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Nuevos fármacos para tratar la hepatitis C

Por: Leonardo Coscia. Con las nuevas drogas la respuesta positiva puede llegar al 75 por ciento de los casos.

La cronicidad de la Hepatitis C produce un daño progresivo al hígado que puede llegar a la cirrosis hepática, y es la principal indicación de trasplante hepático.

En la actualidad existen nuevos fármacos, como Telaprevir y Boceprevir, que mejoran el tratamiento de esa enfermedad y que ya fueron aprobados en Estados Unidos por la Food and Drug Administration (FDA).

El jefe de Hepatología de la Fundación Cidea, Rubén Terg, destacó que “existen nuevos fármacos llamados Telaprevir y Boceprevir que combinados con los medicamentos clásicos utilizados en el tratamiento de la Hepatitis C, Interferón Pegilado y Ribavirina, que demuestran una mejora en la respuesta de las personas con Hepatitis C”.

Además, según destacó Terg, con esta medicación “se manifiesta una reducción del tiempo del tratamiento, de 1 año a 6 meses, en pacientes que obtengan una respuesta positiva en las primeras cuatro semanas”.

“Los fármacos utilizados tradicionalmente tienen una respuesta que no llega a 50 por ciento y agregando las nuevas medicaciones estudiadas, pueden llegar a un 75 por ciento. O sea, se ha mejorado un 25 por ciento la respuesta y estimo que próximamente la medicación podría llegar a nuestro país”, señaló el jefe de Hepatología de la Fundación CIDEA, institución que participó en los estudios internacionales “Advance” y “Sprint 2”, cuyos resultados fueron publicados en The New England Journal of Medicine.

Los ensayos con Telaprevir y Boceprevir se corresponden con la fase III de investigación, que es la última y se realiza con pacientes a gran escala, tras demostrar efectividad y ausencia de toxicidad. Su combinación con el tratamiento clásico, Interferón Pegilado y Ribavirina ha demostrado que mejora su eficacia en pacientes con genotipo 1, el subgrupo más frecuente.

La Fundación participa habitualmente de estudios para nuevos tratamientos de la Hepatitis B y C propios porque requiere centenares de enfermos”, sostuvo el especialista, también profesor emérito de Gastroenterología de la Universidad del Salvador.

Asimismo, Terg  remarcó que “hepatitis quiere decir inflamación del hígado y se expresa por análisis de laboratorio donde aumentan las enzimas hepáticas”.

En ese sentido, puso de relieve que “muchas causas pueden provocarla, como: virus, enfermedades autoinmunes, un tóxico, el alcohol, es decir, todo aquello que es capaz de atacar e inflamar al hígado”.

“La Hepatitis C es una enfermedad que tiene una alta tasa de cronicidad, o sea, que casi el 80 por ciento de los pacientes que se infectan con este virus permanecen con él como portadores con diferentes grados de enfermedad hepática. Hay un porcentaje de enfermos que al cabo de muchos años pueden evolucionar hacia una cirrosis y un porcentaje de estos enfermos que hacen cirrosis pueden terminar también con un cáncer de hígado, es decir, que es una enfermedad que puede tener lesiones en el hígado o progresar hasta esas formas graves”, puntualizó el médico.

La Hepatitis C es la principal indicación de trasplante hepático, por lo que Terg manifiestó que “las causas por las cuales los pacientes en la Argentina se trasplantan con mayor frecuencia en primer lugar se encuentra la Hepatitis C”.

“Argentina es un país líder en América latina y tiene una alta eficiencia, una sobrevida postrasplante comparada con los mejores centros de Estados Unidos y de Europa. Pero el trasplante lamentablemente está limitado a un grupo muy pequeño de pacientes porque no todos pueden acceder a ellos por diferentes razones: tienen que tener determinadas condiciones médicas y hay un solo hospital público en Buenos Aires que lo realiza. El trasplante es la situación extrema. La estrategia pasa porque los enfermos no lleguen a ese estadio de la enfermedad”, dijo.

En relación a los síntomas de la Hepatitis C, Terg expuso que el “problema es que no hay un síntoma específico porque básicamente se detecta por el laboratorio con un hepatograma, que es el estudio de la función del hígado”.

“Entonces, no hay que esperar que tengan síntomas. Se estima que cuando un paciente tiene más de 6 meses de una alteración del hepatograma y tiene un virus positivo, tiene una hepatitis crónica. Entonces, hay que investigar qué grado de lesión tiene el hígado”, enfatizó.

En lo que se refiere a las causas que producen la Hepatitis C, el especialista señaló: “El uso de jeringas, la drogadicción intravenosa, las cirugías, tratamientos odontológicos, o sea todo lo que signifique pinchazos, agujas sin asepsia, materiales descartables o  sin condiciones adecuadas de higiene. Incluso se transmite sexualmente también. Y los agentes de la salud que están permanentemente en contacto manipulando material contaminado son población de riesgo”.

En conclusión, con la introducción de esos nuevos fármacos se abre una perspectiva mejor para el tratamiento de la Hepatitis C. Independientemente de éstos ya aprobados, existen numerosas moléculas en períodos más precoces de investigación que en los próximos años obtendrán los resultados definitivos.

“Si tenemos en cuenta que en los últimos 20 años la curación virológica de esta enfermedad se incrementó vertiginosamente del 7 por ciento en los primeros estudios con Interferon standard al 75 por ciento en la actualidad, es de esperar que en un futuro cercano podamos curar a la mayoría de los pacientes con hepatitis C”, concluyó Terg.

 

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