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Poco Amado

Nuevos cruces por Boudou

La presencia del vicepresidente en el recinto del Senado volvió a ser blanco de la oposición, que reiteró su pedido para que se aparte del cargo antes de tratar la ley de Pago Soberano. Hubo fuertes intercambios con legisladores oficialistas.


La presencia del vicepresidente Amado Boudou en el recinto del Senado volvió a ser ayer el blanco de la oposición, que reiteró su pedido para que se aparte del cargo, y el eje de fuertes cruces con algunos senadores oficialistas.

Antes del debate sobre la iniciativa de Pago Soberano, el jefe del bloque radical, Gerardo Morales, presentó un proyecto de resolución que planteaba “suspender en sus funciones al señor Amado Boudou en aplicación del artículo 55 de la Constitución” que le confiere al Senado “poder disciplinario”, a raíz de que el vicepresidente suma ya dos procesamientos judiciales.

“Usted sigue siendo vicepresidente pero no puede alterar el funcionamiento del Senado de la Nación”, le dijo Morales a Boudou, al tiempo que le recordó que tiene “varios frentes abiertos, porque después de la presentación de este proyecto (por el caso Ciccone) vino otro procesamiento por un delito común que es un papel trucho en un auto”.

El interbloque del Frente Amplio Unen acompañó la iniciativa del radicalismo y, además, criticó en duros términos a Boudou, particularmente el cordobés Luis Juez, quien visiblemente molesto le reprochó al vicepresidente que “pone en una situación incómoda” a todos los miembros de la Cámara alta.

“Su desprestigio lo traslada al Parlamento y no tiene derecho a hacernos pasar por este momento”, sostuvo Juez y agregó: “Nos da la sensación de que a usted le importa tres bledos todo lo que decimos, lo que ocurre en la Justicia”.

En la misma línea, su compañera de bloque Norma Morandini trazó un paralelismo y preguntó: “¿Irían a un sanatorio dirigido por un médico con mala praxis? ¿Mandarían a sus hijos a un colegio con un director acusado de abuso?”.

El planteo de la senadora fue respondido con quejas por parte de algunos senadores oficialistas, como el santacruceño Pablo González, quien pidió “respeto al cuerpo del Senado” y señaló, además, que el proyecto presentado por la UCR no era válido porque Boudou no es un senador, sino un miembro del Poder Ejecutivo.

El mismo argumento utilizó el presidente del bloque oficialista, Miguel Ángel Pichetto, para rechazar el tratamiento sobre tablas de la iniciativa radical en una breve alocución en la que no respondió las críticas opositoras a Boudou ni defendió de forma expresa al vicepresidente.

El punto más álgido del debate llegó por parte del misionero Salvador Cabral, aliado del oficialismo, quien le pasó facturas al radicalismo por hechos ocurridos en el pasado, como el bombardeo a Plaza de Mayo en 1955. “Zavala Ortiz era un alto dirigente radical y participó de los bombardeos”, recordó Cabral al tiempo que afirmó que “tienen las manos manchadas de sangre los radicales y los socialistas que los apoyaron”.

Luego de un breve griterío en la bancada radical, el senador mendocino y presidente de la UCR, Ernesto Sanz, pidió “separar las valoraciones de los partidos políticos de las actitudes personales” y sostuvo que “no se trata aquí de valorar a los partidos políticos por las acciones de sus integrantes”.

En esta oportunidad quedó en evidencia que el debate en torno a la situación de Boudou (respaldado por la Casa Rosada) empieza a afectar los humores del bloque oficialista, pese a mantener la mayoría que le permite sortear las embestidas opositoras.

Esto se vio cuando el oficialista José Mayans pidió la palabra y Pichetto, molesto, le dijo que no hablara e incluso le hizo una seña a Boudou para que no le habilitara el micrófono.

“¡Pero ellos dicen cualquier cosa!”, le espetó Mayans a Pichetto, quien deseaba terminar rápido la discusión sobre Boudou para pasar al tratamiento del proyecto referido a la deuda externa.

En ese momento, el neuquino Marcelo Fuentes le dijo algo a Pichetto que no llegó a escucharse, y el jefe de la bancada oficialista mostró su hartazgo en un tono de voz que pudo escucharse en casi todo el recinto: “¡Si quieren háganse cargo ustedes de este bloque!”.

Finalmente, Mayans no tomó la palabra y Pichetto cerró el debate de forma rápida: “Presidente, usted forma parte del Poder Ejecutivo, no es un senador y además no vamos a habilitar el tratamiento sobre tablas del tema propuesto”.

Audiencia suspendida

La Cámara Federal porteña les otorgó un nuevo plazo a las defensas de los imputados en la causa Ciccone y suspendió una audiencia clave prevista para hoy, en la que debían fundamentar las apelaciones a los procesamientos, entre ellos el del vicepresidente Boudou.

La Sala I de la Cámara Federal hizo lugar a un reclamo de seis de las defensas que alegaron “falta de tiempo” para fundamentar sus apelaciones, por lo que ahora el tribunal deberá fijar una nueva fecha. La nueva convocatoria será establecida hoy por el tribunal, que a su vez tendrá más tiempo para analizar caso por caso las apelaciones de los procesados. El motivo de la suspensión es que las seis defensas pidieron más tiempo para preparar sus presentaciones con los argumentos por los cuales entienden que sus clientes deben ser sobreseídos.

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