La oficina de la Armada que hoy por la mañana acordonó la policía de Washington quedó liberada después de que un registro exhaustivo demostró que la llamada telefónica que denunciaba la presencia de un francotirador fue una falsa alarma.
En un mensaje enviado por la red Twitter poco después de las 10 hora local (9 hora argentina) el jefe de seguridad del Senado anunció que el terreno estaba libre de amenazas.
La policía de Washington detalló, por su parte, que no se había encontrado nada fuera de lo común, que no había desaparecidos, nadie estaba lastimado ni tampoco había un francotirador.
La oficina, el Washington Navy Yard, fue bloqueada después de una llamada que llegó a la central de la policía a las 7.40 hora local (6.40 hora argentina).
“Están interrogando a la persona que hizo la llamada solitaria”, indicó Charles Allen, el funcionario naval a cargo del sitio.
De entrada, la actitud fue de prudencia. Después de que la policía acordonara el área, la marina estadounidense informó en un mensaje de la red Twitter que “hasta ahora no se puede confirmar que haya ocurrido ningún incidente”.
Medios de prensa, citados por la CNN, habían señalado que se habrían escuchado tiros en el complejo donde, en 2013, un tirador solitario mató a 12 personas e hirió a otras tres.
Algunos de los trabajadores del lugar habían vivido ese tiroteo.
El oficial naval Scott Williams, entrevistado por la misma cadena, aclaró que no había escuchado tiros pero había visto gente corriendo y gritando “aléjense de la cafetería”.
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