Hoy River es el bálsamo que necesita cualquier equipo para salir de pobre. El Monumental mantiene la mística conseguida en el tiempo, se trata de River, y eso genera un enorme deseo de victoria en el River. Pero es un equipo malo, muy malo. Cargado de jugadores sin jerarquía y pibes que solo porque River da pena pueden jugar en su primera división.
Y allá fue Newell’s, con lo que tiene, que no es mucho, pero le alcanzó para ganar. Tuvo en Formica al distinto que manejó la pelota a voluntad, aunque se hizo pegar más de l cuenta, y no fue todo lo efectivo que debió ser. Sobriedad en el fondo, en una noche en donde Peratta pasó desapercibido. Y arriba mezcló las rarezas de Achucarro, con gol incluido, y Núñez un jugador de campo (entiéndase torneo del interior, no de todo el campo de juego).
Con eso le alcanzó para ganar, y pudo hacerlo por algún otro gol si Boghossian hubiera sido más preciso en una buena habilitación de Formica pero su remate se fue a centímetros del poste de Vega. Para Sensini fue recuperar confianza, para el equipo un poco de tranquilidad y para los hinchas un motivo para alegrarse. Siempre es lindo ganarle a River.
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