El Hincha

No alcanza con jugar bien

Juega bien pero debe seguir cambiando porque no puede ganar.

Javier Torrente impuso una línea de juego que parece ser bien llevada a la cancha por sus jugadores. Newell’s sabe presionar a sus rivales en mitad de cancha y alternar el dominio del juego. Nadie lo lleva por delante, y eso es muy bueno. Un rato Estudiantes, otro Boca, pero salió bien parado. Hasta acá todo bien. Pero…

Dos puntos sobre nueve abren una serie de interrogantes. Y el primero es si la idea de juego de Torrente, que parece correcta, tiene los ejecutores adecuados. Y acá se encuentra un punto neurálgico a resolver. ¿Están bien elegidos los futbolistas?. La respuesta, ante la evidencia de inegectividad, es que no. Los volantes cumplen, pero no pisan el área rival. Hace una vida que no convierten, y ese es un problema desde los tiempos de Sensini.

Desde que Sperduti pasó a ser delantero y Vangioni arrancó con las lesiones, los volantes no llegan al área rival. Figueroa tuvo la suya ante Boca, pero resolvió mal. Punto dos, la sociedad Bernardi-Mateo está agotada. Cuando recuperan la pelota carecen de velocidad para iniciar la contra. Pablo Pérez, o Villalba (venía jugando bien) son alternativas potables. Torrente lo pidió al paraguayo Riveros, lo conoce y hay que considerarlo también.

¿Y Aquino?. El nueve por el que insistió tanto el técnico no es tenido en cuenta porque Sperduti y Noir mantienen al trote a las defensas rivales. Tan cierto como que no le hacen un gol de nadie, el Gordo (Sperduti) suele ser la mejor opción, pero ya jugando como volante por derecha llegaba firme para rematar. Entonces, por qué no retrasarlo a Sperduti y darle una oportunidad a Aquino. Jugando de a quince minutos, y corriendo detrás de la pelota sin permanecer en el área, lo transformará en otro caso Taborda.

Torrente, así como cambió para darle un lugar a Pellerano, deberá seguir cambiando. Tiene la idea correcta del juego, pero elige mal los intérpretes. Y sus números son raquíticos.

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