Política

Candidata en Río Negro

Ornella Infante busca convertirse en la primera legisladora trans del país

La referente del Movimiento Evita se presentó como precandidata a legisladora en la provincia de Río Negro. Recordó su lucha por los derechos del colectivo LGTBI y destacó el apoyo de su familia: “Fue clave, un niñe necesita del respaldo de sus afectos para el desarrollo"


“Es una responsabilidad inmensa por el momento histórico que estamos viviendo, esto marca un precedente para que otras compañeras ocupen este lugar", dice Infante sobre su candidatura.

Juan Pablo Di Lenarda/ Especial para El Ciudadano

 

“A nosotras nunca nos regalaron nada”, sintetizó Ornella Infante, la primer mujer trans candidata a diputada en Río Negro, de 42 años. Militó en la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (Attta) y en la mesa Nacional por la Igualdad, actualmente se presenta por el Movimiento Evita en la alianza del Frente Para la Victoria, aspirando a convertirse en la primera mujer trans en cumplir funciones legislativas en el país. Cabe destacar que sólo 10 países contaron alguna vez con personas transgénero en el Poder Legislativo, de las cuales cuatro lo hicieron en América Latina.

Ornella Infante nació en Santiago del Estero, es la mayor de cuatro hermanos y tiene recuerdos hermosos de su familia, que la han acompañado en todo el proceso de la construcción de su identidad sin ninguna diferencia con sus hermanos. Es hija de trabajadores pobres, un empleado de farmacia y una mamá docente, que con mucho esfuerzo y sacrificio le pagaban el psicólogo que le sugirió la maestra del instituto Santo Tomas de Aquino cuando apenas era una niña.

“Ahí comencé a vivir como una rata de laboratorio de parte de los docentes y el psicólogo, llamaron a mis padres porque no era «normal», porque no jugaba al fútbol y prefería estar en la casita con las nenas” dice entre chistes y risas, “En los actos me querían poner en el rol masculino, imagínate yo siendo el padre de familia que llevaba a sus hijos al circo”, bromeó.

“Mi familia fue clave, un niñe necesita del respaldo de sus afectos para el desarrollo, nosotras somos expulsadas desde muy niñas de nuestras familias, y también de la escuela. Eso queda librado a la suerte y determina si te morís joven o vieja”, dijo llena de orgullo al recordar anécdotas junto a sus abuelos, tíos y primos.

Es que el 80% de las transexuales en América Latina mueren antes de los 35 años. Ornella superó esa brecha pero a lo largo de la charla nunca dejó de mencionar a las compañeras que ya no están. La discriminación, la estigmatización, al igual que la falta de políticas públicas de un Estado que no garantiza las conquistas de los movimientos sociales que ya son ley, generan que la población aún quede de rehén de las creencias de los gobernantes.

“Nosotras nos enfrentamos a tres condenas: por un lado la familiar que nos expulsa de nuestras casas desde pequeñas, en un segundo lugar la educación que genera que sean muy pocas las que terminen el secundario, y al final la violencia institucional que nos hace sufrir el Estado que nos empuja a ser ciudadanas sin derechos”, aclaró la precandidata y agregó; “Soy una sobreviviente porque el activismo y la organización me dieron las herramientas para ser una sujeta plena de derecho”.

Ornella siempre tuvo en claro que iba a ser una chica, es por esto que celebra esta nueva generación de madres y padres que acompañan las infancias libres, respetadas y diversas de sus hijos, gracias a las conquista del colectivo LGBTI y el feminismo, como la ley de Educación Sexual Integral (ESI) y la ley de Identidad de género.

 

Un DNI y varias ausencias

Ornella recordó el momento histórico en el que recibió su documento de identidad y quebró en llanto; “Éramos 25 travitas y ahí estaba yo sola recibiéndolo, muchas que lucharon para tenerlo en sus manos ya no estaban”, rememoró llena de emoción. “No estaba Claudia, Liliana, ni Betiana, pero vi las caras de todas las compañeras que ya no estaban” agregó.

La ley fue impulsada en el año 2007 por diferentes organizaciones de la diversidad sexual y género y aprobada por el Congreso en el 2012. La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner hizo entrega de los documentos en el salón de las Mujeres, rodeada de cuadros con mujeres que hicieron historia en la Argentina, dejando en claro que las travestis-trans abandonaban la clandestinidad y las cárceles para comenzar a ocupar esos espacios.

