Ciudad

Objeción de conciencia y la polémica sobre el aborto

Pineda: “Si todos los ginecólogos son objetores, el hospital deberá buscar quien interrumpa un embarazo”.

La postura pública del jefe de Servicio de Ginecología del Heca, Rafael Pineda, quien anunció su objeción de conciencia en temas como el aborto no punible, la esterilización y el uso de anticonceptivos hormonales, ha generado polémica al punto que el Concejo Municipal no ocultó su preocupación sobre el asunto al calificar como “fundamentalista” la posición del médico. Ayer, el secretario de Salud del municipio, Lelio Mangiaterra, negó que se esté pensando en remover al profesional de su cargo porque éste nunca habló de incumplir las normativas que se fijan desde el Palacio de los Leones. Igualmente, aclaró que si decide no obedecer las directivas superiores “va a haber problemas, porque no es él quien determina las políticas sanitarias”, según remarcó. De todos modos, Pineda volvió a destacar su postura ayer en declaraciones radiales. Habló de su objeción de conciencia, dijo que “pareciera que para ser ginecólogo hay que ser abortero” y sostuvo que por un lado está la ley que habilita a interrumpir el embarazo desde los derechos de la madre y por otro lado están los derechos del niño que están garantizados en la Constitución. Destacó que es responsabilidad del hospital buscar quien haga un aborto en el caso de que todos los médicos manifiesten sus objeciones de conciencia.

Sobre la objeción de conciencia, cabe recordar que el último lunes, municipio y provincia comenzaron a distribuir entre sus distintos centros de salud formularios para que quienes no estén de acuerdo con determinadas prácticas médicas –relacionadas principalmente con la salud sexual y reproductiva– lo dejen expresado por escrito. “El hecho que sea el jefe no determina que sea él quien decida lo que se hace en el servicio. Justamente la objeción de conciencia sirve para dejar esto registrado prolijamente y permite armar un registro para que quede establecido quién se dedica a cada cosa en una determinada situación y lo que busca es, precisamente, que el grupo esté armado de un modo tal que si alguien se tiene que hacer a un costado por sus convicciones esté previsto alguien que lo reemplace”, informó la máxima autoridad sanitaria del municipio.

 

Al ser consultado sobre la posibilidad de correr del cargo a Pineda a raíz de algunas críticas vertidas a la prensa sobre determinadas políticas públicas, el secretario de Salud respondió: “Nosotros en lo último que queremos caer es en situaciones autoritarias. El jefe llegó a jefe no porque esté o no esté de acuerdo con el aborto. No pasan por ahí los méritos ni las formas mediante las cuales se determinan los jefes y yo voy a defender a muerte que cada uno sea respetuoso con su conciencia. A su vez voy a jugarme la vida, por el cargo que tengo, para que la mujer que necesite hacerse un aborto no punible lo haga y eso es lo que venimos haciendo. No son cosas contradictorias”.

 

“Si él no entiende esto va a haber problemas porque no determina él la política sanitaria, pero de ningún modo yo lo escuché decir que él desde su lugar va a torcer la política sanitaria del municipio”, sentenció.

 

Por su parte, Pineda aclaró en declaraciones a LT8 que no había hecho “una crítica directa a las políticas de la Municipalidad”.

 

“Yo soy médico municipal desde hace 31 años. Lógicamente hay políticas que yo no comparto como éstas del aborto no punible. Yo no me he referido específicamente a la Municipalidad porque en realidad el problema viene de la provincia que a su vez lo recibe del Ministerio de Salud Pública de la Nación, así que yo no veo por qué se tienen que sentir molestos los concejales. La cuestión es que yo estoy a favor de la vida y en contra del aborto en cualquier situación”, aclaró.

 

“El problema del aborto y sobre todo del aborto en la mujer violada, que no es una cuestión frecuente, ni mucho menos, es que hay un choque de derechos. Está el derecho de la madre a querer deshacerse de su hijo y el derecho del hijo que está protegido por la Constitución Nacional, donde en numerosos artículos se protege la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Yo lo que hago es defender la vida”, subrayó.

 

“Yo expreso mi objeción de conciencia porque es un derecho constitucional. A mí me da la impresión que para ser ginecólogo hay que ser abortero y eso no puede ser. Estas guías para el manejo del aborto no punible imponen al director del hospital una persona que se haga cargo del problema de la interrupción del embarazo. Si usted en el hospital no tiene médicos ginecólogos u otros médicos que estén dispuestos a interrumpir el embarazo supongo que tendrán que traer otro profesional que lo haga. Yo no tengo idea cómo se maneja eso. Yo soy jefe de un servicio desde hace mucho tiempo y mi actividad es tratar de resolver los problemas y yo no voy a abdicar mi jefatura porque me sienta incómodo por las políticas nacionales, provinciales y eventualmente municipales”, continuó.

 

“Yo a los médicos de mi servicio los he reunido, les he explicado que hay un formulario nuevo sobre objeción de conciencia y les he dado absoluta libertad para que ellos objeten o no objeten. Si tengo algún médico en mi servicio que no es objetor, pues será el referente para hacer el aborto y, si todos son objetores, tendrá que resolver ese problema el director del hospital, tal como lo dice la guía”, concluyó.

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