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Papa en lo alto

Otra caricia a los más humildes

Ante más de un millón de fieles, Francisco encabezó ayer una misa campal en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra, donde pidió “no cerrarse a los más pobres”. Hoy viaja a Paraguay, última escala de su gira por Sudamérica.


Más de un millón de personas asistieron ayer por la mañana a la misa campal encabezada por el papa Francisco en Santa Cruz de la Sierra, la única de su visita a Bolivia, en la que el pontífice argentino exhortó a los fieles a “no cerrarse a los más pobres”.

“Cuántas veces vivimos situaciones que pretenden anestesiarnos la memoria y así se van perdiendo los motivos de alegría y comienza a ganarnos una tristeza que nos vuelve individualistas, que nos hace perder la memoria de pueblo elegido, y esa pérdida nos disgrega, hace que nos cerremos a los más pobres”, dijo Francisco durante la homilía de la misa celebrada en la Plaza del Cristo Redentor.

“Frente a tantas situaciones de hambre en el mundo, no podemos decir: «no nos dan los números, no nos cierran las cuentas», porque en un corazón desesperado es muy fácil que gane espacio la lógica que busca transformar todo en objeto de cambio, de consumo y deja afuera, por descarte, a todos aquellos que no producen”, analizó Francisco.

El obispo de Roma, retomando el pasaje evangélico de la multiplicación de los panes y los peces que se había leído momentos antes, afirmó: “Jesús, una vez más, vuelve a hablarnos y nos dice: «no es necesario que se vayan, denles ustedes de comer»”. Más adelante reiteró que la mirada de Cristo “no acepta una lógica que siempre corta el hilo por el más débil”.

La misa campal fue la primera actividad de la agenda del Papa en Santa Cruz de la Sierra, a donde arribó a las 22.30 de anteayer proveniente del aeropuerto de El Alto y tras realizar una visita de cuatro horas a La Paz.

El altar de 40 metros de largo y 14 de ancho, instalado a los pies del monumento del Cristo Redentor, fue construido especialmente para la ocasión y evoca la arquitectura de los templos de las misiones jesuíticas establecidas durante los siglos XVII y XVIII en la zona de la Chiquitanía, la extensa llanura ubicada en el sudeste de Bolivia de la cual forma parte Santa Cruz de la Sierra.

De la celebración, que duró dos horas y media, participaron 700 sacerdotes, 40 obispos y 2.500 laicos: estos últimos fueron los encargados de entregar las 750 mil hostias consagradas en el momento de la comunión.

Entre las 15 mil sillas dispuestas en un área preferencial circundante, 30 fueron ocupadas por representantes del cuerpo consular argentino, y 25 por residentes argentinos que llegaron vestidos con camisetas y banderas albicelestes.

La enseña nacional se intercalaba entre las banderas bolivianas y vaticanas, portada por los fieles argentinos que llegaron hasta Santa Cruz de la Sierra, principalmente oriundos de Salta y Jujuy.

Antes de la misa, el Papa realizó un recorrido de once cuadras a bordo del papamóvil por los alrededores de la Plaza, trayecto a lo largo del cual fue vivado por miles de fieles que llevaban horas aguardándolo y agitaban pañuelos a su paso.

Ubicada a 875 kilómetros de La Paz y a unos 400 metros sobre el nivel del mar, la ciudad de Santa Cruz –la más poblada del país– lucía desde anteayer totalmente trastocada por la visita papal con decenas de calles cerradas y 7 mil policías garantizando la seguridad.

El Sumo Pontífice llegó anteanoche a Santa Cruz y tuvo su primer contacto con las multitudes al atravesar el “Cambódromo”, un amplio espacio verde donde miles de personas se agolparon para darle la bienvenida.

Por la tarde mantuvo un encuentro con sacerdotes, religiosos y seminaristas en el Coliseo Don Bosco, y más tarde participó, junto al presidente Evo Morales, del cierre del II Encuentro Mundial de Movimientos Populares en el centro de exposiciones Expocruz.

Mañana al mediodía, Francisco viajará a Paraguay, última escala de su gira por Sudamérica, la cual culminará el domingo cuando regrese al Vaticano.

Argentinos a Paraguay

Más de un millón de argentinos se estaban ayer movilizando desde todas partes del país para ver al Papa en las misas previstas para mañana en el santuario de Caacupé –50 kilómetros al este de Asunción–, y el domingo próximo en Ñu Guazú, antes de emprender su regreso al Vaticano.

Francisco pisará suelo guaraní mañana y luego de una recepción oficial de protocolo se dirigirá en papamóvil desde el aeropuerto internacional “Silvio Pettirossi” hasta la Nunciatura, con una parada frente a la cárcel de mujeres “Buen Pastor”.

La Iglesia estima que habrá cerca de tres millones de personas en la misa central del domingo próximo en el campo militar de Ñu Guazú y por lo menos un millón en Caacupé.

Contrapunto por las palabras del Papa sobre la salida al mar

La exhortación del Papa para que Bolivia y Chile dialoguen sobre la pretensión del primero de recuperar su salida al mar fue interpretada de forma distinta por las partes, ya que mientras el ex presidente y vocero de la causa marítima boliviana, Carlos Mesa, interpretó las palabras del pontífice como una apoyo “inequívoco” a su reclamo, el gobierno de Chile valoró positivamente que no se haya pronunciado sobre el tema.

“Estoy pensando en el mar. Diálogo, diálogo”, dijo anteanoche el Sumo Pontífice. El jefe católico emplazó a ambos gobiernos a instalar un diálogo “franco y abierto” sobre la salida boliviana al océano Pacífico para “evitar conflictos con los países hermanos”.

Estas palabras, para Mesa constituyen un “inequívoco respaldo del Papa al diálogo en el tema del mar”, escribió ayer el ex presidente (2003-2005) en su cuenta de Twitter.

Pero el gobierno chileno, que ha objetado la competencia de la Corte y rechaza el reclamo boliviano con el argumento de que los límites quedaron sellados en un tratado firmado en 1904, interpretó de otra forma las palabras de Francisco.

“Valoramos que el Papa se haya mantenido fuera de cualquier opinión que tome partido en un juicio que está pendiente en La Haya”, dijo ayer el canciller chileno, Heraldo Muñoz.

Y continuó: “El Papa no ha hablado de soberanía, no ha tomado partido ni ha mencionado el juicio y, por el contrario, ha hecho un llamado al diálogo”.

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