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Occidente acusó a Rusia en la ONU de un “ataque temerario” que puso “a todo el continente” en riesgo

Estados Unidos y Gran Bretaña culparon a las fuerzas rusas por el incendio en la planta nuclear de Zaporiyia. Pero Moscú insistió que la central está bajo su control y que el ataque provino de "terrorista" ucranianos. Continúa la ofensiva y buscan una nueva ronda de diálogo este fin de semana


Los países occidentales acusaron este viernes a Rusia de haber cometido un “ataque temerario” en la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar el tema, en la que Moscú dijo que la acusación es “parte de una campaña de mentiras”.

La embajadora estadounidense, Linda Thomas-Greenfield, consideró que se trató de un ataque “increíblemente temerario” contra la mayor central de Ucrania y Europa, que puso en riesgo a todo el continente, y pidió que las instalaciones nucleares “no se conviertan en parte de este conflicto”.

El ataque a Zaporiyia, que provocó un incendio sin consecuencias en los niveles de radiactividad, paralizó al mundo ante el temor de una nueva catástrofe atómica.

“Hemos sobrevivido a una noche que hubiera podido poner fin a la historia de Ucrania y Europa”, aseguró el representante ucraniano ante la ONU, Sergiy Kyslytsya, quien repitió las palabras de su presidente Volodímir Zelenski, luego de asegurar que proyectiles rusos impactaron la planta nuclear de Zaporiyia, en el sureste del país.

“Gracias a Dios, el mundo evitó por poco una catástrofe nuclear la noche pasada”, exclamó Thomas-Greenfield, quien recomendó “mantener la cabeza fría”, tras pedir a Rusia que cese todo uso de la fuerza que pueda poner en peligro los 15 reactores operativos en Ucrania o impedir que las autoridades locales puedan garantizar la seguridad tanto de sus 37 plantas como de las poblaciones vecinas.

“Es la primera vez que una central nuclear en funcionamiento ha sido atacada, lo que está en contra de la ley internacional”, alertó por su parte la embajadora británica Barbara Woodward a la prensa al término de la reunión.

Por su parte, el embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, dijo que era “mentira” que Rusia haya atacado la central nuclear de Zaporiyia y consideró que la acusación “forma parte de una campaña de mentiras” contra su país.

Además, acusó a las autoridades ucranianas de crear una “histeria artificial” y dijo que el incendio que se desató en la central nuclear fue obra de “saboteadores ucranianos”.

Según Nebenzia, una “patrulla móvil rusa fue atacada por un grupo de sabotaje ucraniano”.

“La patrulla rusa devolvió el fuego a los puntos de tiro de los saboteadores ucranianos y sofocó el ataque. Cuando se iban, el grupo de sabotaje ucraniano prendió fuego a las instalaciones”, dijo el embajador

“Todas las instalaciones de la central están bajo control de las fuerzas rusas, la seguridad está garantizada y funciona normalmente”, manifestó el diplomático, quien aseguró que Rusia controla las instalaciones desde el pasado 28 de febrero.

“A raíz de las negociaciones con las autoridades de la central hemos llegado a un acuerdo para que pase bajo control de las fuerzas rusas” para “impedir su utilización por nacionalistas ucranianos y otros grupos terroristas” que la usen para “crear provocaciones o accidentes nucleares y permitir el abastecimiento de energía de la población ucraniana y de la población europea”, aseguró.

La situación es similar a la zona de la central de Chernobil, dijo, echando la culpa a las fuerzas ucranianas que dispararon contra los militares rusos y provocaron el incendio en un centro de formación, una edificación adyacente a la central.

La delegación china ante la ONU agradeció a Rusia sus declaraciones, después de que las potencias occidentales acusasen a las fuerzas de Moscú de haber podido causar una catástrofe nuclear.

La reunión del Consejo de Seguridad se realizó a pedido de Reino Unido para examinar las consecuencias del incendio –ya controlado– en la central nuclear, cuyo origen es atribuido por Ucrania y las potencias occidentales a un ataque ruso en el marco de la invasión ordenada por el Kremlin al país vecino.

La sesión pública, solicitada además por Estados Unidos, Francia, Noruega, Irlanda y Albania, fue convocada a pedido del primer ministro británico Boris Johnson, precisaron fuentes diplomáticos.

 

Negociaciones complejas

 

Los combates en Ucrania persistían este viernes, en el noveno día de la invasión militar de Rusia, a la espera de una tercera ronda de negociaciones que podría tener lugar este fin de semana.

El asedio a la capital se mantenía, aunque fuentes de inteligencia estadounidense citadas por la cadena CNN aseguraron que la columna de artillería de más de 60 kilómetros de largo se mantiene a 25 kilómetros de Kiev, frenada por la destrucción de un puente.

A diferencia de allí, el avance de Rusia en el sur seguía siendo significativo. Tras consolidar la toma de Jerson, donde igual se reportaron combates, la columna parece dirigirse hacia Odesa, otro punto estratégico que dejaría a Ucrania sin acceso al Mar Negro.

En este contexto, la perspectiva de un alto el fuego parecía lejana, aunque las partes acordaron reanudar tratativas. Sin embargó el presidente ruso Vladimir Putin advirtió al canciller alemán Olaf Scholz que el diálogo sólo es posible si se aceptan “todas las exigencias rusas”.

Las demandas incluyen el estado neutral y no nuclear de Ucrania, su “desnazificación”, el reconocimiento de Crimea como parte de Rusia y la soberanía de los territorios separatistas de Donetsk y Lugansk, que Moscú reconoce como Estados independientes.

Ucrania, por su parte, exige un cese inmediato de las hostilidades, la retirada de las tropas rusas y el presidente Zelenski dijo que le exigirá al Kremlin que pague la reconstrucción de su país.

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