Últimas

Otro atentado causa pánico en Rusia

Es el tercero en lo que va de la semana y se produjo esta madrugada luego de que un grupo islamista se adjudicara el ataque al subte, que dejó un saldo de 39 muertos.

Un coche cargado de explosivos estalló esta madrugada en la república caucásica de Daguestán, agudizando la alerta en que se encuentra Rusia después de que un grupo islamista reivindicase el doble atentado del metro de Moscú y amenazase con más.

El presidente ruso, Dimitri Medvedev, viajó por sorpresa a Daguestán para reunirse con los dirigentes de las regiones del Cáucaso ruso, Chechenia e Ingusetia incluidas.

“La lista de medidas de lucha contra el terrorismo debe extenderse. No sólo deben ser más eficaces, sino duras, severas y preventivas”, declaró poco después de su llegada a la capital daguestana, Majachkala. “Hay que castigar”, agregó.

Moscú se preparaba para oficiar los funerales de muchos de los 39 muertos en los dos atentados suicidas perpetrados el lunes en el metro, en un ambiente de gran nerviosismo al que también contribuyó el doble atentado que el miércoles mató a 10 personas -además de los dos kamikazes- frente a una comisaría en Daguestán.

En el último episodio de violencia, otras personas murieron en el distrito de Jasavurtski, también en Daguestán, cuando estalló su vehículo, aparentemente cargado de explosivos.

“Según informaciones preliminares, el material explosivo transportado en el coche estalló de forma accidental”, informó la agencia de noticias rusa Interfax citando a una fuente de los servicios de seguridad.

El miércoles, el grupo islamista “Emirato del Cáucaso”, que lucha por imponer en el Cáucaso ruso un Estado basado en la ley islámica, reivindicó el doble atentado suicida del metro en un mensaje de video realizado por su líder, Doku Umarov.

El jefe islamista, al que las fuerzas de seguridad rusas han intentado matar en varias ocasiones, afirmó haber ordenado personalmente el ataque del metro moscovita.

Se trata de “una acción legítima de venganza por los continuos asesinatos de civiles en el Cáucaso”, afirmó Umarov en el video, divulgado en la página web kavkazcenter.com, utilizada frecuentemente por los insurgentes.

Rusia ha luchado durante años contra los rebeldes islamistas en las regiones musulmanas del norte del Cáucaso, pero los atentados del lunes constituyen la primera irrupción en seis años de ese conflicto en la capital rusa.

Umarov, que utiliza el alias de Abu Usman, llamó el mes pasado a la “guerra santa” en todo el país; en el video, advirtió a los rusos que deben prepararse para más ataques.

“Los habitantes de Rusia no van a seguir viendo tranquilamente por televisión lo que ocurre en el Cáucaso, mientras que nada les importa que haya abusos y crímenes cometidos por sus bandas dirigidas por (Vladimir) Putin”, afirmó el rebelde.

Según fuentes de la investigación citadas por el diario ruso Kommersant, las dos mujeres kamikazes que perpetraron los atentados de Moscú llegaron a la capital en autobús procedentes de la ciudad daguestana de Kizliar, la misma donde tuvo lugar el ataque contra la comisaría que mató a 12 personas.

El primer ministro ruso, Vladimir Putin, afirmó el miércoles que los atentados de Daguestán podían estar relacionados con los del metro moscovita.

La Fiscalía Federal decidió crear en Daguestán un “grupo permanente de investigación”, formado por miembros de la ese organismo junto al ministro del Interior y los servicios especiales, para trabajar sobre “los crímenes particularmente graves y los crímenes terroristas”.

El resto del Cáucaso ruso también está bajo fuerte vigilancia. En Ingusetia, los servicios de inteligencia (FSB, ex KGB) decidieron ampliar la zona de “operaciones antiterroristas”, según la agencia ITAR-TASS.

Comentarios