Tras nueve días intensos de trabajo, el plantel de Central tuvo ayer su merecida jornada de descanso. Los jugadores auriazules compartieron más de una semana en el predio que la AFA posee en Ezeiza a un ritmo infernal, haciendo hincapié en lo físico, pero sin descuidar demasiado los movimientos con pelota.
Fueron todos los entrenamientos en doble turno, en los cuales los futbolistas comandados por Miguel Ángel Russo sudaron la gota gorda, sabiendo que puede ser la última pretemporada como equipo de la B Nacional.
El sábado, tras la doble jornada futbolística en Ezeiza, el plantel emprendió el regreso hacia Rosario y quedaron desafectados al menos por 24 horas. Seguramente muchos hayan elegido descansar para retomar fuerzas, principalmente aquellos que arrastran molestias musculares. El que más preocupa es Antonio Medina, quien entrenó diferenciado casi toda la semana. Y a partir de hoy, por la tarde en Arroyo Seco, encarar la segunda parte de la pretemporada con la mente puesta en el clásico del próximo domingo en el Gigante.
Una continuación que seguramente no tendrá tanto trabajo desde lo físico y sí bastante contacto con la pelota. Es el final de lo diagramado por el cuerpo técnico, en donde la mayor preocupación pasará por ajustar detalles de cara a la reanudación del certamen de la B Nacional cuando el Canalla visite a Deportivo Merlo el 4 de febrero.
Y para afinar el juego en conjunto Russo tendrá cuatro amistosos antes del duelo por los ‘porotos’ frente al Charro. El primero de los partidos será el miércoles frente Defensores de Villa Ramallo, conjunto que participa en el Argentino A. Luego será el turno del primer clásico, que se jugará el próximo domingo a las 21.30 en el Gigante de Arroyito y en el cual Russo quizás pueda poner en cancha el equipo que enfrentará a Merlo.
Tres días después del choque ante la Lepra, el Canalla medirá fuerzas con Coronel Aguirre, elenco que participará en el Torneo del Interior. Para terminar el raíd futbolístico el domingo 27 en el Parque Independencia en donde se disputará la revancha del clásico.
¿Quién será el 9?
Durante la estadía en Ezeiza, si bien se priorizó la parte física, también hubo ratos de fútbol. Y durante esos minutos la mayor preocupación fue la falta de gol que tuvo el conjunto titular. Tanto frente a Tristán Suárez como ante el selectivo que conducen Hugo Galloni y Cristian Daniele la ofensiva canalla brilló por su ausencia.
El único privilegiado en llenarse la garganta de gol fue Javier Toledo, quien convirtió en total tres tantos en los dos partidos que disputó para el equipo suplente, demostrando sus ganas de arranca con al nueve en el cotejo ante Deportivo Merlo.
Ahora se viene la parte final de la pretemporada y cuatro encuentros amistosos para que de algún modo Fernando Coniglio justifique su titularidad.
Miguel Ángel Russo sigue pidiendo un delantero de jerarquía que hasta acá no llegó. En todo caso el DT auriazul deberá conformarse con lo que tiene, que por ahora es muy poco efectivo.
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