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Deshielo

Obama cerró su histórica visita a Cuba

“Cultivo una rosa blanca”, dijo en español el mandatario estadounidense, en un homenaje al poeta José Martí, en el final de su paso por La Habana. Hizo un llamado a “sepultar vestigios de la Guerra Fría” y a extender “mano de amistad”


El presidente de Estados Unidos, Barack Hussein Obama, cerró ayer su histórica visita a Cuba con un enfático mensaje a la población en el que aseguró que fue a La Habana a “sepultar los vestigios de la Guerra Fría en las Américas y extender una mano de amistad al pueblo cubano”, luego de lo cual mantuvo un encuentro privado con dirigentes de la oposición al gobierno de Raúl Castro (ver aparte) y presenció un partido de béisbol entre el equipo nacional de Cuba y el estadounidense Tampa Bay Rays.

“Cultivo una rosa blanca”, dijo en español al comenzar su discurso en el Gran Teatro Alicia Alonso, de La Habana, colmado por 1.300 invitados que aprobaron con un cerrado aplauso que hubiera elegido citar uno de los poemas más famosos de José Martí, símbolo de la independencia cubana de los españoles, que llama a la amistad y la paz entre amigos y enemigos.

“Hoy, como el presidente de Estados Unidos, le ofrezco al pueblo cubano «el saludo de la paz»“, dijo pronunciando las últimas palabras nuevamente en español y logrando uno de los tantos aplausos que recibiría durante el esperado discurso en su histórica visita a La Habana.

Castro, quien también fue ovacionado al ingresar a la sala, escuchaba atentamente desde el palco principal, munido de auriculares para escuchar la traducción simultánea, cuando Obama reconoció las diferencias “reales e importantes” de ambos gobiernos “en todos estos años”, y llamó a profundizar en las cosas que comparten los dos pueblos, dejar el pasado atrás y mirar hacia futuro.

Parado frente a un atril en el escenario, con las banderas de ambos países a cada lado, el jefe de la Casa Blanca sintetizó las razones por las que su administración decidió buscar junto a la de Cuba la forma de poner fin a más de 55 años de confrontación y descongelar las relaciones diplomáticas.

“Hay una simple respuesta: lo que Estados Unidos estaba haciendo no estaba funcionando, tenemos que tener el coraje de reconocer esa verdad; una política de aislamiento diseñada por la Guerra Fría tiene poco sentido en el siglo XXI; el embargo estaba dañando sólo al pueblo cubano en vez de ayudarlos”, aseguró.

El embargo, agregó, representa “una carga obsoleta para el pueblo cubano”. No obstante, “aún si levantamos el embargo mañana, los cubanos no se darían cuenta de su potencial sin cambios continuos aquí en Cuba”, dijo luego, para aludir al controvertido tema de los derechos humanos.

“La prosperidad sostenible en el siglo XXI depende de educación, cuidado de la salud y protección ambiental, pero también depende del libre y abierto intercambio de ideas; si no puedes acceder a la información on line, si no puedes estar expuesto a diferentes puntos de vista, no alcanzarás tu máximo potencial”, mencionó.

Luego, dirigiéndose a los jóvenes presentes, Obama habló de la “evolución que ya está teniendo lugar dentro de Cuba y el cambio generacional” y agregó, otra vez en español, que “el futuro de Cuba tiene que estar en manos del pueblo cubano”.

“La historia de los Estados Unidos y de Cuba abarca revolución y conflicto, lucha y sacrificio, retribución y, ahora, reconciliación. Es hora de que miremos hacia el futuro juntos”, aseguró el líder de la Casa Blanca. “Un futuro de esperanza”, reiteró en español.

“Podemos hacer este viaje juntos como amigos, como vecinos, como familia”, concluyó. “Sí se puede, muchas gracias”, cerró en español, y fue despedido con aplausos de pie y los sones de Guantanamera, la canción más emblemática de Cuba, de fondo.

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