Ciudad

Nueva vida para el barrio Unión y Progreso

Se conocieron cotizaciones para remodelar la avenida Rouillón entre Seguí y Perón.


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La Municipalidad recibió ayer  propuestas de distintas empresas constructoras para encargarse de la remodelación de la avenida Rouillón entre Presidente Perón y bulevar Seguí. Pavimento definitivo, calzada, desagües, mobiliario y parquización están incluidos en el proyecto. Si bien las ofertas superaron lo presupuestado por el municipio (18 millones de pesos), la obra fue presentada para el agrado a los vecinos que ven un futuro promisorio: mejor conectividad con el centro y barrios aledaños. “Pavimento definitivo es calidad de vida”, remarcó el presidente de la vecinal Unión y Progreso. El secretario de Obras Públicas, Omar Saab, explicó durante la apertura de sobres que la licitación “es una gran obra que sin lugar a dudas mejorará notablemente la transitabilidad y el acceso a la zona”. En la actualidad, la avenida tiene carpetas asfálticas, sin cordón cuneta y en estado de deterioro. “El nuevo proyecto contempla la ejecución de una doble traza de hormigón, con cordón integral y cantero central”, sostuvo Saab. El funcionario agregó que paralelamente a la repavimentación integral se realizarán trabajos de remodelación integral: desagües, señalización horizontal y vertical más la nueva iluminación integral de las calzadas.

Saab dijo que son prioridad las obras de mejoras de avenidas y calles, ya que no sólo contribuyen la circulación y la seguridad, sino que actúan como factores de trasformación urbana del sector que atraviesan. “Además de ejecutarse nuevas calzadas de hormigón o pavimento asfáltico, se agregan la infraestructura y los servicios complementarios”, añadió el secretario. Sobre esto, el presidente de la vecinal Unión y Progreso, Adolfo Barrios, apuntó que beneficiará no sólo el ingreso del transporte público y la conectividad con los barrios aledaños y el centro de la ciudad. “Pavimento definitivo es calidad de vida. Va a cambiar el barrio. Los pozos no van repetirse”, contó a El Ciudadano. “Estamos muy contentos con la obra. También por que si continúa llegaremos a eliminar la zanja que no tiene buen drenaje y ocasiona problemas cuando llueve mucho”, apuntó el vecinalista.

A futuro

En la actualidad, Rouillón tiene un perfil estructural compuesto por un pavimento asfáltico a nivel provisorio con zanjas a sus laterales. Entre bulevar Seguí y Saavedra existe una doble calzada de cinco metros de ancho con un cantero central de seis metros. El resto de la traza cuenta con una única calzada de 6,20 metros de ancho. La longitud de la intervención proyectada es alrededor de 850 metros lineales. El ancho entre líneas de edificación a intervenir es de 30 metros liberado al uso público. El perfil previsto para el tramo consiste en dos calzadas de siete metros de ancho con un cantero central de cinco metros, centrado entre las líneas de edificación. De esta manera resultan veredas de 5,50 metros de ancho a ambos lados. Desde el punto de vista estructural, el diseño adoptado es el de un pavimento rígido compuesto por una superficie de rodamiento de hormigón de 20 centímetros de espesor asentada sobre una base de hormigón de menor resistencia de 12 centímetros. La subrasante, superficie donde se fundirá el pavimento, se mejorará con cal en 20 centímetros de espesor. El empalme con las calles transversales se ejecutarán con una carpeta asfáltica de 5 centímetros de espesor.

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