Desde el primer minuto, España dominó el juego gracias a demostrar más velocidad, más entrega y más técnica, tanto en defensa como en ataque, lo que se tradujo en ligeras ventajas en el marcador.
El encuentro se decantó en favor de las europeas al promediar el primer tiempo, cuando las españolas consiguieron un parcial de 6 a 0 y subieron al marcador un ya claro 13-6.
El gran mérito de España es que no se dejó llevar por la bonanza del marcador y pese a la gran ventaja siguió trabajando en defensa y manteniendo la velocidad de circulación del balón en ataque, lo que le permitió llegar a esos 18 goles de diferencia.
Argentina intentó cambiar de defensa, pero no supieron cómo frenar a su rival. El marcador final fue de 33 a 15 a favor de las ibéricas.
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