 

Encarceladas por trans

Durante los 90, Attta luchaba contra la represión policial que se escudaba bajo los códigos contravencionales para criminalizar, violentar y torturar a personas LGBTI por “actos de homosexualismo”, “simulación de sexo” o por “vestirse con ropas del sexo opuesto”.

“Nosotras en Tucumán salíamos a bailar con una frazada en la cartera, las llevábamos para taparnos en el caso de que aparezca la policía, imagínate estábamos todas producidas con carteras gigantes para meterlas”, recordó Ornella entre risas y agregó: “Anécdotas como estas tengo millones, ahora me rio pero fue duro”.

En ese momento, desde Attta comenzaron a organizar charlas donde se les aclaraba a las trans cuáles eran los derechos que tenían como ciudadanas.

“La policía de Tucumán siempre fue violenta, nos metían en celdas de tortura que las llamábamos chanchitas. Pasábamos días encerradas de manera ilegal y clandestina, nos metían presas sin firmar nada. Siempre nos ponían cinco multas, teníamos que pagar 250 pesos, que eran como cinco sueldos de ese momento, así que alguna compañera juntaba la guita y nos sacaba”, recordó.

Esas experiencias violentas que ahora son simples anécdotas que se cargan en el cuerpo, hicieron que comience su militancia en Atta. “Logramos derogarlo en todas las provincias, Neuquén y Formosa fueron las ultimas en hacerlo” porque los legisladores asociaban el trabajo sexual con la identidad sexual defendiendo una postura fundamentalista para seguir limitando la libertad de la comunidad trans.

“Recibíamos picanas, nos largaban en los cañaverales y tiraban tiros al aire para que corramos entre las cañas y cortarnos todas. Había diferentes métodos de tortura, nosotras éramos la clandestinidad”, evocó.

El carnaval, para ellas el “carnavalito”, traía consigo además de comparsas, disfraces y espumas una nueva oleada de chicas trans que durante esos tres días tenían la libertad de calzarse los zapatos, las medias y vestidos sin ser perseguidas por la policía.

—¿Qué pensás del trabajo sexual?

—La sororidad parece que tiene límites con el trabajo sexual, es una sororidad con discriminación, respeto el trabajo de Ammar (Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina), Georgina Orellano es una dirigente que va a vencer muchas barreras culturales junto con las compañeras, van a conseguir que sea ley.

En diferentes provincias de la Argentina, las trabajadoras sexuales y mujeres trans que ejercen en la vía pública y espacios privados, siguen recibiendo violencia institucional, generando instancias de debate y organización para la derogación de los artículos contravencionales.

 

Candidatura trans

“Es una responsabilidad inmensa por el momento histórico que estamos viviendo, esto marca un precedente para que otras compañeras ocupen este lugar. A nosotras nunca nos regalaron nada”, manifestó Ornella al referirse a las redes que tejió gracias a su activismo en la Mesa de Igualdad, Atta y el Movimiento Evita.

“Pude acercarme a las y los compañeros de la economía popular, a tener relación con los campesinos, nutriéndome desde otro lugar; al igual que con mis compañeras y compañeros mapuche ya que pude reconocerme como indígena, por mi abuela que era originaria y pude rever mi historia”, expresó. Gracias a la articulación de los diferentes sectores, al igual que con el feminismo y la lucha LGBTI, han conseguido impulsar la ley de Emergencia Alimentaria, ley de Integración Urbana, el proyecto de ley Micaela, la ley Integral Trans en Rio Negro, entre otras iniciativas.

“Logramos el cupo laboral trans en Río Negro. Ahora vamos por la Cámara de Diputados de la Nación donde hay más de cinco proyectos de cupo laboral. Hay muchos que hacen política testimonial, ya que solo hay cinco empleadas y son todas del Movimiento Evita”, dijo y aclaró: “Esto es gracias a la construcción colectiva y a la diputada nacional y referente del Movimiento Evita rionegrino Silvia Horne”.

Ornella ya lanzó su candidatura y va por una banca en la Legislatura rionegrina con una batería de proyectos que incluyen la temática de la economía popular, la diversidad sexual y los Derechos Humanos.

“Necesitamos un Estado con los ojos en el pueblo y el oído en los barrios para generar políticas públicas inclusivas” concluyó.

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