Media hora de fútbol, muchas conclusiones. La Lepra comenzó a tomar contacto con la redonda en La Feliz e igualó sin goles ante Tigre en un amistoso donde los titulares sólo jugaron 30 minutos, tiempo suficiente para dejar puntos positivos y algunos otros a corregir.
Sin Gabriel Heinze y David Trezeguet, Alfredo Berti puso en cancha una formación con dos novedades: Diego Mateo se paró como primer zaguero y Maxi Rodríguez jugó como “falso nueve”.
Con estas variantes tácticas, el DT pudo utilizar a Hernán Villalba como volante central, secundado por Lucas Bernardi y Horacio Orzán como internos; y además le dio minutos en cancha a Juan Ignacio Vieyra. Obviamente media hora parece poco para un análisis profundo del rendimiento, sobre todo si se tiene en cuenta que es el primer amistoso de pretemporada y las cargas físicas aún están altas. Pero la imagen que dejó el elenco rojinegro fue interesante, más allá de que volvió a mostrar un déficit que se acentuó fuerte en la racha de 8 partidos sin ganar en el cierre del torneo anterior: la falta de gol.
Como punto positivo, Newell’s volvió a mostrar señales de aquel equipo de Martino que deslumbraba. Con la posesión de la pelota como premisa, una particularidad fue que el equipo se paró adelantado y metió presión al rival en “zona alta”, sin dejarlo salir cómodo y obligándolo a “rifar” la pelota. Con Bernardi como eje y con una buena movilidad de los otros volantes, con Cáceres y Casco muy activos y con un Vieyra que mostró algunos chispazos interesantes, la Lepra dominó a Tigre y mereció algo más. Pero careció de precisión en los metros finales y sólo una vez inquietó a García, tras una asistencia de Vieyra a Maxi, que la Fiera resolvió bien con un amague, pero encontró el despeje sobre la línea de Godoy.
Tigre pudo hacer poco. Vitti y Araujo fueron espectadores, ya que la pelota siempre les llegó por alto y ahí se lució López. La única chance de los de Victoria llegó por una pifia de Guzmán tras un pase atrás que casi se mete en su arco.
¿Y Mateo de dos? Entrega no le falta y en la marca falla poco, aunque comete muchas infracciones y como zaguero son situaciones de riesgo que a la Lepra le duelen. Pero con Pomelo de marcador central, el DT puede incluir a Villalba y le da más juego al equipo. Además, se saca de encima las críticas de tener a un titular en el banco como es el Mudo.
¿Y Maxi de 9? La moda del “falso nueve”, que en parte surgió con Martino cuando incluyó a Scocco de centrodelantero, pero que tiene también ejemplos internacionales como Fabregas en Barcelona, no parece una mala idea ante la escasez de hombres de área. Sin refuerzos a la vista y con Trezeguet que seguro faltará en muchos partidos, el DT busca variantes para no meterle tanta presión a Ponce.
Un primer ensayo positivo. Newell’s parece encaminado a recuperar su identidad y ayer dio muestras de ello. Aunque si quiere ser protagonista en el torneo local y la Copa necesitará convertir, ese es hoy su mayor déficit.
Derrota de suplentes
Los suplentes no tuvieron una buena mañana y cayeron 2-0 ante una formación de Tigre que presentó muchos de los titulares que un rato antes habían igualado 0-0 con la Lepra. Marcos Gelabert, tras un error de Gabbarini y José Sand anotaron los tantos del elenco de Victoria en un cotejo que duró 30 minutos.
El Rojinegro alistó a Gabbarini; Cristian Díaz, Guillermo Ortiz, Maxi Pollacchi, Franco Lazzaroni; Damián Manso, José Agüero, Carlos Leonel Torres; Fabián Muñoz, Ezequiel Ponce y Eugenio Isnaldo.
Tigre aprovechó que la mayoría de los jugadores estaban en ritmo de partido ya que ocho futbolistas de la alineación que propuso Alegre ya habían jugado un rato antes frente a los titulares de la Lepra. La diferencia en el juego fue notoria. Newell’s apenas tuvo la pelota cuando la consiguió el juvenil Agüero y trató de armar juego con Manso, que se mostró activo, aunque impreciso. Así, los delanteros casi ni tocaron la pelota.
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