Newell’s jugó mal, perdió y dijo adiós

Newell’s jugó mal. Perdió con Unión 1-0 y quedó eliminado de la Copa Santa Fe. Pero lo más preocupante es que tuvo un rendimiento opaco que genera nuevos interrogantes de cara a una Superliga que se acerca y puede ser un verdadero calvario para la Lepra si no reacciona a tiempo.

Tiene razón De Felippe. Los refuerzos hacen falta. Newell’s necesita jerarquía. Pero el enojo del entrenador con la tarea de sus dirigidos tiene sustento por donde se lo mire. La apatía que mostraron algunos jugadores debería ser un llamado de atención. Y la lista la encabezan Brian Rivero, Héctor Fertoli, Leonel Ferroni, y varios de los pibes que parecen que están “en otra”.

Por eso no sorprendió que una vez más Unión lo madrugara. Y eso que De Felippe confesó más tarde que les había advertido cuál era el arma que iba a utilizar el rival y quién era el jugador a marcar. No importó. Unión desbordó dos veces por la espalda de Ferroni. En la primera Ibáñez le tapó el remate cruzado a Soldano; en la segunda el delantero cabeceó al gol y puso otra vez el partido cuesta arriba.

Mostró pocos argumentos Newell’s para revertir al partido. Escaso fútbol, pases errados al por mayor, algún pelotazo sin sentido, y un nueve juvenil que muestra aptitudes, pero aún no tiene roce de primera. Apenas Amoroso con sus corridas generó algo de riesgo, aunque nunca encontró un socio dentro del área.

Fue tan malo lo de Newell’s que De Felippe modificó tres veces el esquema para buscar un cambio. Arrancó 4-4-2, luego pasó a Fertoli como enganche y trocó a un 4-3-1-2; y en el segundo tiempo llegó a poner un 4-1-2-3.

Nada cambió. Ni siquiera cierto entusiasmo que consiguió con el ingreso de Figueroa. O cuando apretó a Unión, que se empezó a sentir más cómodo cerca del área de Nereo Fernández y le dio espacio a la Lepra para acercarse.

Leal lesionado, sin un nueve incisivo, sin un doble cinco que genere juego, con una defensa que sufre cada centro, las falencias son muchas. Y el resultado adverso es una consecuencia. Por Copa Santa Fe no preocupa, sólo se trató de un ensayo un poco más formal. Pero dentro de tres semanas será por los puntos, esos que valen y que son necesarios en la tabla de promedios. Y ahí la derrota puede doler mucho.