Por: Elisa Bearzotti
Esta semana, cuando ya creíamos que la realidad había dado todo de sí y sin remordimientos podía darle paso a la ficción, el renovado conflicto en Medio Oriente derrumbó las buenas intenciones del optimismo planetario, y tras cartón, en nuestras tierras el dólar tocó los mil. Sí, porque no contento con las frases tiradas en ocasión del segundo debate presidencial, cuando sin ponerse colorado dijo: “Yo no niego el cambio climático. Lo que yo digo es que existe en la historia de la tierra un ciclo de temperaturas”, y también “nosotros no vamos a adherir a la agenda 2030, nosotros no adherimos al marxismo cultural, nosotros no adherimos a la decadencia” (¿???), el candidato de LLA Javier Milei optó por acudir otra vez a su explosiva verborragia para “reventar” los mercados. El peso argentino “no puede valer ni excremento”, dijo al ser consultado sobre la conveniencia de los plazos fijos, lo cual generó una corrida cambiaria de magnitudes inesperadas que no se aplacó ni siquiera con la advertencia del Ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa quien prometió: “voy meter en cana a los que están especulando contra el ahorro de la gente, aunque me cueste la elección”.
Economistas de todo el espectro ideológico coincidieron en señalar que el candidato libertario, quien no desconoce la “sensibilidad” de los mercados, utilizó sus expresiones con la clara intención de echar más “leña al fuego” al escenario cambiario. “Él no puede ignorar las consecuencias de la declaración que hizo. No puede porque es un economista profesional…él sabía que esto iba a generar ruido”, indicó Daniel Artana desde FIEL, a medios nacionales. Por otra parte, los anuncios sobre la “dolarización” de la economía contribuyen a mantener un escenario “estresado” que suma tensión a la coyuntura electoral del próximo 22 de octubre, sobre todo cuando cada día se suman más y más voces que advierten sobre los riesgos de la medida. Incluso el grupo de inversión estadounidense Goldman Sachs (uno de los más grandes del mundo) aseguró que “la dolarización tiene costos y desventajas y las condiciones previas para una adopción exitosa (en Argentina) son inexistentes”. En un documento titulado “Argentina: ¿es la dolarización una oferta que no se puede rechazar?”, citado por la agencia Bloomberg, la entidad financiera sostuvo que “sin disciplina fiscal, la dolarización podría ser muy dolorosa o acabar colapsando”. El informe de la institución bancaria afirma sin ambages que “la dolarización no es un almuerzo gratis. Tiene costos y limita el conjunto de herramientas políticas”, para terminar advirtiendo que si bien “desde un punto de vista técnico, la dolarización es un paso fácil, preservarla y beneficiarse de ella a largo plazo es muy difícil”. Así, tras analizar los principales desequilibrios económicos que aquejan al país, el informe de Goldman explica que la medida por sí sola no conlleva “una estabilización”, puesto que debe ir acompañada de un “sólido telón de fondo de política macroeconómica para ser sostenible, y exige disciplina”. Una característica que los argentinos, por cultura, historia y experiencias previas, nunca logramos consolidar.
Por otra parte, el inesperado ataque de Hamas a Israel que hizo resurgir el inacabable conflicto en Oriente Medio, preanuncia mayores y terribles dramas. Hasta el momento, apenas pasados unos días del reinicio de las hostilidades, el conflicto ya cuenta con más de 1200 israelíes y 1000 palestinos muertos, mientras que desde Israel informaron 3.007 heridos y desde Palestina 5.184. En este contexto, el gobierno argentino anunció la apertura de un registro para repatriar a los connacionales, recibiendo hasta el momento 1.246 solicitudes de evacuación y aclarando que “cada solicitud puede ser de más de una persona” porque “se están desglosando los pedidos según cada grupo familiar”. Las personas registradas serán parte de la operación “Regreso Seguro” que comenzó este miércoles con la partida de un avión Hércules de la Fuerza Área, en un procedimiento conjunto coordinado entre el Ministerio de Defensa, la Cancillería y las Fuerzas Armadas.
En relación al planteamiento de esta renovada contienda, los expertos internacionales coinciden en que la solución no puede ser militar, sino política. Mario Sznajder, profesor emérito de Ciencia Política de la Universidad Hebrea de Jerusalén, dijo a Télam que “en una situación de guerra, toda la revisión del pasado se aplaza”. Si bien el escenario inminente se prefigura militar, el politólogo estimó que esta vía no conducirá a una solución del conflicto, sino que es necesario avanzar hacia un acuerdo “negociado y político” que va a tardar “mucho tiempo”. “Los palestinos quieren tener su país. Israel tiene su país. El problema es cómo llegar a las circunstancias que conduzcan a una negociación y luego materializar lo que se acuerda”, dijo Sznajder. Por otra parte, como una característica de los tiempos, a la gravedad de las noticias se suma la pandemia de la desinformación. En vistas a esto, un funcionario de la Comunidad Europea, Thierry Breton, envió una carta al propietario de X (ex Twitter) Elon Musk, advirtiendo sobre la difusión de “contenidos ilegales y desinformación” en relación a los ataques del movimiento palestino Hamas en Israel. Según los especialistas, los usuarios de las redes sociales están siendo bombardeados con fotos de combate falsas, videos antiguos de Siria reutilizados para que parezca que están sucediendo en Gaza, e imágenes de videojuegos que se hacen pasar por un ataque de Hamas, sumando más angustia a la ya catastrófica situación de guerra.
Para finalizar, quiero citar las palabras de una reconocida personalidad de la política regional, el ex mandatario uruguayo Pepe Mujica quien, consultado sobre el tema, consideró que la escalada de violencia en Oriente Medio es “un fracaso de la humanidad” y una “desgracia” para ambas partes del conflicto. En una reciente conferencia de prensa Mujica indicó que las diferencias “están en las culturas de los pueblos; y cuando la política es tan débil que no puede suturar y entender esas cosas, es un fracaso de la humanidad”. Desde estas crónicas, con humildad avalamos las palabras de Pepe, porque las guerras (siempre injustas) no pueden más que arrastrarnos hacia el subsuelo del dolor y del aniquilamiento físico y moral. Otra vez vale la pena recordar el poema de John Donne, citado por Hemingway en su famoso libro “Por quién doblan las campanas”: “Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti”.
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