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Otra demonización del sexo

El arzobispo Héctor Aguer, jefe de la Comisión Episcopal de Educación, atacó una revista de educación sexual que distribuye el gobierno, al que acusa de “entrometerse en los hogares” con una propuesta amoral.

El arzobispo Héctor Aguer calificó ayer de “inaceptable” los contenidos de una revista sobre educación sexual integral que distribuye el gobierno nacional y acusó a la cartera educativa de “entrometerse en los hogares argentinos con una propuesta carente de sentido moral”.

“Esta publicación es inaceptable. El Ministerio de Educación de la Nación se entromete en los hogares argentinos con una propuesta carente de sentido moral”, aseveró el prelado que es jefe de la Comisión Episcopal de Educación, en relación con la revista Educación Sexual Integral. Para charlar en familia.

El texto ministerial fue motivo de análisis del reciente plenario de la Conferencia Episcopal Argentina que se realizó en Pilar, donde los obispos escucharon un duro informe sobre esa publicación elaborado por Inés Franck, experta en bioética de la Universidad Católica Argentina.

El ministro de Educación, Alberto Sileoni, presentó el 28 de abril la revista, que se distribuirá a través de las escuelas, sindicatos y organizaciones sociales, para hacerlos llegar a hogares de todo el país.

El total se repartirán 6 millones de ejemplares y, según explicó el funcionario, el objetivo será servir de base, orientación y guía para que los padres dialoguen frecuentemente con sus hijos sobre temas de sexualidad.

Aguer lamentó en su reflexión semanal por televisión que “se haya desperdiciado una magnífica oportunidad de hacer las cosas bien”, y dijo que espera que los contenidos de la revista “reboten en el sentido común de la mayoría de los padres de familia, todavía no estragado por los ideólogos”.

El prelado dijo que “llama la atención la falta de toda consideración moral” que subyace en la revista ministerial “como si ese ámbito de la conducta humana no debiera regirse por la conciencia recta y el empeño de la voluntad en el bien. Si se habla de responsabilidad, ésta no se refiere a parámetros objetivos de orden moral”.

“Se dice en la página 13 que hay diversos tipos de familia y que no hay uno mejor que otro; todos son buenos. Habla el texto de familias con dos papás, con dos mamás, con un papá y una mamá, con un papá solo, con una mamá sola. En este punto se desliza una confusión, porque no es lo mismo que falte uno de los progenitores porque ha ocurrido una separación o se da un caso de viudez que las formas antinaturales de unión que hoy día quieren ser presentadas como verdaderas familias. Se advierte en este tema la funesta consecuencia pedagógica de la ley que el año pasado alteró la esencia del matrimonio”, alertó.

Aguer criticó, además, que fomente la masturbación como “algo absolutamente normal” y que también promueva las tempranas experiencias sexuales de los jóvenes.

Tras señalar que se percibe en la revista “una obsesión por el preservativo” como forma para prevenir el sida y otras enfermedades de transmisión sexual, indicó que “no hay referencia explícita a la finalidad misma de la sexualidad, vinculada como valor auténticamente humano con el amor, con el matrimonio y la familia”.

El prelado marcó también lo que estima como errores científicos “muy serios”, como decir que la “píldora del día después” no afecta para nada el embrión.

 

 

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