El kirchnerismo garantiza que en el próximo período legislativo de 2015 el Congreso “no va a estar paralizado”, mientras que la oposición espera que lleguen al recinto la reforma del impuesto a las Ganancias y la ley de obligatoriedad de la asignación universal por hijo.
En declaraciones a la agencia DyN, la diputada Teresa García, secretaria parlamentaria del bloque del Frente para la Victoria (FpV), advirtió que para saber cuáles serán los temas del próximo período “hay que estar muy atentos al inicio del año legislativo con el discurso” de la presidenta Cristina Fernández, que “va a marcar línea de acción”.
Mientras, tanto el presidente del bloque radical, Mario Negri, como el titular de la bancada por el Frente Renovador, Darío Giustozzi, coincidieron en que dos de los temas que no pueden faltar en la agenda parlamentaria son la reforma del impuesto a las Ganancias y una ley que defina la obligatoriedad de la asignación universal por hijo.
Por su parte, el titular del bloque macrista, Federico Pinedo, estimó, en diálogo con la misma agencia de noticias, que la atención deberá estar orientada a las dificultades económicas que generan “la inflación y la recesión” como también “los vencimientos del pago de la deuda”.
A la hora de hacer un balance del período 2014 que en la Cámara baja se cerró el 16 de diciembre pasado, García no dudó en definirlo como un año legislativo “muy intenso” en el que “se trabajó muchísimos en comisiones pese a que en muchas la oposición estuvo ausente o de manera minoritaria”.
Giustozzi, por su parte, lo describió como un año “pobre en calidad institucional, porque el oficialismo hizo uso y abuso de la mayoría”, mientras que Negri acusó al FpV de “abusar de sesiones especiales” para sacar proyectos enviados por el gobierno.
Para 2015, García transmitió que el kirchnerismo va a “seguir profundizando el proyecto legislativo aún con las dificultades que tenemos por ser un año electoral”, aunque aclaró: “Como en 2011, lo vamos a ir regulando, pero lo que sí puedo garantizar es que no va a estar paralizado el Congreso”.
En cierta medida, Pinedo alimentó esta expectativa al explicar que el próximo año la Argentina deberá enfrentar “los vencimientos de la deuda” y “el arreglo con los buitres”, a lo que se agregan “las últimas intenciones fundacionales de Cristina como el Código Laboral y el Código Penal, que requieren la actividad del Parlamento”.
Sin embargo, Negri aventuró que “la agenda electoral tendrá medio paralizado” el Parlamento, mientras que Giustozzi estimó que “todo dependerá del oficialismo”, aunque expresó su deseo de que “sea un año en que las distintas fuerzas y el oficialismo puedan convivir en un período de transición buscando consensos”.
El jefe de la bancada radical agregó a los temas pendientes de tratamiento “la ley de acceso a la información pública”, “un acuerdo político de prioridades que devuelva transparencia a la Justicia” y “un plan de lucha contra el narcotráfico”.
La pelea por la primera minoría
A menos de un año de las elecciones presidenciales, el kirchnerismo confía en que retendrá “la primera minoría” en Diputados tras los comicios de 2015, mientras que la oposición aventuró que vendrá “un gobierno de coalición” que necesitará de “acuerdos parlamentarios profundos”.
La diputada nacional Teresa García (FpV) apuntó que el kirchnerismo cuenta actualmente con 118 diputados y 16 aliados, y va a la próxima elección “con la intención de repetir lo de 2011, cuando la presidenta (Cristina Fernández) sacó el 54 por ciento”. Y pronosticó: “Quizás a ese porcentaje no lleguemos porque se hace difícil, pero estamos convencidos de que vamos a ganar en primera vuelta y vamos a mantener la mayoría en el Congreso”.
Por su parte, el presidente del bloque radical, Mario Negri, apuntó que “más allá de quien resulte electo, después de 2015 se viene un Congreso donde no va a haber mayoría absoluta”. En tanto, el titular del bloque del PRO, Federico Pinedo, indicó que “el próximo gobierno será un gobierno de coalición que va a requerir de acuerdos más amplios” y así “se va a probar si la Argentina tiene una democracia madura o no”.
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