Marcos De Carlo
Con el arribo a una lista de consenso, Enrique Estévez fue nominado para suceder a Miguel Lifschitz en la presidencia santafesina del Partido Socialista. La renovación de autoridades partidarias, tanto en la provincia como en la Nación, donde Hermes Binner le dará paso a Antonio Bonfatti, se realizará sin necesidad de convocar a los afiliados a las urnas ya que las diferentes líneas internas acordaron una nómina de unidad que las contenga aunque el liderazgo siga recayendo en el binnerismo.
“El desafío más importante que tenemos en la provincia es colectivo, y tiene que ver con lograr una renovación también en nuestras propuestas como partido en el marco del Frente Progresista, que nos permita fortalecer también esa experiencia”, reflexionó el actual concejal de Rosario e hijo del histórico dirigente socialista Guillermo Estévez Boero.
En diálogo con El Ciudadano, Estévez expresó: “Ya hace muchos años que venimos con listas de acuerdo sin conflictos internos, hemos logrado armar tanto a nivel nacional como provincial esquemas de acuerdos donde se ha contenido a todos los espacios, todas las visiones, con lo cual se dieron estas renovaciones en un marco de unidad partidaria”.
—Lo que levantaron algunas crónicas periodísticas del último congreso del PS en Santa Fe fue un cierto malestar de otros sectores del partido a nivel nacional. Sin embargo se arribó a una lista de consenso…
—Nosotros somos un partido donde todas nuestras instancias orgánicas colectivas funcionan y hay debates como en cualquier ámbito. Si hay debate en una familia, ¿cómo no va a haber en un partido político? Somos un partido con mucha dinámica interna, discusión, debates, un partido de diálogo pero fundamentalmente intentamos ser un partido de escucha hacia fuera y hacia adentro de nuestros afiliados. El desafío más importante que tenemos a nivel provincial es un desafío colectivo, que tiene que ver con lograr una renovación también en nuestras propuestas como partido en el marco del Frente Progresista para que nos permita fortalecer también esta experiencia que tenemos en Santa Fe y que es la única expresión política distintiva incluso a nivel nacional.
—Los panoramas en la provincia y en la Nación son muy distintos; en la provincia, el socialismo está consolidado y retuvo el gobierno de la ciudad más importante y la Gobernación, pero en la Nación se retrocedió en presencia legislativa. En ese panorama, ¿tu responsabilidad es mayor al tener que conducir el partido en Santa Fe?
—Nuestro desafío fundamentalmente es colectivo, de fortalecer hacia el interior el Frente Progresista, nuestro funcionamiento, las coincidencias. Creo que lo distintivo que hace al Frente Progresista del resto de las experiencias políticas del país tiene que ver con un frente de ocho partidos políticos donde están las raíces más profundas de la política Argentina. Tenemos al Partido Demócrata Progresista con una identidad desde Lisandro De la Torre hasta la actualidad, la identidad del socialismo, del radicalismo, de la gente que se identifica también con el peronismo. Haber armado un frente electoral pero que también es un frente de gobierno nos muestra que hay una posibilidad de armar una propuesta progresista incluso a nivel nacional. Nosotros creemos que desde Santa Fe podemos mostrar eso y a nivel nacional siempre estuvimos promoviendo esta idea de generar un frente de centroizquierda.
—¿Cuáles fueron los motivos por los cuales no se pudo trasladar esa experiencia santafesina a un armado nacional de centroizquierda?
—La realidad política argentina es compleja, porque vivimos momentos en los cuales se ha polarizado el debate entre kirchnerismo y antikirchnerismo, macrismo y antimacrismo. Nosotros creemos que hay un número importante de la sociedad que también ve en distintas expresiones, en elecciones tal vez más locales, de alternativas progresistas. Creemos que con nuestros valores, nuestras ideas, nuestros principios, tenemos que seguir trabajando en el encuentro a nivel nacional. Nosotros como socialistas hemos tenido una coherencia a lo largo de nuestra historia en ser un partido frentista que entiende que solos no podemos modificar la realidad, que tenemos que buscar coincidencias con otras fuerzas políticas con las que compartamos ideas y valores.
“El 2017 va a encontrar unido y fuerte al Frente Progresista”
—Teniendo en cuenta que la UCR a nivel nacional forma parte de Cambiemos, y que por lo general a las elecciones nacionales de medio término van por separado en la provincia, ¿va a ser complicado sostener en 2017 al Frente Progresista?
—Vos lo acabás de decir, tuvimos situaciones en elecciones de medio término o incluso en elecciones generales en las cuales los partidos que integramos el Frente Progresista a nivel nacional hemos tenido distintas posturas. Eso nunca fue un obstáculo difícil de sobrepasar para nosotros como frente. La realidad es que podemos mostrar un frente que está compuesto por ocho partidos y que tiene un funcionamiento que gobierna desde hace más de 20 años en conjunto porque intentamos hacer hincapié en las coincidencias, que nadie se sienta excluido ni deba abandonar su identidad para ser parte de este frente. Lo hacemos en base a un programa y lo venimos sosteniendo en el tiempo. Creo que el 2017 nos va a encontrar unidos y fuertes en Rosario y en la provincia.
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