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Nuevo Alberdi: cesa el fuego pero se cruzan acusaciones

Militantes del Movimiento Evita volvieron a acusar al gobierno provincial de inacción frente al narcotráfico. Ramón Ferreyra, padre de dos de los chicos baleados el jueves, aún no hizo la denuncia por las amenazas que sufrió.


Cuando una calma tensa reina en el aire de Nuevo Alberdi luego de que cesaran las balas y amenazas en el barrio; mientras dos de las tres víctimas de la balacera del jueves por la noche fueron dadas de alta y “sacadas del lugar por su seguridad, junto a su familia”; cuando el restante herido muestra signos de recuperación en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez; los fuegos cruzados comenzaron entre distintos sectores políticos. Los dedos acusadores señalan puntos y caras diferentes, indicando cada uno presuntas irregularidades. Desde la cúpula del Movimiento Evita acusan al gobierno provincial de no tomar cartas en la problemática con el narcotráfico, mientras que desde la gestión socialista de la provincia retrucaron que están haciendo “política poco seria con un problema complicado”. En este contexto, el problema parece estar lejos de solucionarse.

“Estamos muy enojados por la falta de respuesta de las autoridades en relación al problema de Nuevo Alberdi. Nadie se comunicó con nosotros desde la cartera provincial; los familiares de Gastón Arregui (el baleado que aún se encuentra internado) no tienen custodia personal en el Heca. La mudanza de los Ferreyra (familia de los dos muchachos heridos que fueron dados de alta y amenazados por presuntos narcotraficantes) va a ser custodiada por el comisario de la subcomisaría 2ª, quien responde a la misma gente que intimó a la familia. Es una locura”, afirmó durante la noche de ayer Alejandra Fedele, referente del Movimiento Evita, al ser entrevistada por El Ciudadano.

El conflicto en Nuevo Alberdi comenzó cerca de las 20.30 del pasado jueves, cuando tres jóvenes militantes del Movimiento Evita fueron baleados tras quedar en medio de un enfrentamiento entre dos grupos narcos que se disputaban un búnker de drogas ubicado en Somoza al 3400. Los heridos fueron identificados como Gastón Arregui, de 27 años, quien recibió un tiro en el cuello; Ariel Ferreyra, de 19 años, quien sufrió un impacto de bala en una pierna; y su hermano Carlos, de 22, quien tenía una herida de arma de fuego en la espalda. Los Ferreyra fueron trasladados al hospital Eva Perón, donde recibieron curaciones y fueron dados de alta; mientras que Arregui fue trasladado el Heca, donde al cierre de esta edición permanecía internado, en estado delicado (ver aparte).

Sin embargo, la tensión en la zona noroeste creció el pasado viernes, cuando Ramón Ferreyra, padre de los jóvenes internados, denunció fue amenazado con un arma de fuego cuando –según contó– recibió la visita de dos muchachos que lo intimaron a que abandone Nuevo Alberdi y retire la denuncia sobre lo ocurrido, a pesar de que no había realizado ninguna presentación formal.

Ayer, en diálogo telefónico con El Ciudadano –ya que se encuentra amparado por el Programa de Protección a Testigos–, dijo: “Aún no realizamos la denuncia debido a que tuvimos muchísimos otros problemas desde la balacera; pero nadie se comunicó conmigo. La Policía de la zona lo único que va a hacer es ayudarme a cumplir con el pedido de los narcos, que quieren que me vaya del barrio. Me va a custodiar para que yo saque mis cosas de mi vieja casa, donde vivo desde hace 21 años, y esa protección va a estar a cargo del comisario de la subcomisaría 2ª, en quien no confiamos”, dijo el hombre. Es que Ramón desconfía de la Policía desde el momento en que lo “apretaron” para que se fuera del barrio. “Cuando me amenazaron el viernes, los tipos sabían las palabras textuales que había dicho en mi declaración en la subcomisaría. Lo más probable es que hallan tenido acceso a esta declaración”, consideró el padre de los pibes baleados.

En respuesta a las acusaciones realizadas por los militantes del Movimiento Evita, Matías Drivet, el secretario Seguridad de la Provincia, afirmó a El Ciudadano que “no se puede hablar con tanta ligereza de un problema tan complicado como este. En primera instancia hay que tener en cuenta que la protección a los damnificados no es decisión del Estado, no podemos decidirla nosotros mismos, tiene que existir la voluntariedad de la persona a ser custodiada. Cuando nosotros fuimos al lugar de los hechos, los amenazados se negaron a que los cuide personal policial. A su vez, nosotros no podemos investigar al personal policial sin una denuncia previa. La gente del Movimiento Evita nos acusa de inacción, pero al día de la fecha no realizó ninguna denuncia formal. No se puede hablar con tanta liviandad de cuestiones tan complejas. Nosotros somos serios, no utilizamos estas cosas, las tratamos como lo que son y lo hacemos por las vías legales”, sostuvo el funcionario provincial, enojado por la situación.

Gastón, el herido más grave, mostró mejorías

Gastón Arregui, el joven que permanece internado en el Heca con un disparo en el cuello sufrido durante la balacera del jueves por la noche en Nuevo Alberdi, mostraba, al cierre de esta edición, signos favorables en su delicado cuadro clínico.

María del Carmen, madre de Gastón, llegó ayer a la madrugada a Rosario desde Río Negro, donde vive. Desde que puso un pie en la ciudad, se instaló en el Clemente Álvarez, atenta a la evolución de su hijo. Desde allí mismo indicó que Gastón muestra muchas mejorías.

“A mi hijo le sacaron el respirador que tenía y le pusieron uno mas chico. Casi respira por si mismo. Además le sacaron la medicación para el corazón, que ya funciona solo, y planean bajarle los sedantes mañana (por hoy) para ver si se despierta. Para cerrar esta serie de buenas noticias, las heridas se empiezan a cerrar sin signos de infección. Estamos muy esperanzados y no nos vamos a mover del Hospital hasta que Gastón salga caminando”, afirmó en diálogo con El Ciudadano María del Carmen.

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