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Entre el águila y el pichón

No queda ni cielo propio: rechazan acuerdo aerocomercial con Estados Unidos

El ministro de Transporte Dietrich firmó un convenio por el cual se liberan rutas y frecuencias entre el país y la potencia del norte. Los gremios del sector advirtieron que es un golpe mortal para Aerolíneas Argentinas y las otras compañías locales, y la entrega de un sector geopolítico estratégico


Referentes de los gremios aeronáuticos salieron a advertir sobre las graves consecuencias de un acuerdo que el pasado 26 de junio firmó el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, con su par de Estados Unidos, Elaine Chao: por el mismo, se liberan todas las rutas y frecuencias de vuelo entre ambos países. Al igual que con los acuerdos de libre comercio entre una potencia económica y una nación periférica, advierten, el convenio le da a la parte más poderosa la capacidad de dominar, en este caso, el espacio aéreo argentino. Y le quita al país el manejo de una clave geopolítica: los cielos propios.

Estados Unidos tenía un tope de 112 frecuencias semanales en los vuelos aerocomerciales con la Argentina. Hasta el 26 de junio. Ese día, el ministro Dietrich selló con su par estadounidense, Chao, la liberación de restricciones para operar las rutas directas entre la Argentina y los Estados Unidos sin escalas intermedias. La pregunta que se hacen los gremios es quién se beneficia con ello, dado que el país no tiene la capacidad para aprovechar el “dejar hacer” del pacto por la reducción de aeronaves y la situación de compromiso que atraviesa la línea de bandera, Aerolíneas Argentinas..

Se trata de un acuerdo ilimitado para vuelos entre Estados Unidos y Argentina. “De esta manera, se genera una competencia asimétrica entre empresas grandes de Estados Unidos y empresas nacionales. Invaden el mercado e inexorablemente generan un impacto en las fuentes laborales nacionales”, advirtió ante la consulta de El Ciudadano Juan Pablo Mazzieri, secretario de prensa de Apla (Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas).

“No nos oponemos a que haya nuevas conectividades, pero sí a darle beneficios a enormes aerolíneas como las de Estados Unidos, como American Airlines, United, Delta, y que esto genere un impacto negativo en nosotros”, se explayó Mazzieri. Explicó que el gremio cuenta hoy con 1600 afiliados y en Austral –representados por Uala, Unión de Aviadores de Líneas Aéreas– hay unos 300. “Seremos unos 1900, 2000 pilotos argentinos” en total, dijo.

“Esto es el principio del fin de Aerolíneas Argentinas, y de todas las aerolíneas nacionales”, enfocó las consecuencias del acuerdo firmado por Dietrich.

La habilitación de nuevos vuelos y la apertura de rutas comerciales en cielo argentino no solo desató el enojo sindical por la posible pérdida de puestos laborales: los cuestionamientos trascienden el convenio para apuntar a la política pública para el sector de la administración Cambiemos, huérfana de un plan integral de frecuencias y rutas con foco en el interés estratégico nacional. “Es la primera vez que el Estado argentino reconoce la liberalización total de los cielos, que lo hace explícito. Lo vende como algo positivo y no lo es, es aberrante”, calificó Mazzieri.

Ningún gremio de los varios que le incumben al sector aeronáutico anunció hasta el momento medidas de protesta, pero desde Apla adelantaron que tomarán cartas en el asunto en lo que les toca directamente: la preservación de las fuentes de trabajo.

Volar a suelo norteamericano

Las rutas comerciales directas habilitadas entre Argentina y Estados Unidos hasta el acuerdo del 26 de junio eran siete. Unen el aeropuerto internacional de la ciudad de Córdoba con Miami, y el de Ezeiza con Miami, Nueva York, Dallas, Los Ángeles, Atlanta y Houston.

Pablo Biro, Secretario General de Apla, agregó que la Argentina sólo vuela entre un 5 y un 10 por ciento de ese paquete. “Aerolíneas Argentinas levantó las frecuencias a Nueva York y nos dijeron que van a volar a Orlando. Lo vendieron como un nuevo producto, nuevos vuelos a Orlando, y lo que hicieron es debilitar los vuelos a Nueva York donde hay más pasajeros y clientes frecuentes. Lo de Orlando no va a prosperar”, ejemplificó Biró la retirada de los cielos instrumentada desde el Ejecutivo nacional.

Biro fue más lejos: señaló que se va a terminar por destruir la industria aerocomercial argentina. “Peores aviones, peores servicios, disminuyen la cantidad de frecuencias, es un escenario devastador.  No podemos competir con tanta desventaja, es un crimen entregar así los cielos”, insistió el dirigente.

Argumentos oficiales

“Los gobiernos de Argentina y Estados Unidos, a través del Ministerio de Transporte de la Nación y la Secretaría de Transporte de los Estados Unidos, firmaron una enmienda al Acuerdo sobre Servicios de Transporte Aéreo entre ambos países. Esta firma tuvo lugar hoy (por el miércoles último) en Washington… (El convenio) permitirá que se amplíen las rutas y frecuencias en forma ilimitada entre ambos países, es decir, se podrán volar rutas directas desde y hacia la Argentina y los Estados Unidos sin escalas en otros puntos geográficos intermedios”, señala el comunicado oficial argentino.

“En la Argentina, el mercado aerocomercial está creciendo, y estamos acompañando este crecimiento fuertemente con inversiones, que hacen a su vez que cada vez más países confíen en nosotros y ampliemos las conexiones entre nuestras ciudades y el resto del mundo, en este caso con los Estados Unidos”, aportó Dietrich con la misma argumentación.

“El nuevo acuerdo además facilita las asociaciones de operadoras argentinas con operadoras estadounidenses, sea en formato de joint venture o joint business. Bajo el nuevo marco las asociaciones gozan de trámites simplificados e incluso exenciones para su aprobación ante las autoridades estadounidenses”, completaron desde el Ministerio.

Cielos abiertos, ¿quién los aprovecha?

El acuerdo de Dietrich vuelve sobre los pasos del pacto de “cielos abiertos” –para otros– rubricado por el menemismo al final de su segunda gestión, que fue revertido parcialmente en el año 2000, durante el fallido gobierno de Fernando de la Rúa. El convenio original con los Estados Unidos es de 1985. Ese texto inicial, además de las anteriores, tuvo otras modificaciones. La anteúltima de ellas fue en 2017. La última, esta semana. “A 177 días de terminar su gobierno, un inescrupuloso vendedor de autos @Guillodietrich entrega los cielos y rutas internacionales, regional y cabotaje a líneas aéreas de Estados Unidos y sus socios Avianca y LATAM para destruir la industria aerocomercial argentina”, refutó Alicia Castro, ex secretaria general de Aeronavegantes.

 

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