El Hincha

Nunca debieron organizarse

No es una fiesta popular como pretende vender el organizador de turno

El clásico de Rosario no es un espectáculo que puede trasladarse de un lado hacia el otro, como Boca-River,  ni es una fiesta del pueblo como suele ser el cordobés Belgrano-Talleres. Al clásico de nuestra ciudad es un fenómeno regional al que lamentablemente lo enfermamos entre todos, y hoy está lejos de tratarse de un festejo popular como quieren vender los organizadores de turno.

Además se le agrega la falta de garantías que siempre ofrecen las fuerzas del orden. Ya sean provinciales como locales. Puede parecer inaudito que no pueden garantizar la seguridad de un partido de fútbol con 2000 hinchas visitantes, pero es la triste realidad que vive una ciudad puesta en jaque por los violentos.

Es buena la predisposición de los entrenadores de turno, ninguno se manifiesta al respecto. Luce ridículo analizar quien puede ganar, a quien beneficia o perjudica más un resultado. Es un escollo muy importante que ambos deben salvar. Y ninguno lo tomará como un partido más, un amistoso de pretemporada.

Central debe volver a Primera división, es perentorio, urgente. Y sobre esa necesidad trabaja Miguel Russo. Newell’s volvió a la Copa Libertadores, y la idea no debe ser salir de manera prematura como pasó en 2010 con Roberto Sensini (eliminado por Emelec de Ecuador en el repechaje). Además después del muy buen torneo Incial jugado, sembró expectativas importantes para el torneo Final.

Entonces: ¿Qué sentido tiene que un forastero quiera organizar la fiesta de la ciudad, cuando el clásico no es una fiesta?. Al menos por estos tiempos.

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