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Tatuado de manchas

Otra vez: la Justicia imputó a Baby Etchecopar por injuriar, difamar y humillar a trabajadoras

El conductor, que hasta casi fin del año pasado debió cumplir una probation y abrir su programa de radio a micros feministas por cinco meses, está otra vez en la cornisa por haber llamado a empleadas de peaje "boludas”, “asquerosas”, “pendejitas”, “pendejas”, “tontas” y “bestias”


“Los días 5 y 6 de agosto de 2019 profirió frases contra empleadas que integran asociaciones gremiales de peajes en Argentina, alentando el odio contra aquellos, a raíz de sus ideas políticas. De igual modo, con dichas frases y de forma indirecta las injurió, difamó, humillándolas y deshonrando la dignidad de aquellas”. Así dictaminó el Ministerio Público Fiscal de la ciudad de Buenos Aires la imputación de Ángel Pedro Etchecopar: otra vez “El Ángel” o como más le gusta llamarse, Baby, se fue de boca y otra vez deberá rendir cuentas en la Justicia por propasarse. Esta vez el conductor que recientemente llamó “cáncer” a la vicepresidenta Cristina Fernández –las consecuencias de esto todavía no lo alcanzaron– va camino a tener que resarcir de algún modo al Sindicato Único de Trabajadores de los Peajes y Afines (Sutpa) a cuyas afiliadas llamó “boludas”, “asquerosas”, “pendejitas”, “pendejas”, “tontas”, “bestias”, para después celebrar el supuesto de que a futuro se queden sin trabajo “porque viene el peaje automático, donde no va a haber nadie”.

“Su probada violencia verbal demuestra no sólo un grado de machismo exacerbado que toda la sociedad está luchando por desterrar, sino además una animosidad contra los trabajadores argentinos”, escribió en su cuenta de Twitter el diputado nacional Facundo Moyano, ex secretario General del Sutpa, quien exhibió el auto de la Fiscalía.

En el texto se lee, además, que “las personas damnificadas por los hechos aludidos resultan ser la secretaria de la Mujer” del gremio, Anabela Aldanondo, “y el colectivo de mujeres que representa”.

La imputación que formuló el fiscal de primera instancia Mario Galante menciona las “frases agresivas y humillantes” que utilizó Etchecopar, quien en 2012 resultó condenado por la Corte Suprema de Justicia en otro caso, que había llegado al máximo tribunal por otros dichos, proferidos diez años antes, en marzo de 2002. “Te acordás cuando este viejo, el de barba, se quiso violar a la secretaria”, había dicho al aire, para después ponerle apellido a su víctima de entonces. Las hijas del hoy extinto ex legislador porteño Abel Latendorf continuaron la acción judicial tras la muerte de su padre, en 2007, hasta que finalmente la Corte declaró “inadmisible” el último recurso de los abogados del Baby, a quien no le quedó otra que empezar a pagar los 30.000 pesos de resarcimiento que determinaron las instancias anteriores, haciendo extensiva además la reparación al canal América TV y a la productora Grupo Kein SA.

Hace poco más de un año, en junio de 2019, Ángel Pedro había tenido que hacer otro desagravio: “La verdad es que no tengo ganas de ir a juicio y acepté la probation”, dijo esa vez, y tuvo que abrir su programa por Radio 10 para la emisión de micros feministas. Que cumpliera aquella sentencia tampoco alteró su modo de pensar: “Éste no es un éxito de las feministas. Es una especie de censura de prensa”, dijo entonces. “Angel de la mañana” tuvo que dar espacio durante cinco meses a micros de 10 minutos que salieron al aire una vez a la semana.

“No es censura porque él solicitó acceder al beneficio, negoció las condiciones y prestó su conformidad”, le respondió la fiscal de Cámara Verónica Guagnino entonces. Y siguió adelante la probation acordada, que era una reparación por haberse referido al aire en septiembre de 2018 a manifestantes mujeres como “tortilleras”, “mugrientas”, “porreras”, “crías hijas de puta”, “atorrantas”, “roñosas”, “sinvergüenzas” e “infradotadas” con “olor a menstruación”.

“Es muy grave que este hombre siga ejerciendo violencia, estigmatización y discriminación a mujeres desde medios de comunicación y amparándose en libertad de expresión”, consideró ahora Moyano, quien también fue blanco, como su padre, el camionero, dirigente sindical y dirigente deportivo Hugo Moyano, de una de las cataratas verbales de Etchecopar, la que le valió, por ahora, una nueva imputación.

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