Espectáculos

Otra forma de producir

Apostar por lo colectivo en tiempos de individualidad

La productora D7 Contenidos comenzará a filmar una serie documental que abordará la experiencia más reciente de diez cooperativas argentinas, entre ellas La Cigarra que edita El Ciudadano, que exponen formas asociativas de trabajo

Patricio Irisarri, guionista y director, junto a Marianela Mennelli, productora general de “Plantadas”.

Diez cooperativas argentinas serán las protagonistas de Plantadas, una serie documental a cargo de la productora D7 Contenidos que seguramente se verá en 2019 y que en los próximos meses comenzará a filmarse en las locaciones de distintas empresas de Rosario y la región. Con un subsidio de 600 mil pesos que obtuvo del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), el grupo prevé desarrollar el proyecto.

El equipo audiovisual es parte de Distrito Siete Cooperativa Limitada (nombre formal de lo que se conoce popularmente como D7) que involucra cerca de treinta trabajadores-socios y forma parte de la Federación Actra (Federación Autogestión Cooperativismo Trabajo) que nuclea a Empresas Recuperadas y autogestionadas que no surgieron de procesos de quiebras.

Plantadas nace por la proximidad que teníamos con esas cooperativas. Actra se conforma en 2016 y empieza a tener reuniones y asambleas, muchas de ellas en Distrito Siete, y nosotros veíamos ese movimiento y empezamos a indagar en cómo se organizaban, qué modelo de cooperativa había en la federación y nos pareció interesante retratar esa lógica de producción que es distinta a lo que se conoce habitualmente”, contó a El Ciudadano Marianela Mennelli, miembro de la productora audiovisual D7 Contenidos y productora general de la serie.

La historia de las cooperativas en Argentina es rica y extensa. Se remonta a finales del siglo XIX y tuvo uno de sus últimos apogeos tras la crisis de 2001 con un caso paradigmático: el de los trabajadores de Zanón que sostuvieron sus puestos de trabajo y comenzaron a producir bajo gestión obrera hasta que, en 2004, fundaron la Cooperativa Fasinpat (Fábrica Sin Patrones).

“La serie documental historiza pero quizás no cien años para atrás que es donde aparecen los primeros modelos jurídicos cooperativos que asumen al calor de los movimientos obreros e inmigraciones y se constituyen como un andamiaje jurídico, laboral y empresarial muy trascendente en la historia del siglo pasado y sucumben en las experiencias neoliberales. Nosotros ponemos el acento en la experiencia más reciente y desde allí buscamos reconstruir la capacidad que tienen estos movimientos colectivos de trabajadores para resistir los peores embates que tuvo la economía argentina en los 90 y 2000”, contó a su tiempo Patricio Irisarri, otro de los integrantes de la productora que comparte el rol de guionista y director con su par Juan Ignacio Porta.

Irisarri señaló dos elementos que, a su entender, son centrales en Plantadas. Y los enumeró: la resistencia y la capacidad laboral. “La capacidad de resistencia y la capacidad productiva que tienen las empresas; también el aporte que hacen a la economía argentina poniendo el centro en la idea de industria nacional, mercado interno y construcción de lazos y vínculos horizontales entre los trabajadores”.

Con ese criterio seleccionaron diez empresas para contar diez historias, entre las que figura la de la Cooperativa La Cigarra Limitada que edita El Ciudadano & la región, y que, además, abordará la experiencia de las empresas La Cabaña, Textiles Pigué, Mil Hojas, Cristalería Vitrofin, Distrito Siete, Pauny Tractores, Tambo La Resistencia, Cooperativa La Masa y Herramientas Unión.

“La federación (Actra) aparece como una especie de momento culmine del cooperativismo y tiene que ver con la historia de empresas que quebraron y fueron recuperadas. Allí hay empresas recuperadas que pasaron los 90 y el 2001 pero también historias de cooperativas nuevas que se fundan como el caso de Distrito Siete”, dijo Mennelli.

La productora corre con una ventaja relativa a la hora de planear esta serie: conoce profundamente su funcionamiento por formar ella misma parte de una cooperativa. Pero también tiene un duro reto por delante: elegir cómo transmitir de la mejor manera todo ese conocimiento a un público amplio que, en términos generales, desconoce las formas de funcionamiento de este tipo de modelos productivos o, más aún, convive con una mirada negativa, prejuiciosa y estigmatizada que durante mucho tiempo y ahora mismo se hace de él.

Para Mennelli, la clave para sobrellevar estos retos está en la forma de narrar: “Pensamos algo accesible en cuanto discurso que empatice con el público que desconoce el tema. Cada capítulo contará la historia de una cooperativa desde el lugar de un personaje principal que generará empatía”, refirió. Y resaltó: “El modelo cooperativo funciona; queremos transmitir esa alegría y esperanza de que hay otra forma de producir”.

Irisarri sumó que a la hora de narrar una realidad buscan hacerlo desde una “perspectiva humana”. Y ahondando en ese concepto destacó que contarán cada historia desde la mirada de una persona que introducirá una experiencia.

En términos conceptuales y en concordancia con Mennelli, opinó que el gran desafío de la serie “pasa por quebrar el imaginario respecto de las cooperativas como un molde vetusto, en un contexto donde todos los esfuerzos desde el poder hegemónico están centrados en llevar las ideas y percepciones del mundo del trabajo hacia el fuero íntimo e individual y a la idea del mérito, del emprendedurismo individual, en un contexto donde muchos de los derechos laborales empiezan a retroceder”.

Lo individual versus lo colectivo: Dos modelos políticos antagónicos de entender el trabajo. “El mayor desafío como narradores es la disputa por el sentido”, continuó Irisarri quien destacó que el equipo, también como colectivo humano, tiene como máximo desafío “construir una contra hegemonía de sentido frente a esta idea de que la salvación es el esfuerzo individual y la única forma de salir adelante es el mérito”.

En tiempos sobrecargados de imágenes y mayor dispersión, a la hora de consumir contenidos, el grupo pensó en un formato de serie con una duración menor a los ocho minutos por capítulo que podría habilitar la reproducción en celulares.

Lo hizo por ser un formato que tiene un auge muy grande pero también, como contó Patricio Irisarri, para agiornarse “a los consumos culturales a partir de las dinámicas de los nuevos dispositivos”. En ese sentido dejó saber que, en una segunda etapa explorarán la narración transmedia para contar una historia “que no se agote en una sola experiencia mediática y empiece a impactar”. Y, a modo de anticipo, dijo que cada espectador tendrá una experiencia interactiva para que elija la estructura del relato lo que podrá complementarse con otras experiencias como la publicación de un catálogo, un libro con historias literarias y acciones en tiempo y espacios reales.

La serie Plantadas, además de Patricio Irisarri y Marianela Mennelli, es posible por el trabajo de Juan Ignacio Porta (dirección y guión), Julia Cadoche (producción ejecutiva), Andrés Aseguinolaza (dirección de fotografía), Nicolás Luna (sonido) y Renzo Orlandini (musicalización).

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