El fiscal regional Jorge Baclini presentó ayer el tercer informe de gestión desde que fue nombrado en el cargo –el primero desde la puesta en marcha del nuevo sistema penal, el pasado 10 de febrero–. Pese a enumerar las dificultades en cuanto a recursos humanos e infraestructura de los primeros meses, con adjetivos como “período tumultuoso, situaciones caóticas”, destacó que el esfuerzo de fiscales y empleados pudo ir solucionando los problemas “naturales” en la implantación de un nuevo organismo. Aseguró que es necesario el nombramiento de más fiscales y de la “policía propia”, el Organismo de Investigación Judicial que tiene media sanción en la Legislatura, y destacó el aumento de un veinte por ciento en la cantidad de denuncias, lo que atribuyó a un blanqueo de cifras negras por una mayor confianza en las nuevas instituciones y sus funcionarios.
Baclini informó que hasta el 30 de septiembre han ingresado 87.948 casos, unos 13 mil por mes, lo que da un total de 155 mil al año, un 20 por ciento más que en 2013 (cuando según la Cámara Penal del viejo sistema hubo 130 mil). El fiscal regional interpretó que el aumento “marca la confianza en el nuevo sistema y el blanqueo de la cifra negra del delito”. Siguió Baclini: “De estas cifras, el 87 por ciento corresponde a Rosario: 71.270 casos. Pero hay un neto depurado para que sea trabajable: no es real que trabajemos todos los casos. Hay 27.800 que no tienen imputados (40%), 14.200 (20%) son accidentes de tránsito con lesiones, y 7.300 (10%) son denuncias de cheques sin fondos”. El funcionario expresó que un 70 por ciento del total no tiene investigación, y del resto (30%) en el 12 o 15 por ciento no hay posibilidad de perseguir penalmente: “Así que quedan unos 15 mil casos para trabajar”.
Según el informe del fiscal regional, hubo 2.808 audiencias, un récord en el país, lo que incluye 82 audiencias preliminares de juicio, por lo que habrá un centenar de procesos orales (hasta el momento sólo hubo dos). A la vez, se firmaron 377 procedimientos de juicio abreviado. “Antes había 800 condenas por año y en poco tiempo estaremos cerca de eso”, pronosticó. Sobre otros procedimientos alternativos, enumeró que hubo 100 conciliaciones (sin condena); 455 casos de mediación y 78 suspensiones de juicio a prueba (probation). Dijo sobre esta última: “Son pocas por falta de estructura. Estimamos que podemos llegar pronto a 500 casos”.
Tasa de homicidios
Al describir la situación de las fiscalías especiales, divididas por rubro delictivo, Baclini dio las cifras oficiales de homicidios: 186 crímenes en el departamento Rosario hasta el 30 de septiembre (el 80 por ciento con armas de fuego), contra 165 el año pasado a la misma altura. “De todas maneras, como en octubre del año pasado se disparó el número –hubo 19 hasta el 17 de octubre– y en octubre de este año sólo llevamos tres casos, la cifra es parecida”, dijo luego en rueda de prensa. Sobre la persecución penal de este tipo de delitos, señaló: “Conseguimos que cada fiscal de Homicidios tenga su brigada propia (de la Policía de Investigaciones). A lo mejor los resultados no se ven, pero en el futuro se verán”. Fue una referencia a la tasa de esclarecimiento, alrededor del 50 por ciento, baja comparada con estándares internacionales.
En cuanto a los delitos sexuales, informó que hubo un aumento en la cantidad de denuncias: 490 casos (a razón de 2,1 por día, contra un 1,4 diario del año anterior). Añadió que se está conformado un equipo de Unidad de Víctimas y Testigos con psicólogos y pasantes. Vinculado con esta temática, señaló que abrirán un teléfono específico de turno para los casos de violencia de género, problemática para la cual se han implementado juicios abreviados, prohibiciones de acercamiento, arrestos domiciliarios y botones de pánico. Y sobre los delitos económicos dejó una definición: “Tenemos tres fiscales. Si logramos penetrar con una mínima respuesta lograremos que toda sensación de privilegio se resquebraje”.
Recursos
Sobre los recursos humanos, que calificó aún como escasos, Baclini describió que hoy el funcionamiento se estabilizó: “Sostuvimos entre todos la situación”. De los 79 fiscales asignados por ley, el fiscal regional dijo que hoy hay 44. “Esperemos que los concursos en marcha, 22, estén antes de fin de año”. Describió que hoy cuentan con 50 empleados, pero que fue dificultoso el arranque con sólo dos. “Peleamos por pasantías y conseguimos 70”, añadió.
En cuanto a la infraestructura, Baclini informó que el Ministerio Público de la Acusación ya cuenta con edificios propios en los cinco distritos de la segunda circunscripción, pero auguró una pronta finalización del edificio del Centro de Justicia Penal (en el ex Heca), ya que en Rosario la oficina de Montevideo al 1968 quedó chica, lo que derivó en que la Unidad Especial de Homicidios Dolosos ya se haya asentado en otro lugar: Montevideo 2278. Lo propio hará la de Delitos Económicos. “Acá pasan entre 250 y 400 personas por día, más la Policía, los profesionales y los testigos”, enumeró.
Acerca del vínculo con el brazo operativo de los fiscales, diferenció las fuerzas de seguridad de las de investigación. “Antes era muy difícil lograr una coordinación con la Policía centralizada. La función preventiva es la principal para la seguridad ciudadana. Pero de a poco hacemos hincapié en la investigación. El cambio de juez de instrucción a fiscal generó un impacto muy fuerte. Al principio el teléfono de turno se tornó inmanejable –ya que sonaba todo el tiempo–. Pero fuimos aprendiendo y nos obligaron (los policías) a cambiar. En cuanto a la Policía de Investigaciones estamos afinando pero trabajamos de buena manera”, dijo. Sobre la falencia investigativa en el sector criminalístico, refirió: “Si no nos adecuamos a nivel tecnológico no lograremos resultados. Yo no recordaba el esclarecimiento de algún delito por huellas digitales: en el último mes, tras el acuerdo con Nación por el sistema Sibios, se han esclarecido cinco hechos”.
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