual colaboró en las tareas de rescate.

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